Y los paseantes han paseado, en un largo paseo, toda esta
extensa calle del Zacatín….Han visto desfilar ante sus ojos, una sucesión de
casas, de estructura humilde y sencilla construcción,… la mayoría de un solo
piso…y muy parecidas a las ya vistas en la calle de la Madera y en todo lo que
queda por debajo de la muralla en este suroeste de Manzanares”… “Son, sin duda,
moradas de gentes trabajadoras de este pueblo, de humilde cuna y
condición”…”Sin embargo, más allá del nombre, “El Zacatín”; poco queda ya en
esta calle de nuestra memoria musulmana”…
“Y es que, comenta D. Cosme, hace tres siglos ya que se consumó la tragedia humana de la expulsión de ese colectivo, del que algo le hablaré para su recuerdo y el de sus lectores”… “Pero antes, los caminantes, según han ido fijándose al caminar, han podido advertir algunos vestigios del paso de aquellos moriscos, por esta calle, y por la vida e historia de este extraordinario pueblo que se llama Manzanares” Y es que, aunque pocos, pues es ya largo el tiempo que faltan de Manzanares, aun quedan algunos residuos de esa historia musulmana de nuestro pueblo, en alguna que otra casa de esta calle del Zacatín y en otras calles próximas”. …”Quedan, por ejemplo, algunos remedos de alfiz, que… para quien no lo sepa, sigue D. Cosme, son esas típicas molduras rectangulares, que rodean, en una puerta o en una ventana, a un pequeño arco”…
”Esta construcción, que es tan característicamente árabe, aún se observa, como va dicho, sigue D. Cosme, en alguna de estas casas de la calle del Zacatín, aunque el mejor conservado de todos estos alfices residuales, esta en la calle Corpas, cerquita del Castillo” … ”Y, en otras casas, todavía se conservan, aquí o allá, ciertos rasgos de construcción árabe”,… “Así, en algunos patios, al paso, podemos ver -mostrados por amables vecinos-, pozos construidos al estilo musulmán... y, a veces, en el mismo patio, contemplamos alguna higuera, árbol también muy común en las casas árabes, aunque ya también se ven, con cierta frecuencia, en otras casas de este pueblo”… También los arcos de bastantes ventanas interiores y exteriores, de muchas puertas y algunas escaleras, son perfectamente asimilables a la cultura y formas de construcción árabe… y, no es descabellado pensar que son reliquias de aquel tiempo, que han sobrevivido a los que las crearon y fueron sus dueños”… “En muchos utensilios caseros y de las cocinas, se aprecia también claramente la huella del paso musulmán por esta zona de Manzanares, muchos de esos objetos son, por sus formas, de evidente origen morisco y, sus denominaciones, de clara etimología árabe (alcuzas, tajines, etc…)”, no hacen sino corroborar este hecho”… “Pero, a estas alturas, es imposible saber en muchas de esas construcciones, a veces remodeladas por los “cristianos viejos”, (que ocuparon esta calle y sus casas tras la expulsión de los moriscos),… si son, realmente, reminiscencias originales, o han sido realizadas más tarde por esos “cristianos viejos” que ocuparon la calle y sus casas… y que, por esa convivencia previa de siglos, pudieron estar influenciados por las maneras de construcción musulmana, ya que, al fin y al cabo, esas gentes, esas dos gentes, supuestamente tan diferentes, eran del mismo pueblo… eran paisanos de Manzanares… y estaban viviendo juntos mucho tiempo antes”…
“Celosias, adornos, artesanías, alfarería, piezas de esparto y cuero, forjados,…esa puerta, aquella ventana, aquel utensilio de la cocina, o aquel mueble de la alcoba y en fin… un sin fin de nombres, estructuras constructivas y objetos de todo tipo que, perfectamente, pudieran ser originariamente árabes, de aquellos tiempos ya lejanos del Siglo XVI… o, bien, ser productos de los “cristianos viejos” en siglos posteriores, tras copiar estos, fielmente, las maneras constructivas de aquellos que fueron vecinos suyos ”…”Seguro que gente con experiencia, y más experta en estas lides, podría deslindar con mayor precisión que los paseantes, cuanto más de morisco o cristiano viejo, hay en cada cosa de las que, a su observación, permanecen en esa duda”.. “y, quizá, eso sea, a estas alturas, poco importante…la duda aparece en tantas objetos y construcciones, que no hace otra cosa que corroborar una realidad histórica… los musulmanes, vivieron, y dejaron, en este pueblo de Manzanares una parte de sus vidas, de sus haciendas y de sus historias”….
”Y, así, la soleada y agradable mañana, invita a los paseantes, una vez
recorrida toda esa Calle del Zacatín, a continuar caminando su camino, por la
continuidad que ofrece la calle del Río,… hasta que llegan al llamado “camino
de Membrilla”, en el que introducen sus pasos, para empezar a dejar, a sus
espaldas, el sur de Manzanares”…”Y, a sus ojos, y a derechas, según caminan el
camino que lleva al pueblo vecino,, esas huertas feraces, cercanas al Azuer,
seguro que, en gran parte y medida, son así de fértiles por la sabiduría de
esos moriscos, que tanto nos aportaron en el aprovechamiento de este nuestro
río,… que, quizá, nunca volverá a ser lo que fue”.
“Y, ahora, los caminantes
vuelven la vista al pueblo de donde provienen, y aprecian la majestuosa espalda
de la Fábrica de harinas… y también ese “Puente del calicanto”, de ingeniosas
compuertas,… seguro que ideadas o pensadas, en algún modo, tiempo y manera, por
la imaginación árabe,… que acompañó, directa o indirectamente, a este gran pueblo
de Manzanares desde su nacimiento”… “El desbordante Azuer de estos días
manchegos de incipiente primavera, deja caer el agua que llega al calicanto con
la “madre nueva”, desde un nivel superior, conseguido con un pretil de piedra,
a un nivel inferior del mismo canal… (otro más de los ingenios constructivos
para aprovechar el agua de los ríos, de típico origen árabe),.. Con ese diseño,
para este tramo del canal del Azuer, próximo al Calicanto, se logra que el agua
vaya a nutrir, por un lado, y por la parte de canal que queda más elevada, a la
“madre nueva” que surca el lateral del Paseo del Rio…. Mientras que el agua
que cae a la parte inferior de ese tramo del canal, atraviesa las compuertas
que quedan al final de los “ojos” izquierdos del calicanto, y es, por ellas,
desviada a un tramo de canal artificial, que corre paralelo al camino de
Andalucía, y que ira unir, de nuevo, en el “Puente de los Pobres”, y por el
mismo ingenioso uso y aprovechamiento de los ríos, propio de los árabes, las
previamente separadas aguas de la madre vieja y nueva… consiguiendo de ese
modo un desagüe natural de las aguas que llegan al Calicanto en momentos de
crecida…a la vez que posibilita el riego de las huertas y terrenos que quedan
en la margen derecha de ese canal”…
” Y los paseantes siguen su camino por ese camino de la Membrilla…hasta que
atisban, también a su derecha, ese también histórico “Puente de la Reina“, por
donde, según se dice, pasó el cuerpo sin vida de la Reina Católica en su camino
funerario a su última morada granadina”… Desde allí, se contempla majestuosa la
silueta de la Parroquial, símbolo perenne de la cultura cristiana, que domino
estos entornos y este pueblo, desde su fundación calatrava”…"Pero, también
es aquí, en este lugar que usted ya conoce, y donde yo le he traído con toda
intención, donde se puede ver simbolizada, de una manera tremenda y
esclarecedora la idiotez e inconsistencia de nuestro género humano”….”Aquí,
donde, por, y bajo el impulso, de la imaginación árabe en el uso de las aguas,
se dividió y canalizó nuestro río Azuer en sus “madres” (vieja y nueva) que
allá, algo más a lo lejos, pasan bajo esos históricos “Puente de los Pobres” y
“Calicanto”, dejando sus riberas llenas de riqueza agrícola, en sus terrenos
adyacentes y, donde, una vez más, nombres árabes acompañan lo que decimos,
enfatiza el Sr. Cosme,…”norias, alquerías, aljibes, acequias"….”Términos
de esa otra cultura musulmana, pero tan humana como la nuestra… y ya
perfectamente integrada entre nosotros, en nuestro hábitos, en nuestro espíritu
y en nuestras formas convivenciales, en aquellos tiempos del Siglo XVI,
aportando a nuestro pueblo, que también era el suyo, toda esta riqueza”…
“Y un
poco más allá, sigue D. Cosme, ese “Cerro del Moro”, donde parece ser vivieron
los primeros pobladores que se asentaron en el territorio que llegaría a ser
Manzanares, que también eran árabes de origen, pero manzagatos de vida”…. “Por
eso, querido reportero, dice Don Cosme, le traje hasta aquí… para que compruebe
usted, por si mismo, que esos “moriscos” o “cristianos nuevos”, eran más
“viejos”, al menos en Manzanares, que aquellos que terminaron expulsándolos”,.
“De tal modo que, al ser expulsados por la dominante cultura cristiana, cuyo
magnífico edificio central tenemos a la vista, es como si los manzanareños nos
hubiéramos amputado un miembro, o una parte de nuestra propia esencia como
pueblo, pues esas gentes ya eran, también… por derecho propio, natural y de
especie, parte de nosotros mismos, compartían, por supuesto, una misma
condición humana,…pero, además, eran parte material y espiritual del mismo
pueblo”…. ”Eran tan de Manzanares como cualquiera…y, por su ingenio, y por su
laboriosidad, muchas veces con más merito y valores que los de algunos “viejos
cristianos”…
”Y todo este escenario es la mejor prueba, (proclama D. Cosme, -con la
solemnidad de tono que gusta dar a sus grandes momentos discursivos- de la
inconsistencia de valores de nuestra humana especie, que no fue capaz de
mantenerse, en lo que su propia dignidad como seres humanos les pedía para ese
tiempo y momento... faltando, ostensiblemente, a los valores que su religión y
cultura propugnaban”…”La solidaridad, el entendimiento entre ideas y gentes
diferentes…y el valor añadido que ese mestizaje de razas y culturas, otorgó
siempre, y en toda etapa, a los pueblos para su progreso… en toda la historia
de las historias que en el mundo han sido,… quedó aquí, y en toda España,
arrumbado por un decreto del Rey Felipe III… y por el egoísmo de quienes,
perdiendo la oportunidad de ser generosos en su triunfo, y seguir las normas de
su propio ideario cristiano, no supieron canalizar las tensiones entre los
hombres que habían estado en guerra hace más de un siglo, pero que, para
entonces, eran simples vecinos”…”Y fue así, que, otra vez más, la estulticia
del ser humano, dejó salir lo peor que lleva dentro y, en una decisión
dramática, tremenda, dañina, incongruente e injusta, eliminó de un plumazo, y
por el antedicho decreto real, allá por el año 1609, todas esas posibilidades,
valores y dignidades, al decretar, y llevar a cabo, la expulsión de toda esa
población morisca, que, en el caso de Manzanares y muchos otros pueblos y
lugares, estaba perfectamente integrada en la vida del pueblo, formaban, de
hecho, parte de él, a más de estar confiriéndole ideas y riquezas que, al
perderse bruscamente, empobrecieron a Manzanares, tanto en materia como en
espíritu”….
“Y este reportero, ávido de más historia de esta historia, sugiere al Sr Cosme
que le cuente como transcurrió ese proceso de la forzada expulsión morisca en
Manzanares… como fue vivido por los repudiados y por la gente cristiana vieja
que aquí permaneció,… como asumió Manzanares, y como repercutió en el pueblo
todo ese proceso…y D. Cosme, me responde que, para este relato, la cosa ya fue
de sobrado….pero me promete un siguiente, donde –me dice- se consumó una de las
mayores tragedias vividas por este pueblo… en lo humano y en lo
histórico… fenómeno este de la expulsión morisca que, aunque afectó a muchos
pueblos de España, fue particularmente duro y doloroso para nuestros paisanos
moriscos y para el resto del vecindario que aquí quedó”…
No hay comentarios:
Publicar un comentario