Y con quien
terminamos el anterior relato, y tal cual esta comprometido, iniciamos este….
“Don Cosme nos habla ahora de esa extraordinaria mujer que, como ya sabemos, se
llamaba María Francisca Díaz-Carralero y Rodelgo, “La Ciega de
Manzanares”, que quedará para siempre en la historia de este pueblo, por su
singularidad e ingenio”…
“Nació, vivió y murió en la casa número 10 de esta
calle Durán, modesta casa a la que nos acercamos…y aquí, me la señala Don
Cosme,…. “Vino a este mundo el 10 de Octubre de 1818… y parece ser que, a su
sexto día de vida, se advirtió que nunca vería la luz, las caras ni los
colores, por lo que habrá de ser recordada para siempre, y para la historia de
este pueblo, tal cual ella se refería a si misma, como "La Ciega de Manzanares”.
Murió pobre en lo material, como fue toda su vida, pero riquísima en toda su
trayectoria personal y cultural, a las 10 de la noche del 26 de julio de 1894,
en su casa de la calle Durán”…. “Y en toda su trayectoria vital, le acompañó,
como en una gran paradoja existencial, la miseria y el ingenio”….
”Su infancia
transcurrió pobre e ignorada, y nuestra desventurada ciega vivió, implorando la
caridad pública, y a cargo de su hermana mayor, ya que sus padres murieron relativamente
jóvenes, y quedó huérfana a los 11 años”….”Sin embargo, en la calle de Durán 3,
unos metros más allá de su casa, se dio la casual y afortunada circunstancia,
que tenia su escuela un afamado catedrático, don Pedro Gómez de Santiago, que
impartía clases de matemáticas, historia y latín”… “Poseída aquella humilde
criatura, sigue Don Cosme, de un vehemente anhelo de saber, acompañada de una
aguda capacidad para interpretar y memorizar lo oído, seguramente en
compensación de su falta de visión, gustaba de acercarse diariamente a una ventana
de aquella escuela, desde donde escuchaba con gran avidez y atención las clases
y todo lo que contaba el «Dómine Talega» (que así se denominaba en el pueblo a
aquel eminente maestro)… ya explicase, este: aritmética, historia o latín a
sus alumnos.
La cieguita iba llenando su mente de conocimientos nuevos, con
inusitada e insospechada capacidad de aprendizaje y una memoria prodigiosa para
recordar y repetir lo aprendido. Además, de la no menos inesperada y grandísima
facultad para la versificación repentina de cualquier situación…. Advertido de
ello el profesor, y admirado ante aquella precocidad de la joven ciega, la hizo
pasar a las aulas..y allí, acurrucada en un rinconcito, siguió oyendo las
lecciones con aprovechamiento, aunque no pudo seguir en las clases, por el
desprecio que los otros chicos tenían hacía ella por su ceguera y vestir
humilde traje”….. “Pero, perseverante, y con la ayuda de otros muchachos del
pueblo, que le leen libros, continua estudiando y aprendiendo con rapidez, lo
que alternó con la mendicidad, que practicaba de una manera muy particular,
pues pronto se aficionó a la poesía, y destacó por su capacidad de
improvisación, comenzando a ser conocida y requerida para adornar con sus
versos fiestas y reuniones, con lo que, a cambio, recibía limosnas y donativos,
que, ella, muy generosa, repartía con los que la ayudaban en sus estudios o le
servían de lazarillos”…
”Empezó a visitar las posadas de Manzanares, donde
“pedía píe a los viajeros”, ganándose así el dinero para subsistir”. “Al
marchar, trasladado a Murcia, nuestro Dómine, la ya famosa ciega continuó
enseñando latín a cuantos sacerdotes de aquí salieron entonces, y a no pocos
seglares.”…. “Y esto lo hacia ella, que no sabía escribir ni podía leer….. Sin
embargo, sus alumnos la oían comentar con frecuencia que de perderse todos los
tratados de latinistas "de por entonces, ella podría dictárselos a
alguien, letra a letra. Se comprende que en pocos años su fama y prestigio
trascendiera a Manzanares”, … “No fue nada extraño que se viera solicitada por
el mundo del latinismo español, maravillando por su saber a muchos expertos
doctores de la Iglesia, como ocurrió en Granada, cuando una vez disertó en
latín ante el Arzobispo y los Canónigos de la Catedral”. “También empezó a ser
solicitada con frecuencia en C. Real, a presenciar exámenes de latín que allí
se celebraban, aportando matices sorprendentes al profesado, lo que sirvió para
que el Obispo Guisasola, trabara con ella leal amistad, sentándola a su mesa,
encantado de departir con ella sobre latín y otros temas”
“En 1837, el Conde del Valle de San Juan, conocedor de todo esto, se convierte
en su protector y le concede la pensión de “un real diario”, así como el
ingreso en la escuela de latinidad, logrando en solo 3 años, 1840, su certificación“..
“Ese mismo año, apareció en la prensa, la primera referencia escrita a nuestra
ciega….y la hizo, en el periódico La Alhambra, el periodista, abogado y
político manchego, D. Agustín Salido, quien la conoció y quedó maravillado de
su arte en una posada de Manzanares, a la que, ella, fue a versificar y pedir
limosna, como cualquier otro día”…”Su artículo fue trascendental para que se
facilitase, como él sugirió el ingreso de Francisca en el “Colegio de Ciegos y
Sordomudos de Madrid, en 1850”… “Allí sorprendió a todos sus profesores, por su
capacidad para el aprendizaje de cualquier materia…Fue en ese Colegio, donde
aprendió a leer con el tacto”…
“Durante su estancia en la capital se hizo muy
famosa y solicitada… era habitual presentarla en las tertulias y charlas para
oír sus improvisaciones, destacando las celebradas en casa del Marqués de
Molíns, el Sr. Roca de Togores donde dejó sorprendidos y admirados a todos los
presentes entre los que se encontraban: el Duque de Rivas, el Marqués de Auñón,
Donoso Cortés, Modesto Lafuente, Nicasio Gallego, Amador de los Ríos, Bravo
Murillo, Bretón de los Herreros y hasta la princesa Pío de Saboya”, por la
facilidad y soltura con que improvisó ovillejos, décimas y sonetos.
Destacando
los elogios de la prensa madrileña y española de los días posteriores a la
reunión, algo que acabo de hacer famosa a María Francisca en toda España. Por
ejemplo se escribió… “Era muy grata, muy sublime, la sensación que
experimentamos contemplando a esta mujer de tez morena, de modesto aspecto,
sentada en un elegante sillón de terciopelo, del ingenio, del numen cultivado,
centinelas avanzados del talento, representados allí por las certificadas
reputaciones de Gallego, Bretón, Vega, Gil y Zárate, Rubí y muchos otros de
nuestros primeros vates”. El Marques de Molíns, le habilitó, por entonces una
pensión de 4 reales diarios, pero a su vuelta a Manzanares en 1851, le fue
retirada.
“Como quedó dicho, continua don Cosme, Francisca, era además. una poetisa
excelente, con una gran capacidad imaginativa e improvisadora para la
repentización, donde, posiblemente, fue una de las mayores figuras de este arte
en toda la España de aquella época”. “En relación a esta faceta tan suya fueron
famosos muchos episodios, de los que le voy a destacar algunos que yo recuerdo
y otros que me permití anotar para leerle a usted –me dice el Sr Cosme-. Por
ejemplo, un monaguillo llamado Miguel Muñoz, perdió un dinero que el sacristán
le dío para la compra de papeles…. Enterada del hecho La Ciega de Manzanares
improvisó lo que sigue. “¿Quién ha perdido el papel?.. Miguel…. ¿y quién corría
muy veloz?.... Muñoz… Esto no le causa empacho Garnacha i Válgame Dios, qué
muchacho! amiguito de Morales que pronto perdieres reales Miguel Muñoz y
Garnacha”…
“Otro día histórico para ella y para Manzanares, cuando aún no
había ferrocarril, y la casa de postas se hallaba en lo que luego se conoció
como. EI Mesoncillo, pararon allí varios coches que conducían a la reina Isabel
II y personal de su séquito. Nuestra paisana saludó y maravilló a la soberana
con un hermoso soneto, lo que le valió desde aquel momento la pensión de una
peseta diaria con que la honró la reina, cuando conoció de su mísera
existencia”… “También, recitó sus poemas a Teófilo Gautier, al que dejo
admirado, cuando este, en sus viajes por España, se hospedó en una posada de
nuestra ciudad, y lo mismo hizo con otros ilustres personajes de la cultura ,
cuando paraban a pernoctar en alguna fonda de Manzanares”...
“Después, con la
llegada del ferrocarril, acudía casi todos los días a la Estación, donde, al
parar los trenes, aprovechaba sus improvisaciones poéticas, para hacerse muy
popular entre los viajeros, y ganarse unos reales, al tiempo que expandía su
fama a muchos lugares de España y el extranjero, según el destino de los
oyentes, que siempre quedaban maravillados”. “De hecho, con el tiempo, muchos
de los viajeros, conocían de antemano esa posibilidad que tenían al llegar a
Manzanares, donde personajes muy famosos del ámbito literario y artístico, y
otras personas anónimas, incluso extranjeras, cuando viajaban en tren, y
recalaban en Manzanares, pedían de su presencia y de sus habilidades
repentistas y poéticas, lo que le propiciaba pingues y seguras limosnas a
diario, que, ella, lejos de aprovechar para si, que buena falta le hacía,
siempre repartía entre otras personas aún más pobres que ella, de quienes se
hacía acompañar hasta allí como lazarillos”. “Un día, un viajero de buen humor
la solicitó para hacer un verso, y “al pedirle pie”, este le alargó el suyo,…y
la Ciega improvisó rápida una respuesta perfecta y aleccionadora para el
impertinente gesto de su interlocutor, que quedó para la posteridad como una de
sus mejores repentizaciones….le dijo así: ....“En tan extraña postura, decirse
puede señor, que yo soy el herrador y vos la cabalgadura”.
Con el paso de los tiempos, fue conocidísima en Madrid, y solicitada muchas
veces su presencia en reuniones literarias, ateneos, etc., y a todos sorprendía
por su aspecto humilde -tocada con mantón negro en invierno o pañuelo de
hierbas en verano-, pero justificando el refrán «el hábito no hace el monje» en
todas partes dejaba gratas pruebas de su ingenio...
"En 1864, sigue Don Cosme, visitó Granada, Córdoba y Sevilla, cumpliendo
una de sus grandes ilusiones, y dejando maravillados a quienes tuvieron ocasión
de escuchar los versos que dedicó a las tres ciudades”.
“También son dignas de mencionar las seguidillas que compuso a la Virgen del
Pilar, con motivo de un viaje a Zaragoza para cumplir una promesas en el año
1874”… “A Ios pies, Madre mía de tus altares, llega humilde la ciega de
Manzanares, ciega y postrada, tu grandeza presiente mas no ve nada. No veo de
tu templo las anchas naves, tu bendita capilla, tus frescos suaves. Con mi
amargura, no alcanzo a ver, Señora, tu imagen pura. Yo siento en mi entusiasmo
regocijada, la inmensa concurrencia tan animada. que cada día, a tu templo se
acoge, Virgen María. Yo escucho cómo laten los corazones, al dirigirte todos
sus oraciones. ¡Qué dulce encanto, es oír como besan tu Pilar Santo!.. Riega
constantemente tu escalinata, una lluvia dulcísima de cobre y plata. Yo, Madre
mía. sólo puedo ofrecerte mi poesía. Yo de remotas tierras aquí he venido, a
cumplirte, Señora, lo prometido; y en dulce calma, un suspiro te dejo con toda
el alma… Préstame, Madre mía, gracia y aliento, para que siempre cante con
dulce acento gratas memorias, mis penas y tristezas y a más tus glorias. Libra
a tus nobles hijos de peste y guerra, y torna en paraíso su fértil tierra; pues
Tú, Señora, eres de todo el reino la protectora. Adiós, Virgen bendita, Reina
del Cielo, de los zaragozanos gloria y consuelo; que a tus altares, pueda
volver la ciega de Manzanares”.
Falleció, como quedó dicho, el día 26 de julio del año 1894, siendo su muerte
sentidísima y una de las mayores manifestaciones de duelo en todo Manzanares,
prueba del cariño que aquí se le profesaba. De Madrid se recibieron, entre
otros pésames, el de don Antonio Cánovas del Castillo, muy unido a Manzanares
desde el día del Manifiesto”… “Como fue colaboradora de un semanario local,
«El Relámpago»,… en su tumba, y durante su entierro, se leyó la siguiente
décima por un esclarecido compañero suyo, don José López Camuñas: “Vate en la
tierra Santa en el cielo no viste el mundo porque es pequeño. Viste lo grande
viste lo inmenso y allá te marchas... Ten un recuerdo para esa lágrima de un
compañero”.
Y con esa sentida despedida, este reportero termina hoy su ya largo relato,
pero corto para recoger todo lo que dio de si esta excelsa Ciega de Manzanares,
a quien va dedicado”.
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