“Don Cosme, acaba
de contarnos, en los anteriores relatos, como y cuando se aplicaron la primeras
reglas urbanísticas en Manzanares, durante su ensanche del Siglo XVI,.. lo que
contribuyó a reordenar, poco a poco y a mejor, la importante anarquía inicial
de nuestras construcciones urbanas de aquella época, por hacerse estas a la
voluntad de las gentes, con escaso orden, ningún concierto y muy poco
conocimiento,... hasta que la Orden Calatraveña y sus visitadores atajaron la
situación y pusieron cordura y saberes en el asunto”....
“Con todo y con eso, sigue D. Cosme, hace un momento le comenté para el
anterior relato, como, a pesar de ello, a pesar de seguir unas normas
urbanísticas, también aparecieron pronto deficiencias no imaginadas, en
relación con la acumulación de aguas en tiempos de lluvia, lo que requirió de
nuevas ideas, más o menos ingeniosas o artesanales, para su solución. “Sea como
fuere, dice Don Cosme, “de los problemas es de donde se aprende”… y esas nuevas
y necesarias ideas, para solucionar los problemas detectados, ya quedarían para
siempre en las técnicas de construcción de calles…entre ellas, el acerado de las
mismas que, iniciado con objetivos de canalización, mostró enseguida, como ya
vimos, otras ventajas para el correcto ordenamiento urbano y la vida cotidiana
de los vecinos”…
“Y le cuento todo esto otra vez, estando ya contado, añade Don Cosme, para hacerle
ver ahora, en este nuevo relato, querido reportero, algo aun más significativo
que ocurrió en Manzanares en relación con todo este tema del Urbanismo”..”y voy
a explicarme enseguida y con mucho agrado, ya que esto que le contaré, es otra
de esas cosas que a uno le hacen sentirse orgulloso de su pueblo…de este gran
pueblo que ha sido siempre Manzanares”…
“Sabe usted de mi afición por la arquitectura y el urbanismo, lo que me lleva a
contarle todas estas diatribas que luego usted ordena para sus relatos”… “Pues
verá, lo que quiero resaltarle ahora, es que las normas y legislaciones que
atañen al Urbanismo moderno, se comenzaron a llevar a la práctica,
precisamente, en la Edad Moderna,.. y no sin muchas dificultades de todo
tipo”…. “De hecho, hasta esa época, hasta la Edad Moderna, sigue D. Cosme, los
gobernantes y los Ayuntamientos del Reyno de España no consiguieron autoridad
suficiente, para establecer y asegurar una diferenciación clara entre los
espacios privados (las casas) y los públicos (plazas y calles), que les
permitiera, además, en caso de que se pusiera en cuestión, obrar en
consecuencia a favor de lo público sobre lo privado, algo que, en este tema de
la ordenación urbana, era la única manera de evitar la invasión y ocupación de
las calles por el libre albedrío de particulares, que entorpecían la
circulación de personas y mercancías en beneficio propio”…
“Y esta asunción ciudadana, de considerar en el urbanismo de un pueblo, lo
público por encima de lo privado, la consiguió Manzanares con bastante
anterioridad a muchos otros lugares de España, dice con orgullo Don Cosme”… “Y
una vez más, como muchas otras veces a lo largo de su brillante historia, por
la actitud soberana y solidaria de las gentes del pueblo de Manzanares”,… “sus
gentes, entendieron que para hacer grande y mejor a su pueblo, debían actuar en
clave solidaria y en favor del conjunto y no del capricho o el egoísmo
personal”… ”Y, precisamente, en Manzanares, un pueblo en donde, por el
emprendimiento natural de sus gentes, antes de existir normas, se habían hecho
muchas construcciones de manera anárquica,…pues, con todo y con ello, incluso
teniendo muchos vecinos que renunciar o reformar parte de su hacienda, para
atender a los dictados de los visitadores, lo cierto fue que la gente supo
asumir muy pronto que, en estas cuestiones de la ordenación urbana, esa
prioridad de lo público sobre lo privado resultaba incuestionable para el buen
y adecuado desarrollo del pueblo...comulgando con la definición más clásica de lo
que debe ser una ciudad en términos de urbanismo…”suma de voluntades de sus
habitantes con sus propias reglas”… y, en Manzanares, esta teoría fue aplicada
enseguida, mucho antes que en otras villas… y con escasa resistencia, aunque
los infractores fueran miembros de la oligarquía local, como fue el caso que,
como ejemplo de lo que le digo, voy a contarle enseguida, dice Don Cosme con
indisimulado orgullo”…
Pues verá usted, Don Diego de Valdelomar, alférez y regidor perpetuo de
Manzanares, había levantado unas tapias y paredes en el corral de su casa,
ocupando parte de la calle de Antonio de Morales (Manifiesto), por lo que, en
base a las normas más elementales de Ordenación urbana, se le conminó a que, en
el plazo de cuatro meses,…“las derribase y las hiciese de nuevo”,… “teniendo
que sacarlas derechas desde la esquina de un pajar viejo que poseía, hasta la
esquina de otro que había construido nuevo”…, indicando los ordenancistas a los
alcaldes de la villa que si en cuatro meses no lo hacía, lo realizase el
Concejo y se cargase el coste de la obra y dos mil maravedíes de multa al
infractor”…
“A los visitadores, pues, y a nuestro Concejo tampoco... no les tembló el
pulso para ordenar a uno de los principales cargos de la villa, que rectificase
el trazado de su casa, para ajustarla a lo que le correspondía por derecho”…”y,
Don Diego Valdelomar, quizá sin mucho agrado, asumió esa necesidad y cumplió
con ella, tal cual se le había ordenado”.
“Otro ejemplo de esto, es el referido a una de las salidas de la Plaza Mayor,
que una vez terminada la dicha Plaza, se advirtió que no estaba bien
acondicionada y era inadecuada para la importancia que debía tener”, diciéndose
en el dictamen sobre ella y su estado… “ habiéndose realizado de forma sinuosa
y encontrándose interceptada”, (se correspondía con el actual callejón del
Rey)”…. “En función de ello, para la dicha calle, se ordenó que:
“desde la calle de Alonso Pastrana clérigo (Doctor), se abriera la casa de
Diego Díaz de Alcázar, por donde más directo fuese el hilo desde la de los
herederos de Gonzalo Díaz las casas de Francisco Sánchez de Martín Sánchez y
del bachiller Quesada” hasta dar a la esquina de la casa de Diego de
Valdelomar, y por el otro lado a mano izquierda, saliera el hilo directo desde
la esquina de la casa de Alonso Caballero hasta la de Antonio de Morales
…"porque es calle muy principal y sale de la plaza y esta atajada que
no tiene salida".
Al igual que en el primer caso, un Don Diego de Manzanares… pero esta vez de
apellido Díaz, dice jocoso el señor Cosme, se comportó con la proverbial
hidalguía manzagata, permitiendo la obra, que partió su casa en dos, para poder
reformar el, hasta entonces, angostísimo callejón del Rey, en lo que más o
menos es hoy día, facilitando la salida natural de la Plaza hacia el noreste de
Manzanares”.. “Y hay que decir, por que también es de ley hacerlo, que lo que
hubo de ser tomado de la vivienda de Diego Díaz, para abrir y ampliar el
callejón del Rey, no fue un expolió sin más,… que, desde siempre, la gente de
Manzanares fue noble y seria, dice Don Cosme”… “Se indemnizó a Don Diego
Diaz,.. “a quien se pagó de los propios bienes del Concejo, y al precio dado
por personas "que lo sepan"…, “Para obtener dicho dinero, el Concejo
vendió un pedazo de la calle y plazuela, hasta la casa de los herederos de
Gonzalo Díaz y de Juan Merino,.. dejando el hilo de la calle desde la esquina
de la casa de Cristóbal Núñez a dar a la esquina de la vivienda de Diego Díaz
de Lara y la puerta de la casa de Diego de Valdelomar”...
“Estas reformas se debían acometer en el plazo de seis meses, bajo pena de
veinte mil maravedíes para obras públicas y pías, a los alcaldes y regidores de
la villa, y al dicho Diego Díaz si no lo cumplían”…"como quedo dicho, no
hubo lugar a multa alguna”...
“Por último, para concluir este relato, le comento para sus lectores un último
evento que hace referencia a lo mismo”….”En el lado opuesto de la Plaza, estaba
la calle de Pedro López (San Isidro), en la cual se apreció una interceptación
por tapias mal construidas”... “Por ello, los visitadores mandaron …
“que las tapias que estaban junto a la casa de Pedro López, el Peón, y que
atajaban (cortaban) la calle que iba a los terreros, se abriesen para hacer
casas y solares, derribando esas tapias y otras que Diego de Valdelomar tenía delante"…..
” de manera que la calle salga derecha como va principiada a los terrenos del
camino de los yesares",… “y que nadie ataje (intercepte) la calle ni se
construyan edificios en ella, bajo pena de dos mil maravedíes para obras
públicas de la villa”…
Quede pues terminado, por haber dado buena cuenta de lo que en él se ha
pretendido, el presente relato, donde Manzanares y su pueblo, una vez más,
estuvieron y fueron adelantados a su tiempo”.
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