¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

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HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

sábado, 23 de diciembre de 2017

138). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: EL “DORADO” DEL RETABLO.

“Acabamos de conocer -inicia D. Cosme este nuevo relato- como, en 1595, el Retablo de la Catedral de Manzanares estaba terminado “en blanco”….Es decir, su estructura y configuración de madera noble de la Mancha, no precisaba de más retoques que el detalle de su “dorado”… “Pero, amigo, el “dorado” no era un simple e insignificante detalle final…era algo imprescindible en un retablo que se preciase de ello…algo que le otorgaba el “toque de distinción” definitivo”… 

“Y es que -continua enfático D. Cosme- en el caso de nuestra Catedral, la policromía de maderas y esculpidos del retablo y su “dorado”,.. que no es otra cosa que un revestimiento de láminas de pan de oro, confieren al conjunto absidiano, cuando este queda expuesto a la tililante y vacilante luz de las velas, una “visión refulgente”... que parece remedar un “ascua”,…en un ilusionismo lumínico que asciende a la cúpula de la Capilla, contrastando con ese otro “camino de luz horizontal”… blanquecino y brillante…tan característico de nuestro Templo….que, desde los pies del crucero, llega hasta el fondo del tabernáculo”. 
“Y así las cosas, querido amigo, habiendo considerado ya el significado e importancia del “dorado” de nuestro retablo, y las no menores dificultades económicas en que se vio inmerso su previo proceso de encofrado, no ha de resultarle extraño, que fuera precisa una nueva reunión, a fin de establecer las condiciones contractuales y de financiación, para esta segunda fase de su construcción”…“De modo y manera, que en la lejana fecha del 10 de febrero de 1600, resueltos los problemas advertidos y juzgados en la anterior fase constructiva, vuelven a reunirse…. de una parte, el Concejo, representado por los alcaldes ordinarios de Manzanares: Bartolomé de Herrera y Juan Gómez de Rabadán, acompañados por los regidores. Gaspar Valdelomar, Juan López Trompo y Andres Morales..y por la Iglesia: el párroco y su mayordomo..Por la otra parte, comparecieron los hermanos Juan y Pedro Ruiz de Elvira…que habiendo sido artífices del “retablo en blanco”…lo iban a ser también del “retablo en dorado”… “Y el objetivo de la reunión, como va de dicho, fue cumplimentar un nuevo contrato, por el que los hermanos Ruiz de Elvira se comprometían a dorar y estofar las pinturas y esculturas de “bulto redondo” y medio relieve,….así como el dorado de los bancos, columnas y pradela”…“Allí, y ese día, se firmó un contrato de condiciones y costes previsibles de los trabajos… acordándose, por los presentes, pedir consejo y opinión al prestigioso pintor de cámara del Rey, Juan Pantoja de la Cruz, para intentar evitar los problemas que sucedieron durante el entallado”… “Don Juan Pantoja de la Cruz, analizó el proyecto de los hermanos Ruiz de Elvira...y elaboró un informe, estimando sus condiciones como:… “muy buenas y muy conformes a buena maestría y arte y provecho del retablo y utilidad de la yglesia”….propusó, además, algunas acciones de mejora… y sugería, por último, que no se abusase del estofado…”donde no es menester”….



Las obras no comenzaron hasta que no se recibió el informe de recomendaciones establecidas por Pantoja de la Cruz... y hasta que se recaudaron los fondos necesarios para iniciarlas… Y, a estos últimos fines, es bueno recordar, mi buen amigo, que nuestro Concejo tuvo aquella ingeniosa idea de la famosa fiesta de la “zuiza”,… en la que se utilizó a la población morisca local y de la vecina Membrilla”… “Junto al éxito recaudatorio de la fiesta (800 reales), la cosa terminó en escándalo, juicio y condena a nuestros alcaldes,.. por haber permitido a los moriscos portar armas durante la fiesta y sus ensayos, algo que estaba prohibido por las leyes vigentes”… “Por su lado, la Iglesia, la más interesada en que el Retablo fuese una realidad, proclamó desde sus púlpitos que:…“todas las limosnas y primicias que se reciban para otro efecto, se han de convertir para pagar el retablo y tablero, mientras que lo que se sacase del pleyto del marques de Priego esto quede para la pintura del retablo y otras obras”….
Así las cosas –sigue D. Cosme-… sin mucha seguridad financiera y, como va de dicho, a primeros del año 1601, los hermanos Ruiz de Elvira comenzaron el “dorado” del retablo de la Catedral de Manzanares de la Mancha….y, para tan magna obra, tuvieron que desmontar parte de lo ya ensamblado,.. retiraron del conjunto la custodia y varias de las figuras de bulto (apóstoles, santos, etc) para trabajar más rápido y cómodamente…
…“y lo demás se a de hacer tal y como está asentado”….


En las primeras disposiciones de pagos -continua comentando D. Cosme- se debía entregar a los entalladores, al comienzo del trabajo, la cantidad de 300 ducados para oro y colores…una cantidad igual cuando pasasen seis meses…y otros 400 ducados en el mes de septiembre de 1601… Para el año 1602, se estipuló un pago total de 1700 ducados, repartidos en dos entregas… “de medio en medio año”…y la cantidad restante se haría efectiva al terminar la obra, para lo que:…“se nombraran dos tasadores que sean pintores, uno por cada parte, y si hubiera desacuerdo se nombrará un tercero, a cuenta del Concejo”…. “Se añadía que los cuatro tableros que contenía el retablo:… “an de ser de pintura al olio que es lo que en esta obra mas se estima”… concertando nuestras autoridades su trabajo con el prestigioso pintor italiano, Bartolome Carducho, …especificándose, en la letra del contrato, que se encargaría de asentarlos en el retablo Juan Ruiz de Elvira… “pagándole por su yndustria lo que justo fuere”…



La necesaria minuciosidad de los trabajos…y nuevos problemas financieros, retrasaron el final de la “doración” hasta el 13 de Julio de 1608, fecha en que, Juan Ruiz de Elvira, anuncia a Iglesia y Concejo que… “la obra esta acabada y es necesario tasarla”…


Y fue entonces –dice D. Cosme- cuando, Diego de Salcedo, a la dicha fecha de Julio de 1608, se desplazó a Toledo, y estableció contacto con… “Dominico Greco e Juan Bautista Monegro”…quienes le recomendaron como tasadores a Pedro López o Pedro Sánchez Delgado, siendo elegido este último por nuestro alcalde…Curiosamente, y a pesar de tan excelsa recomendación, lo que Sánchez Delgado tasó, no fue del agrado del Concejo… posiblemente, por que valoró, en su justa medida, la gran obra realizada por los hermanos Ruiz de Elvira…Lo cierto fue, sigue D. Cosme, que el Concejo ordenó de inmediato a Anton Ruiz Palero, la búsqueda de un nuevo tasador… eligiéndose, finalmente, al vecino de la villa de Siruela, Fernando de Nuçibar,…
Por parte de los Ruiz de Elvira, los hermanos Pedro y Cristobal (este último había sustituido a su hermano Juan, a quien había visitado la parca), nombraron tasador a Pedro de Mora, pintor y dorador de Villanueva de los Infantes, al que conocían por que el taller de los Ruiz de Elvira llevó a cabo muchos trabajos en la dicha villa… Pedro de Mora, tasó los trabajos de dorado y estofado en 12.216 ducados, sin contar en ello, el dorado de las imágenes de San Pedro, San Pablo y San Juan Bautista, así como tampoco los cuatro cuadros encargados a Carducho, ciñéndose estrictamente a las condiciones iniciales, que no contemplaban estos trabajos concretos”…. 
Nuçibar, denunció deficiencias en la obra…por ej:… “no haber hecho dos historias pintadas dentro del sagrario, ni dorado su suelo”… y que:… “faltaban los dorados de algunas otras piezas del retablo y de los resaltes de la parte superior de la cornisa”…
Como algunos vecinos de la villa –continua Don Cosme- habian manifestado su deseo de pagar el dorado de ciertas figuras del retablo, se tasaron aparte para establecer lo que cada uno de esos paisanos habría de abonar…que se restaría de lo que, finalmente, abonarían Concejo e Iglesia… Por ej, Ana Rodriguez, viuda del Ldo. Martínez, pagó el dorado de la imagen de la virgen y su tabernáculo, por un coste total de 4.600 reales…y, Mateo García, donó los 600 reales, en que se tasó el dorado de la imagen de San Mateo.


“Durante este proceso de tasación -sigue D. Cosme- hubo grandes desacuerdos entre De Mora y Nuçibar, viéndose venir un conflicto mayor…que, llegó, cuando unos supuestos insultos de Pedro de Mora a Fernando de Nuçibar, terminaron con la detención del primero, aunque ello no sirvió para que Pedro de Mora, variase un ápice sus posiciones y su tasado…provocando que hubieran de nombrarse nuevos tasadores, en las personas del granadino Blas de Ledesma..y del madrileño Alonso Páez… El 7 de Mayo de 1609, tiene lugar el nuevo tasado, indicándose que la cantidad a pagar a los Ruiz de Elvira es de 12.897 ducados,.. superior, incluso, a la que previamente estimó de Mora,.. lo que no dejo nada contentos a Concejo e Iglesia, augurando nuevos conflictos”… 


“Lo cierto fue–sigue Don Cosme-…. que, esta última tasación, se pormenorizó hasta el último detalle… “Se especificaba, por ej, que el número total de panes de oro utilizados, ascendía a la exacta cifra de 85.537, con un valor total de 60.524 reales… a los que había que añadir, otros 3.903 reales por el estofado del Sagrario…y otros 14.787 reales, atribuidos al estofado y grabado del banco… Junto a esto, se concretaba una cifra de 20.639 ducados para el resto de trabajos de estofado del retablo…El sumatorio final, ascendía a 99.853 reales, o su equivalente de 10.250 ducados…El resto del valor tasado, hasta llegar a los 12.987 ducados, correspondía a reparaciones posteriores necesarias, así como lo que se estimó suponían los trabajos de ensamblaje de los cuatro lienzos de Carducho, el asiento del retablo y los costes de trabajos de última hora”.


“Con todo eso sumado, el coste total de dorado y estofado del retablo, ascendía en total a “tres cu
entos (millones) novecientos treinta y cinco mil ochocientos seis maravedíes”, de los que se había pagado, en partidas y libranzas (antes de acabar los trabajos) “un cuento ochocientos veinte mil ciento catorce maravedíes”…quedando por abonar el resto, cifra que Iglesia y Concejo no estuvieron muy dispuestos a cumplimentar, motivando un proceso que duraría hasta 1613, en el caso del retablo…pero que se prolongaría unos años más, para las cuestiones de la nueva torre de la Parroquial”…. 

“Pero esta cuestión será motivo de ulteriores relatos.. cierre ud. su pluma en lo referente a este, que fue bastante para mostrar el complejo proceso de “dorar” ese magnífico retablo.. dejando abierto el siguiente escrito que versará acerca de cómo describieron, aquellos que tuvieron la suerte de contemplarla recién terminada,… Esa extraordinaria obra barroca…el Retablo Mayor de la Catedral de Manzanares de La Mancha”…


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