“Acabamos de ver,
(inicia Don Cosme, sin dejar resuello alguno a la pluma de quien suscribe, este
nuevo relato), como en tiempo de los Reyes Católicos se concedió al Lugar de
Manzanares el título de Villa”…. “Ese mismo año de 1512, hace exactamente
cuatro centurias, mediante una Real Provisión, se confirmaba el mecanismo de
elección de alcaldes y demás cargos concejiles al modo tradicional”… “pareciera, pues, que también, en cuanto a sus regidores, Manzanares estaba en
la senda del progreso y en la que sus gentes querían estar”… “Sin embargo,
cuando hay “oro”, y en ese Siglo de Oro de Manzanares desde luego que lo había,
las cosas del gobierno se pueden complicar mi querido reportero,… que la codicia
y la avaricia son pasiones demasiado humanas como para ignorarse”. “Y de ello
versara este relato, de cómo el “oro” influyó en el “desdoro” de nuestros
cargos públicos y las consecuencias que eso tuvo en la evolución del Concejo de
Manzanares, y en su forma de componerlo, a lo largo del Siglo XVI, .ese Siglo
de Oro, donde, como vamos a ver, no fue oro todo lo que relució”
“Y es que, en aquellas primeras épocas de la Edad Moderna, el Reyno de España
comenzó pronto a prosperar en muchos lugares, particularmente en algunos, como
fue el caso de Manzanares”….”Y esto viene a cuento, sigue Don Cosme, pues, tal
como va dicho, en el ser humano, del oro al desdoro, hay una corta distancia
que se recorre enseguida”…
“Antaño, durante la Edad Media, cuando no había grandes riquezas, como los
regidores pertenecían a los dos estamentos sociales básicos y tenían solo un
periodo anual de gobierno, en general, prevaleció la morigeración, la justicia
y el buen sentido en el ejercicio de los cargos… y el Concejo estuvo bien
considerado entre los vecinos, algo que ya hemos conocido en relatos
anteriores”…. “Pero, este sistema, bastante democrático, comenzó a degradarse
cuando las inagotables necesidades económicas de la hacienda real, para hacer
frente a los gastos de guerras, calamidades y reconstrucción del Reyno,
determinaron en muchas villas la “venta” de oficios concejiles como método
fácil y rápido de alimentar las arcas del Estado”…”algo que se alejaba bastante
de la esencia del sistema, que solo hacia posible la regiduría por elección
directa de los vecinos”…“Los miembros de las oligarquías locales: hidalgos,
caballeros y nobles, en definitiva la población más adinerada de cada villa,
vieron la oportunidad de “comprar” concejalías, con vistas a un “buena
inversión” posterior,… pero claro, esto llevaba añadido el mal detalle, de
representar el inicio de problemas de corrupción, por la malversación de fondos
públicos subsecuente, dice Don Cosme”…. “De hecho, en muchas villas, también en
la nuestra, muchos de esos nobles y oligarcas llegaron a usufructuar de forma
privada y perpetua los oficios públicos, a cambio de cierta cantidad
establecida de dinero” …
“Incluso, en el colmo de lo insólito, sigue Don
Cosme, en caso de muerte, las regidurías se heredaban por hijos o familiares”.
“Como era de esperar, el control de la administración de la villas por parte de
esos nobles, alteró el equilibrio tradicional, vulnerando sistemáticamente
derechos de los representantes del pueblo llano”…. algo que motivó protestas
populares en muchas villas…. y, sabiendo como somos por este pueblo, ya habrá
usted adivinado que en Manzanares estuvimos a la cabeza de ellas”…
“Por las Relaciones de los Pueblos de España, ordenadas por Felipe II, sabemos
también -sigue Don Cosme- que, en 1579, tenía Manzanares once regidores
perpetuos, y que cada uno de ellos percibía de los fondos públicos una cantidad
simbólica de 200 maravedíes anuales”.
“Los “compradores” de regidurías, en realidad, no adquirían los cargos pensando
en obtener ingresos directos por el desempeño de los mismos”…. “La alta y
mediana nobleza acaparaba los oficios con el propósito de demostrar su
supremacía estamental y controlar política y económicamente los pueblos”….
“Pero como el sueldo de un regidor no era demasiado alto, apenas compensaba
para resarcirse del gasto efectuado,... los “ediles a cuenta”, no dudaron en
aprovecharse abiertamente de las abundantes rentas y bienes comunales de
algunas villas, tal como Manzanares, cometiendo todo tipo de prevaricaciones”….
“Sin temor a la justicia, que controlaban, directa o indirectamente, en la
propia villa, se permitían llevar sus ganados a los cotos, cazar libremente sin
control, manejar a libre disposición los fondos del pósito, obtener concesiones
y precios muy ventajosos para los abastecimientos y apropiarse de los terrenos
baldíos”…. “Llego un momento que, por encima de los alcaldes ordinarios, el
verdadero poder lo ejercían los “neoregidores”, dueños del dinero y de los
resortes de la administración pública”… “Por su mayor formación, poder
económico y superior conocimiento de los entresijos municipales, los regidores
perpetuos lo controlaban todo y llegaban a condicionar la justicia, eludiendo
responsabilidades propias o favoreciendo a familiares y allegados”.
“Así las cosas, y ante las protestas de los vecinos de muchas villas,
Manzanares entre ellas”, el propio rey Felipe II decidió intervenir…
explicándose así, por escrito:....
....“ante las irregularidades, abusos, turbios manejos y prevaricaciones
cometidas por alcaldes y regidores, que venían practicando en beneficio propio,
o en el de parientes y amigos, con notorio perjuicio de los menesterosos”.
“Finalmente, continua Don Cosme, el Rey aprovechó la situación creada para
centralizar y controlar el poder de las villas…. “el alto grado de autonomía
municipal que, al igual que las demás villas del Campo de Calatrava, venía
disfrutando Manzanares, quedó suprimido por Real Célula del 8 de febrero de
1566”…. “Y aquí le dejo, para que usted lo transcriba en su relato, parte del
texto histórico que refrendó esa medida”:
“Por cuanto por parte de muchas villas y lugares … se me hizo relación que
teniendo los alcaldes ordinarios de las tales villas y lugares la jurisdicción
civil y criminal en primera instancia, sin ninguna limitación, ni tener
obligación de acudir a la cabeza de los partidos, ante los gobernadores de
ellas, ni poder los gobernadores advocar así ningunas causas, sino fuese en
ciertos casos criminales, limitadamente y no en otras maneras, se seguían
notables inconvenientes porque no se administraba la Justicia como convenía, a
causa de ser de ordinario y por la mayor parte los tales alcaldes ordinarios
vecinos y naturales de los mismos pueblos, y que así por tocar los pleitos a
sus parientes y amigos se aficionaban a los litigantes, y por no ser letrados ,
además de los inconvenientes que según dicho les sucedían, seguían pleiteando y
de desasosiegos que por la mayor parte venían a cargar sobre los más pobres,
para cuyo remedio el Rey mi señor, que santa gloria haya, por una Cédula
firmada de su mano, fecha en ocho de febrero del año de quinientos y sesenta y
seis mandó que todos los partidos de todas las gobernaciones que en aquel
tiempo había en las dichas Órdenes se dividiesen y hubiesen ciertas alcaldías
mayores y que en los lugares donde residiesen los gobernadores o alcaldes
mayores no hubiese alcaldes ordinarios; sino que los dichos jueces, cada cual
en su partido, conociesen de todos los pleitos, causas y negocios civiles y
criminales de los vecinos y moradores”…
Tal disposición, que suponía la presencia en las villas de un delegado real,
investido de la máxima autoridad e independencia, daba al traste a los manejos
caciquiles, arrebatando el poder a los “regidores perpetuos”, autoconsiderados,
hasta entonces, como verdaderas autoridades naturales de las villas”… “Con
cierta renuencia popular, esta medida, en general, fue asumida por los vecinos
como un mal menor, ante la situación de nepotismo que se había instalado en los
Concejos….pero, más tarde, la necesidad de costear las incesantes guerras que
el Imperio Español libraba contra turcos y protestantes, llevó al Reyno, al
“círculo vicioso” de dar a los pueblos la opción de recuperar la jurisdicción
perdida, pero a cambio de fuertes sumas de dinero”... “Y como el dinero, en
cualquier sitio, villa, lugar o reyno –pontifica Don Cosme- es algo que siempre
han acaparado unos pocos… pues que la aristocracia local, vio de nuevo la
ocasión de “volver a las andadas”, deseosa, como estaba, de tener las manos
libres para manejar a su antojo la administración de los bienes propios y
ocupar los territorios baldíos que más pudiera” …“llegando a pagar la
elevadísima suma de 9.500 ducados para librarse del alcalde mayor”.. “No
pasaría mucho tiempo, para que reaparecieran las protestas en nuestra villa,…
que los manzagatos siempre fueron muy suyos en eso de guardar sus derechos y,
mucho más, en aquello de no apreciar gusto en que les “tomen el pelo”, dice con
sorna Don Cosme”…
“Asi las cosas, y por la presión popular de todo el vecindario, que lo demandó
sin fisuras, finalmente el 2 de octubre de 1591, el rey Felipe II firmó en San
Lorenzo del Escorial, una Real provisión, que devolvía al concejo de Manzanares
su total autonomía y el privilegio de primera instancia, lo que le devolvía su
dignidad de origen, pero le obligaba a la necesidad de imponer costosas tasas e
impuestos directos a todo su vecindario",… "que el Rey fue magnánimo
en temas de poder y legitimidad popular, pero no en temas dinerarios,... ahí no
nos perdonó ni un maravedíe, acaba con su retranca habitual el Sr Cosme”.
“Y ya va de bastante para la pretensión del relato que han de leer sus
lectores, termina Don Cosme”…”Así fue que la villa de Manzanares acabó su
andadura de su gran Siglo de Oro completamente endeudada, pero orgullosa de si
misma, aunque para poder pagar los réditos de los censos adquiridos tuviera que
“imponer sisas (tasas) a todos los mantenimientos excepto en pan cocido”…
“La aristocracia, esperaba agazapada para, conocedores de las penurias de la
hacienda real, y la incapacidad del Concejo de hacer frente a sus deudas, se
mostrase de nuevo dispuesta a pagar importantes cantidades de dinero, a cambio
de recuperar otra vez el poder local, gracia que, efectivamente, consiguieron
de nuevo de la autoridad real”…. “Pero eso, que le sonará a usted, a mi, y a
sus lectores, como una historia reconocible a lo largo de la historia humana,
manzagata o forastera, ya será cosa de otros tiempos venideros y de otros
relatos”.
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