¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

HERMANADAS.

M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

domingo, 15 de noviembre de 2020

278). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: UNA PRIMAVERA DE RUINA Y DESTRUCCION A LA VISTA.

 Mi querido plumilla, el título que quiero darle a esta crónica, me dice D. Cosme, creo que refleja bastante bien la primavera que se “veía” en este pueblo de Manzanares en el año 1810. Ya sabemos de los buenos oficios del Pastor y párroco de la villa, Frey D. Pedro Alvarez de Sotomayor, para mantener la indemnidad vital de la gente de Manzanares,.. pero no sucedió lo mismo con las propiedades, viviendas y enseres de buena parte del vecindario.. 

 

Y, continúa D. Cosme… en ese tiempo de dominio absoluto francés de la villa y de La Mancha. en que los galos solamente se veían hostigados por la actuación creciente de las guerrillas, hay pocas referencias escritas, acerca de lo que sucedía en Manzanares al respecto de sus patrimonios… pero algunas cosas si quedaron plasmadas en los Archivos de la Provincia. En estas citas, se hace referencia a los destrozos causados, un año antes, por la división polaca: “los enemigos batieron la población… causaron los mayores destrozos, pasto de su ferocidad y barbarie... infinitas ruinas y estragos en los edificios de esta villa, el enemigo ha llevado en pos de si la desolación y el exterminio”. 

No muy distintas de algunas referencias contenidas en escritos extranjeros de aquel año,… como los del general ingles Blayney, hecho prisionero en Málaga por Sebastiani y que, en su traslado al norte, escribió muchas notas de lo observado al paso, diciendo sobre La Mancha y Manzanares lo siguiente: “Toda esta hermosa región no es más que un desierto… lugarejos reducidos a cenizas que habían visto huir o degollar a sus habitantes y solo presentan el aspecto de una guerra exterminadora. Como en toda la Mancha, las casas de Manzanares son pesadas y sombrías, edificadas de adobe y ladrillo oscuro por faltar piedra sillar. Antes de llegar a Manzanares encontramos algunos pueblos completamente destruidos…Al aproximarnos a este pueblo varios oficiales polacos y algunos habitantes salieron a nuestro encuentro...

La traducción visual de todo ello, prosigue D. Cosme, resultaba, por tanto, desoladora a los ojos del vecindario y de todo el que pasaba por Manzanares en aquella primavera de 1810. Aunque Manzanares fuese por entonces capital de La Mancha, eso no motivó a los galos que nos ocupaban, y nos habían conferido tal “honor y condición”, a reconstruir la ruina en que habían convertido a nuestro pueblo sus propias tropas.. Por ej, al final de la calle Toledo, en su esquina con la callejuela de los Serranos, en el contorno norte de la villa. la que había sido magnífica posada de Treviño, y el molino de aceite contiguo, mostraban un completo estado de ruina, tras haber sido derruidos por las ordas polacas del ignominioso príncipe Sokouski… y se escribió, de todo esto, así, en los archivos provinciales… “en términos que quedaron reducidos a solares con algunas paredes próximas a arruinarse, cuio estado causa una deformidad muy grande mui notable en la población, el molino lo hecharon por el suelo”

Por otras zonas de la villa, sigue D. Cosme, se advertían iguales o parecidos destrozos, que conferían al entorno un aspecto triste de destrucción y derrumbe, como el que presentaba la calle de la Cárcel en varias de sus posadas…que, según quedó escrito:…“fueron destruidas y arrasadas”…La calle Empedrada, ya por entonces artería comercial y administrativa de Manzanares... también ofrecía a la vista destrozos en las fachadas de muchos de sus establecimientos, denotando saqueo y esquilmamiento de sus interiores. Bastante más desoladora, continua D. Cosme, resultaba la imagen del Paseo del Rio con muchas de sus casas semidestruidas y arrasadas… El aspecto ruinoso de todas las fachadas de las casas de aquel Paseo del Rio, “arruinaba”, a su vez, el ánimo de quien lo contemplaba. La arboleda contigua, que se extendía a lo largo de la “madre nueva” del rio Azuer, fue talada en gran parte, afeando el pintoresco y agradable entorno que, hasta ese momento, ofrecía el conjunto del Paseo,… mal aspecto que se extendía a toda la alameda que daba inició a la ruta fluvial de los molinos, cuyos edificios, utensilios y enseres también sufrieron muchos daños, que quedaban a la vista de quien por allí transitaba…

Y, lo peor de todo, sigue D. Cosme, se advertía en el otro extremo del Paseo del Rio, a su final, y en su confluencia con la entrada al pueblo del Camino Real de Andalucía… Allí, sobre el terreno, solo se apreciaban, en un montón de escombros, los restos de la Ermita de San Isidro, preciosa y magnífica en su género y muy devocionada y frecuentada por el campesinado de Manzanares. Nadie puede imaginar bien hoy, continua D. Cosme, la infinita tristeza que embargaba a nuestros paisanos de hace un siglo, cuando contemplaban las ruinas de la que fue una de sus ermitas más icónicas y frecuentadas, erigida en esa entrada sur del pueblo en 1613, casi dos siglos antes de su destrucción. La desgarradora imagen de los escombros de la Ermita se consolidaba, a peor, con el destrozado y asolado aspecto del antes coqueto Parterre de San Isidro que la rodeaba, también pasto del fuego y la barbarie destructiva de los polacos…Un poco más allá, en el área de la Plaza del Castillo, esos mismos destructores de la división polaca, en este caso, por orden de su superioridad militar, habían derruido también el antiquísimo hospital de Altagracia, construido al final del Siglo XV, la ermita del Santo Sepulcro, ubicada en el centro de la Plazuela, y el enorme Convento de los Carmelitas, situado enfrente de la fortaleza, al inicio de la Calle del Carmen … reutilizando parte de sus materiales, como ya sabemos, para parapetar y fortalecer el castillo. 

Boceto de la Ermita de San Isidro.

En Febrero de 1810, Darmagnac, como Gobernador de la villa, dio la órden de demoler completamente las ruinas del hospital de Altagracia,… “tan absolutamente que el que no lo sepa no puede conocer donde estuvo”…tal como quedó transcrito en los “archivos históricos de la Provincia”….Otro edificio emblemático de Manzanares, el Convento de Franciscas, continua D. Cosme, también cambio su faz en 1809… sufrió menos que otros inmuebles, pero al ser reconvertido en hospital militar, según escritos de la época “quedó enteramente estropeado y cuasi ruinoso…y la comunidad reducida a un estado de pobreza que le hera imposible rehabilitarlo”…

 
La Catedral de Manzanares, durante el periodo de ocupación gala, sin embargo, sufrió muy pocos daños, si se compara con los que padecieron otras parroquiales de villas cercanas… Sin duda, la influencia ante las autoridades francesas de Frey Sotomayor, y su intervención al respecto de la indemnidad de nuestra Parroquial, explican los escasos cambios que la guerra condicionó en ella…Era bien conocida la voracidad del nuevo Gobernador Darmagnac hacía los patrimonios religiosos, que había motivado el esquilmamiento de muchas Iglesias de la zona, bastantes de cuyas obras e imágenes se enviaban, por urden suya. a un museo de Madrid.. En el caso de Manzanares, Sotomayor preservó, hábilmente, la riqueza artística de nuestra Catedral… las imágenes de su Altar Mayor y de sus capillas laterales, se mantuvieron incólumes, solo se le quitaron las gruesas planchas de plomo que cubrían y protegían las vigas de madera se su estructura contra la lluvia y la intemperie, para utilizar su gran cantidad de plomo en la fabricación de balas… Sotomayor, eso sí, para conseguir atemperar al gobernador Darmagnac, debió emplear toda su gran sutileza argumental, para que no tocase nada de nuestro Patrimonio, seguramente aludió para ello, más de una vez, al compromiso existente con su antecesor en el cargo, General Sebastiani, para atemorizar al gobernador con la idea que podía contradecirlo... y aludiendo, zalameramente, al propio interés artístico de Darmagnac… quizá le comentase que, si enviaba a Madrid parte de nuestro Patrimonio, no podría disfrutarlo personalmente, cuando se le antojase. Una doble e inteligente manera de doblegar la voluntad de Darmagnac (por temor… y por conveniencia personal) muy al estilo de nuestro insigne y gran Pastor…

Ntro. Padre Jesús del Perdón.

Lo cierto fue, que nuestro rico patrimonio eclesial, excepto lo ya mencionado de las ermitas de San Isidro y del Santo Sepulcro, no sufrió excesivos daños, ni hubo robos o esquilmamientos por parte de la soldadesca francesa. Los archivos parroquiales, las joyas artísticas de la Catedral, y las de las otras ermitas del pueblo, se mantuvieron tal cual estaban, antes de la llegada y ocupación de Manzanares por los galos. Lo único que utilizaron los ocupantes en la parroquial, fue su Torre, usada como atalaya y observatorio militar privilegiado de la gran llanura manchega,.. que instalaron en el campanario de la torre, donde siempre tenían algún militar de guardia.. 

Y fuera del pueblo, sigue D. Cosme, en lo que fue el territorio de la encomienda de Manzanares, también se advertían, en aquella triste primavera de 1810, los efectos devastadores del paso de los galos por nuestra tierra. El abandono de muchas de las feraces quintas de la ribera del Azuer manzagato era evidente, y el del resto de las ricas tierras de nuestra encomienda también era palmario y bien visible… Algunos de esos campos, antes abundantes en sus producciones, llevaban casi dos años sin ser pisados por un ser humano. Muchos caseríos y casas de quintería quedaban, a la vista, semiderruidos… unas veces por el efecto de las rapiñas y los robos que, en ellos, habían perpetrados los galos... y, otras veces, por los orificios de bala o los daños observados en sus paredes, que denotaban enfrentamientos previos entre tropas francesas y guerrilleros manchegos allí guarecidos. A ese tiempo, las cabezas de ganado y el número de mulas y otros équidos del pueblo, habían disminuido de manera considerable, detraídos a sus dueños como parte de los botines afanados por los franceses.

Y, en fín, mi querido reportero, podríamos continuar con el recuento de los inventarios en negativo, para los intereses manzanareños, de otras muchas cosas de menor enjundia, en aquella triste primavera de 1810… pero sería prolijo y muy largo de enumerar, sin que cambiase nada sustancial de lo que he pretendido refleje este relato. Por eso, creo apropiado que cierre tintero y pluma, y concluya esta crónica de ruinas y destrucciones en la insigne y, por entonces, castigada y dolorida villa de Manzanares de La Mancha.

 

 

 

sábado, 14 de noviembre de 2020

277). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: GUERRA DE GUERRILLAS MANCHEGAS.

 

Tras el desastre de Ocaña, comienza D. Cosme a narrar esta crónica, y a finales de 1809, los residuos del derrotado ejército español de La Mancha iniciaron su reorganización en Sierra Morena, antes que esta fuese atravesada por las tropas galas. 

 

El 20 de diciembre de 1809, la Junta Superior de La Mancha, ante el avance francés, había establecido su sede en La Carolina… y teniendo en cuenta la situación, y que había finalizado el plazo marcado para su cargo del entonces Intendente y Presidente de aquella Junta, D. Juan de Modenés, se decidió, a instancias de la Junta Central de Sevilla, designar como nuevo intendente de la Junta manchega al funcionario de hacienda, Juan Bautista Erro Azpiroz, de origen guipuzcoano, pero buen conocedor de La Mancha, por desarrollar su trabajo profesional en nuestra provincia. De hecho, al tiempo de su nombramiento, era miembro de la propia Junta Superior de La Mancha… y, por ese motivo, sabía, a través del citado Juan de Modenés, de todo el entramado militar del ejército manchego y de la evolución que había tenido durante la guerra… 

Cuando Juan de Modenés, en el traslado de poderes, le informó de todo esto, también le habló de la decisiva importancia de Manzanares, en los primeros tiempos de esa guerra y en los previos de la Batalla de Bailen…y, seguramente, le comentaría, que los enlaces que siempre mantuvo con el fenecido alcalde mayor de Manzanares, Juan Josef Miret, se habían mantenido en esta segunda etapa de la guerra, con la Junta Local de la villa, controlada, en sus aspectos más relevantes por Frey D. Pedro Alvarez de Sotomayor… Es previsible que esto fuese así, continua D. Cosme, porque ya se apreciaba entonces que Francia estaba eligiendo a Manzanares como centro operativo de sus ejércitos y de su administración en La Mancha… y que, por consiguiente, resultaba de particular interés establecer algún puente de contacto que pudiera informar de las actividades galas en nuestra villa, pues eso, con seguridad, sería muy útil al interés del Reino legítimo de España. 

No sabemos como se concretó todo ese entramado informativo en Manzanares, y quien pudo ser el/los interlocutor/es o, digamos, “espía/s” o “confidente/s”, español/es en la villa, pero no se le escapará a usted que el nombre de Frey Sotomayor apareció en esas conversaciones, entre Erro y Modenés, como el elemento español más importante y más útil de Manzanares para los intereses del Reino de España. Toda su trayectoria previa lo avalaba así, y uno de los personajes que mejor conocía todo lo que había hecho Sotomayor en Manzanares en lo que se llevaba de guerra, era, precisamente, Juan de Modenés. Todo esto se lo comento, sigue D. Cosme, para que valoré ud. que, quizá, muchas de las actitudes de acercamiento de D. Pedro a los franceses, aparte de la clara intencionalidad protectora de su feligresía, que ya conocemos, pudieron estar matizadas con esa segunda intencionalidad de obtener información sensible que, a través de sus enlaces en la Orden Calatrava y ciertas personalidades patrióticas de villas cercanas, a las que D. Pedro tenía acceso, pudieran llegar a Erro como máximo responsable de la Junta Superior de La Mancha… y, remacha D. Cosme… en relación a esto último, a esa posible labor informativa por parte de Sotomayor, si hubiese que apostar algo, yo le recomendaría que lo hiciese a favor de esa posibilidad, sobre todo si se tienen en cuenta algunos aconteceres concretos que luego le comentaré en el trascurso de esta crónica.

Castillo de Consuegra

cho todo lo anterior, sigue D. Cosme, y para dar sentido al título del relato, le diré, querido plumilla, que nada más ser nombrado Presidente de la Junta Superior de La Mancha, el Sr. Erro se trasladó a la Isla de León, en la bahía de Cádiz, donde estaba constituida la Regencia del Reino, para proponerles una metodología de guerra en forma de “guerra de guerrillas”; algo a lo que nunca se había enfrentado el ejército imperial napoleónico.. y que, en las circunstancias de manifiesta inferioridad armamentística y de efectivos humanos en que se hallaba España con respecto a Francia, prosigue D. Cosme, le parecía a Erro la mejor estrategia para combatir a los intrusos galos en La Mancha. El conocimiento del terreno por parte de los guerrilleros manchegos, muchos de ellos ya con experiencia en esta forma de combatir, durante la primera fase de la guerra, erán un motivo más para avalar este planteamiento militar. La Junta Regente se mostró de acuerdo con esos planteamientos, y, además, puso a disposición de Erro un contingente de 1.500 soldados del ejército de Extremadura y un escuadrón de caballería, comandado por un personaje singular, el Coronel D. José Martínez de San Martín, médico de profesión, que fue nombrado en ese acto “General de La Mancha” “con el fin de fomentar la insurrección en aquella provincia, recoger dispersos y nuevos alistados, a las órdenes de la Junta”…. 

 Esta nueva Junta manchega, se instaló en Alcaraz, que no estaba ocupada, para mostrar al paisanaje de la provincia que existía, y que estaba dispuesta a tomar iniciativas contra el enemigo… Y esas iniciativas, sigue D. Cosme, se empezaron a tomar desde finales del mes de Enero en diversos puntos de La Mancha. Los apodos de “Chaleco” o “Camuñas”, empezaron a ser reconocidos en villas y aldeas, identificando a líderes guerrilleros de nuestra región, que actuaban en las áreas de Valdepeñas y Consuegra, respectivamente. Estas partidas de guerrilleros se ubicaban en zonas aisladas del tránsito francés, aprovechando cuevas, caseríos abandonados o en las serranías de la región, donde podían camuflarse y esconder armamento y caballería …. Desde allí, organizaban emboscadas sorpresas a contingentes del ejército francés que se dirigían hacia Andalucía o Madrid, por el Camino Real de Andalucía, con el fin de interferir correos y pertrecharse de armas. A partir del mes de febrero de 1810, y durante toda la primavera, continua D. Cosme, estos ataques fueron en aumento y consiguieron provocar los primeros “quebraderos de cabeza” al ejército francés, algo que algunos jefes plasmaron en sus partes militares. Asi, por ej, el mariscal Victor, el día 4 de Abril, desde Chiclana, se quejaba que… “su correspondencia y correos habían sido cogidos por las bandas que continuamente infestan nuestras comunicaciones” …y diferencia, luego, los dos tipos de guerra planteados sobre el terreno, identificando esta nueva manera de actuar por el enemigo, las guerrillas, inédita hasta entonces para los galos… lo refiere, así: “los insurgentes que se muestran por toda la superficie del reino, se oponen al gobierno, tratan de irritar los espíritus, mantienen la revuelta, roban y asesinan a correos y viajeros y hacen en fin todo el mal que seres de esta especie pueden imaginar; de estos dos géneros de guerra, solamente la última puede retardar la pacificación”…Ya ve ud., sigue D. Cosme, como el mariscal Victor, un militar con mucho instinto, empieza a estar más preocupado con esta forma inédita de guerrear que con la forma convencional; lo que estaba por llegar, le llenaría de razones. Por su parte, unos días después, el mariscal Soult, desde Sevilla, avala en sus escritos lo comentado por Victor de esta manera: “Las partidas enemigas han caído sobre La Mancha y fatigan mucho a las tropas que allí se encuentran”

2 de Mayo, Joaquín Sorolla.

En Manzanares, ocupado establemente por casi más franceses, “armados hasta los dientes”, que el número de aldeanos… y, en sus aledaños, todos muy llanos, como es lógico, esta actividad guerrillera era inexistente, pero existen indicios, continua D. Cosme, que algunos paisanos, expertos en interceptar correos en la primera etapa de la guerra, participaron activamente en las guerrillas, quizá portando información directa de Manzanares, a través de la “red de patriotas locales” que, de alguna manera, como hemos apuntado ya antes, en esta crónica, recibían información clandestina desde nuestra Junta Local de Gobierno, a veces muy suculenta, por la cercanía estratégica de Frey Sotomayor con la dirigencia francesa asentada en la villa.

 En este sentido resulta muy significativo el episodio que se vivió el día 27 de Febrero de 1810 en la Venta de Consolación, cerca de Valdepeñas, y a dos leguas de Manzanares, cuando una partida guerrillera, al mando del mítico Francisco Abad, “chaleco”, asaltó a un correo, que iba custodiado por cinco soldados. Dieron muerte a estos, y se incautaron de un material especialmente sensible para los franceses. La manera de actuar, lo concreto y sensible de lo incautado, la decisión de enviar ese correo, casi inmediata a ser escrito, y la cercanía a Manzanares de la acción, hicieron sospechar a los galos que la información llegó hasta Abad “Chaleco”, casi al momento, y desde Manzanares, enviada por algún “confidente” desconocido, pero, desde luego, bastante próximo al estamento dirigente francés… y que, quizá, participase en la acción algún paisano nuestro avezado en esas lides…probablemente estaban en lo cierto, pero nunca descubrieron la identidad del espía, concluye, enigmático y sugerente, D. Cosme, con este relato, que, tal como me indica, ha cumplido su cometido de dar a conocer a sus lectores el reinicio de la actividad patriótica en La Mancha en forma de “guerra de guerrillas”

Entre tanto, en Manzanares, más o menos “alejado” de estas cuitas periféricas a la villa de las guerrillas manchegas, nuestro Pastor, Frey Sotomayor, seguía, todos los días, afanado en hacer amistad con la aristocracia gala de la nunca bien ponderada villa de Manzanares de La Mancha…

 

276). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912. EN TIEMPOS DE OCUPACION... BRILLANDO SOTOMAYOR

 

La Mancha, totalmente tomada y repleta de tropas francesas, en aquel mes de Enero de 1810, se encontraba frente a un futuro sombrío y difícil, donde la esperanza de sus gentes se limitaba a la simple supervivencia personal, comienza un cariacontecido D. Cosme su crónica,…y, continua…

 

En Manzanares, elegido por Francia como punto neurálgico de tránsito y de operaciones, (por su posición estratégica, y por ser el lugar, del Camino Real de Andalucía más próximo a Despeñaperros con un Castillo…que podría utilizarse para alojamiento de mandos y tropas...) la abrumadora presencia de soldados galos que se asentaban o transitaban por el pueblo, hacía mucho más evidente esa sensación opresiva que todos los pueblos de la Mancha habían empezado a notar. Un punto de angustia adicional para nuestra gente –sigue D. Cosme- se añadió cuando supieron que el intruso Rey opresor, Jose I, a instancias de su hermano, el Emperador Napoleón Bonaparte, nos había elegido como capitalidad de la región manchega. Los actos oficiales de toma de posesión del nuevo Gobernador Darmagnac en el Castillo de Manzanares, certificaron el hecho, y nuestro destino para el siguiente tiempo, al final de aquel triste Enero de 1810... 

Nunca, sigue D. Cosme, un reconocimiento de capitalidad de una región, como el que recibía Manzanares de parte de las nuevas autoridades galas, fue recibido con tanta desazón, desasosiego y temor. Lo que, en otras circunstancias, habría sido motivo de alegría y oportunidad para las gentes de la villa, en estas que se vivían, todos los aldeanos comunes, y todas la autoridades y gente más relevante de Manzanares, lo vieron como un motivo de grave preocupación y de nuevos y futuros duelos y quebrantos, concluye D. Cosme su razonamiento sobre el nombramiento a Manzanares como Capital de La Mancha….Y a fe que tuvieron motivos sobrados para esa presunción negativa, continua,…el tiempo que estaba por llegar durante todo el año 1810, les daría a los manzanareños todo tipo de razones y sucesos que atestiguaron, verazmente, esos negros presagios…

Baste decir, como ej, prosigue D. Cosme, que Manzanares seria conocido muy pronto, como “el matadero de La Mancha”, puesto que aquí tuvo su sede el tribunal francés de lo criminal de la Provincia de La Mancha; nuestra fortaleza fue cárcel para muchos de esos patriotas juzgados por ese tribunal; y los patios del Castillo y nuestra Plaza Mayor, puntos de ajusticiamiento público para casi todos ellos....pues la vesanía y maldad de aquellos herederos de la revolución francesa, mostró todo lo contrario de lo proclamado en sus lemas de libertad, igualdad y fraternidad, matando, indiscriminadamente y con enjuiciamientos de pantomima, a todo aquel que consideraban desafecto a su tiranía. En esos dos centros históricos del pueblo, se escenificaron más de cincuenta ajusticiamientos de patriotas manchegos remata, con indignación sofocada, D. Cosme, esta parte del relato.

Pero todo ese trágico devenir, estaba por llegar todavía al inicio de Febrero de 1810. En ese momento, en nuestra villa, sigue D. Cosme, como sabemos por la anterior crónica, Frey D. Pedro Alvarez de Sotomayor ya desarrollaba una actividad febril encaminada a lograr la confianza de los diferentes jerarcas galos que iban asentándose en Manzanares, incluido el nuevo gobernados Darmagnac…

 En su "modus operandi" particular, sigue D. Cosme, vale la pena extenderse siempre un poco, para percibir, y alabar, la magnitud de las habilidades sociales y la extraordinaria inteligencia de D. Pedro, puestas siempre al servicio de su feligresia...que, para él, no se olvide usted de ello, querido plumilla, era toda la gente de Manzanares, creyentes, o no creyentes, porque, como solía repetir en sus homilías:"los consideraba a todos ellos hijos de Dios y de sus beneplacitos". Y es por eso que, D. Pedro, se encargaba de tomar la iniciativa en su estrategia, y acudía a conocer, personalmente, a las autoridades militares y civiles francesas que iban llegando a la villa, bastantes de ellos españoles afrancesados... y aunque la avenida de esos dirigentes al pueblo era incesante, se las ingeniaba muy bien para estar cerca de todos ellos, incluso los alojaba en la sede de su curato en la calle de las Trompas, o pactaba con familias de Manzanares, la acogida de otros en sus casas, para saber, en cada momento, donde estaba cada uno de ellos, para tenerlos controlados en sus 

movimientos.

General Leger Belair.


Como máxima autoridad eclesial de Manzanares, por su relevancia en el ámbito civil y, seguramente, por las referencias positivas hacia su persona, que los generales Sebastiani y Liger Belair habrían hecho a muchas de esas autoridades galas, nadie de estos se extrañó del protagonismo que tomaba Sotomayor con ellos... al contrario, se mostraban encantados de ser tan bien tratados por la máxima autoridad local...  Los más de ellos, aun sabiendo por Sebastiani y Liger Belair cual había sido el compromiso y actitud de Sotomayor en tiempos precedentes, algo que, además, les recordaba el propio Sotomayor, cada vez que se encontraba con ellos, se inclinaron, a pensar que, aunque eso siguiera siendo cierto, ante la nueva situación de la guerra, que auguraba un triunfo definitivo de Francia, probablemente nuestro párroco asumía ese estado de cosas, y ya no solo buscaba eso, si no que, sobre todo, prentendía conseguir su propia seguridad y, quizá, alguna prebenda personal...y, por eso, mostraba tan sorprendente cordialidad en la acogida y el trato.. La perspicacia de D. Pedro, enseguida advirtió esa presunción hacia él de las nuevas autoridades de ocupación...y, una vez más, la utilizó a su favor, dando pábulo ante ellos de un supuesto interés por la cultura de lo francés y de cierto "afrancesamiento" personal... Ambas cosas eran "fingidas", pero, indudablemente, fueron útiles para su objetivo final.... D. Pedro, "siguió el hilo" que observaba e, incluso, empezó a mostrar curiosidad por las teorías masónicas de muchos de ellos, y les buscó un lugar donde poder reunirse, primero en la mansión de la familia Quesada, (la Casa del Mayorazgo), y, posteriormente, en el Palacete de los Merino de la calle del Carmen, donde tuvo su sede la primera logia masónica de Ciudad Real... 

D. Pedro, acudía con frecuencia por allí, lo que le sirvió para enterarse de muchas cosas y de pretensiones interesantes de los galos, que ignorantes de todo "lo que se traía entre manos" Sotomayor, y cada vez más confiados con él, le contaban cosas que D. Pedro fue "filtrando" -según convenía- bien utilizando su cargo en la Orden Calatrava, o bien a través de sus múltiples contactos personales de confianza, a las autoridades españolas residuales del momento... Lejos estaban los galos de imaginar todo esto... ni de creer que, verdaderamente, el objetivo último de Sotomayor, la salvaguarda de las vidas de la gente del pueblo, siguiese siendo, para él, lo más importante... y, en realidad, no se puede decir que Sotomayor engañase a nadie sobre este último aspecto protector de su feligresía, pues el mismo se encargó de proclamarlo y dejarlo claro, constantemente, tanto en sus homilías, como en las conversaciones particulares que mantenía en las casas que visitaba, con franceses o paisanos. 

Es curioso que, quizá los más recelosos con D. Pedro, fueron los escasos “afrancesados” de la villa, como el Marques de Salinas quien, en su mezquindaz y estrechez de miras, se mostraba celoso del párroco, al que, seguramente, llegó a ver, igual que los franceses, como un competidor a la hora de obtener favores y prebendas de los galos… En su cortedad, el marqués fue incapaz de entender que la única pretensión de Sotomayor era evitar daños a la gente del pueblo, entre los que estaban, sin merecerlo, él y sus seguidores, que acusarían luego a D. Pedro de “afrancesado” y masón, precisamente, lo que eran muchos de ellos... 

Altar Mayor Parroq. Asunción.

Lo cierto es que, continua D. Cosme, como va de dicho, el Pastor de Manzanares adoptó, desde los primero tiempos de 1810, funciones de “anfitrión” de todas las autoridades francesas que iban llegando a Manzanares, con la excusa de ser parte de su tarea pastoral y estar pendiente de todos los convivientes del pueblo, fuesen vecinos o gentes de paso, algo que todo el mundo de Manzanares conocía en su actitud desde que llego a nuestro pueblo en 1799... D. Pedro visitaba todos los días a diferentes vecinos de la villa... y, en este tiempo, lo hizo, sobre todo, y particularmente, con muchos de los domicilios donde se alojaban autoridades francesas... De tal manera, que fue conociendo, poco a poco, a todos ellos, sus gustos, sus aficiones, sus funciones inmediatas en el pueblo y sus perfiles psicológicos. Por ejemplo, la afición del nuevo gobernador por las obras de arte eclesial, como ya comentamos en la anterior crónica, sigue D. Cosme, sirvió a Sotomayor para ganar su confianza, mientras conversaba con él y le mostraba en la Catedral de Manzanares todas sus maravillas. A la par, cuando visitaba las casas de otros paisanos de su confianza, donde no había franceses, les iba haciendo ver, sutilmente, sus verdaderas intenciones acerca de tener controlado el "mundo francés" del pueblo, en beneficio último de las gentes de Manzanares. 

Toda esa red estratégica funcionaría muy bien, porque el inteligentísimo D. Pedro tuvo siempre muy claro los tiempos, las formas y lo que hacer en su estrategia ante los franceses, ante su feligresía y ante su gente de mayor de confianza, en esta guerra de la independencia, subordinándolo todo al gran objetivo de la indemnidad física de la gente manzanareña. Y le comentaré, respecto a eso, y adelantándome a los acontecimientos, querido cronista, que D. Pedro consiguió llevar a buen puerto ese objetivo, pues baste decir que, entre los ajusticiados en Manzanares, tras sentencias del tribunal de lo criminal, y a pesar de estar nuestra villa en el “ojo del huracán” de la mancha francesa, solo hay referencia de un paisano ajusticiado con domicilio en la villa, apedillado Martin Poveda, episodio de cuyas vicisitudes le daré cuenta en algún relato próximo, pero del que ya le diré que la gente más cercana a D. Pedro contó que, aquel suceso, fue uno de los mayores disgustos que padeció nuestro Pastor en aquella guerra… El compromiso de D. Pedro con su objetivo principal era tal, que aquel caso le hizo sufrir como casi nunca, por no haber sido capaz de evitarlo.

Y baste ya, por ahora, guarde usted su pluma, me dice D. Cosme....que el relato ya ha ido de bastante para mostrar como fue el tiempo inicial de la ocupación más prolongada de la insigne villa de Manzanares de La Mancha, y como brilló, en su defensa, su Pastor y líder indiscutible de aquel tiempo tan difícil, el no menos insigne Frey D. Pedro Alvarez de Sotomayor...

 

miércoles, 11 de noviembre de 2020

275). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: EN EL NUCLEO FRANCES DE LA MANCHA

 Tal como apuntaba lo sucedido a finales de 1809, comienza D. Cosme su disertación, con toda La Mancha ocupada, el objetivo de la conquista de Andalucía por los ejércitos napoleónicos se plasmaría en hechos concretos al inicio de 1810, cuando José I, el Rey intruso, siguiendo directrices de su hermano Napoleón, ordenó a diversos contingentes de su ejército; en concreto: al primer cuerpo militar del mariscal Victor. el cuarto del general Sebastiani, el quinto del duque de Treviso (general Mortier) y a unas tropas de reserva, constituidas por la llamada división Desolles, entrar y tomar Andalucía, por diferentes lugares…

 Al perfilar todas esas operaciones, se decidió por los galos que Manzanares sería el "núcleo operativo” en La Mancha de todos los movimientos del ejército imperial napoleónico, antes de entrar en Andalucía. Las divisiones galas llegaban de Madrid y Toledo...y, desde Manzanares, salían hacia diferentes destinos andaluces, con objetivos concretos...

En cierto modo, Manzanares, fue determinante en esa conquista de Andalucía por los franceses, porque aunque el diseño de las acciones se tomaba en Madrid, una vez en Manzanares, las correspondientes divisiones galas validaban, o reformaban, aquí, su operativo concreto, según conviniese a la situación inmediata de cada día en Andalucía. En todo caso, todo ese Enero de 1809, el trasiego por Manzanares de ese gran número de tropas francesas, muy bien pertrechadas, camino de Andalucía, sigue D. Cosme, instaló en el ánimo de muchas de las gentes de nuestro pueblo, la idea que la suerte de la guerra parecía echada a favor de los galos. Pero, afortunadamente para Manzanares, continua D. Cosme, el "observador" más importante de nuestro pueblo en aquel tiempo, D. Pedro Alvarez de Sotomayor, no se confundió por eso, ni se separó un instante de lo que siempre fue su principal objetivo, mantener al máximo la indemnidad del paisanaje manzagato, adaptando, en este caso de principios de 1810, su estrategia a las circunstancias inmediatas que se vivían en el pueblo, a los personajes galos que iban de paso y, muy particularmente, a los que se asentaban transitoriamente en nuestra villa... 

Fray Pedro Alvarez Sotomayor.

Como líder del pueblo, y conociendo su carácter y determinación, aunque no hay registros escritos de nada de lo que yo presumo, sigue contándome D. Cosme, es muy probable que Sotomayor, con una estrategia personal bien reflexionada y programada en su magín, durante los primeros días de 1810, tomase siempre la iniciativa de ser él quien se acercarse al castillo, y presentarse a cada una de las autoridades francesas que allí iban llegando, para conocerlas de primera mano, y hacerse una idea de como eran, y como abordarles... No hay que olvidar que D. Pedro, aparte de su gran inteligencia natural, era un personaje con amplios estudios y conocimientos en humanidades, además de un gran psicólogo, por lo que era muy capaz de "retratar" muy bien las características personales más significativas de sus interlocutores, lo que le facilitaba mucho las cosas a la hora de ganarse su confianza... De manera genérica, eso si, a todas esas autoridades galas que llegaban a Manzanares en aquel enero de 1810, siempre les recordaba que nuestro pueblo, a través de su persona, tenía desde el comienzo de la guerra un pacto mutuo de no agresión, (que no estaba escrito, pero que era indeleble) con las máximas autoridades galas que habían pasado por nuestra villa, en concreto los generales Liger Belair y Sebastiani, a los que citaba expresamente, y a los que se remitía, para que sus interlocutores galos lo corroborasen, porque sabía del prestigio y mando en el ejército imperial napoleónico de esos dos generales galos. Es seguro también que, ambos generales franceses ratificaron siempre a Sotomayor, y más de una vez den Manzanares, y en su presencia, por el propio Sebastiani, porque ya desde los primeros tiempos de esta prolongada ocupación francesa, nuestro Pastor "se movió como pez en el agua" entre la dirigencia francesa del pueblo, ganándose su confianza, y logrando una suculenta información puntual,… suficiente para ir pilotando lo que mejor podía convenir a nuestra gente en esos momentos de opresión tan difíciles... e, incluso, para cuando llegase un futuro más halagüeño... Sotomayor se encargaba, por ejemplo, en aquel primer tiempo de 1810, de localizar entre los militares y dirigentes galos que iban asentándose en el pueblo, a los que eran de creencias católicas, y los invitaba, expresamente, a las misas que el oficiaba en nuestra parroquia... 

Hábilmente, en sus homilías, continua comentándome D. Cosme, Sotomayor hablaba mucho del mensaje cristiano, contrario a la violencia para solucionar problemas, comentando que esa actitud pacificadora era incuestionable e imprescindible para cualquiera que se considerase creyente, incluso en tiempos convulsos y de guerra, y según acababa de expresar esa necesaria actitud cristiana, no se arredaba en dejar claro que, en cualquier guerra o disputa entre humanos, eso resulta complicado, porque siempre hay opresores y oprimidos, añadiendo que, en esas circunstancias de conflicto humano, todo creyente debe estar seguro que... "la divinidad siempre protegerá al débil y exigirá magnanimidad al fuerte"... Un mensaje, el de Sotomayor, contundente y claro pero expuesto con tal habilidad e inteligencia, que quien lo escuchaba lo entendía muy bien; el débil se sentía reconfortado... y, el fuerte, comprometido con el precepto cristiano de ser magnánimo y justo... Junto a ese discurso, Sotomayor recordaba, constantemente, a los fieles que le estaban escuchando (paisanos y franceses) el mensaje simbólico de concordia, emanado de Nuestro Padre Jesús del Perdón durante el episodio vivido en el encuentro de las tropas de Sebastiani y el pueblo de Manzanares en procesión con su Cristo del Perdón, hacia menos de un año, en el cerro del Cristo de la Agonía,... Rememoraba lo que ese pacto había supuesto para Manzanares y para los propios franceses que por aqui fueron pasando, con lo que atemperaba la natural pulsión de nuestra gente contra los invasores, y colocaba en el espíritu de los ocupantes la oportunidad de mantener durante su estancia en el pueblo, las condiciones de aquel compromiso, establecido entre Manzanares y su superior, el general Sebastiani.. Sin duda, sigue D. Cosme, el de D. Pedro era un mensaje cristiano, pero claramente dirigido a su máximo interés como Pastor para con nuestro pueblo y nuestra gente, en aquellos difíciles momentos de primeros del año 1810..

A finales de Enero de 1810, prosigue D. Cosme, las tropas francesas que habían surcado Manzanares en los días previos habían tomado en Andalucía:, con enorme rapidez: Córdoba, Jaén, Alcalá la Real y Granada. El Rey intruso, José I, que había bajado de Madrid a Almagro el día 10 de enero de 1810, manifestó, por escrito, a su hermano Napoleón que: ..."los habitantes de La Mancha, mostraban las mejores disposiciones para con ellos" .. y le informaba que como Sebastiani estaba inmerso en la campaña andaluza. había decidido nombrar nuevo gobernador de la Provincia de La Mancha, al general Darmagnac, prestigioso militar francés, con una brillante y decisiva intervención en la toma de Pamplona, un año antes, y que, en ese comienzo de 1810, mandaba la primera división de las tropas del también general Mortier... si bien estaba de baja, convaleciendo en Almagro de una enfermedad, lo que le impedía estar activo en el frente de guerra, pero no quedar en retaguardia en funciones de gobernador.. Prácticamente, al mismo momento de su nombramiento, Darmagnac, y sus superiores, decidieron que él, y todas las autoridades provinciales (galas y "afrancesados") se trasladasen a Manzanares, donde se había decidido, por su ubicación estratégica en las comunicaciones Norte-Sur y Este y Oeste, que quedaría establecida la capitalidad francesa de la Provincia de La Mancha...

Capilla Cristo de la Agonía, Manzanares.

Como no se le habrá escapado a usted, querido plumilla, continua D. Cosme, hay pocas cosas mas seguras, que nuestro insigne Pastor; Frey D. Pedro Alvarez de Sotomayor, junto a las personas que habían formado la Junta Local de Gobierno de Manzanares, se personaron en el Castillo a saludar al nuevo gobernador francés... Reunión de protocolo y bienvenida, si, pero que, sin duda, sirvió a Sotomayor para hacerse una primera idea de como era y pensaba el nuevo gobernador de Manzanares, con lo que comenzó a perfilar la estrategia a seguir con él... Nada extraño, pues, que conocedor, en esa primera toma de contacto, de la afición y estima hacia el arte sacro de Darmagnac, Sotomayor le invitase, y se ofreciese, como Párroco de la villa, a hacer de cicerore y guía artístico de Manzanares, para mostrarle las maravillas arquitectónicas de la Catedral, la belleza de su retablo mayor y de sus capillas...y, como no, las bellas ermitas y las no menos bellas imágenes de nuestro patrimonio eclesial, empezando por la de Nuestro Padre Jesús del Perdón, del que , a buen seguro, le comentaría su historia reciente,...que, muy probablemente, refrendaría a Darmagnac el mismo Sebastiani, a instancias de D. Pedro, en el acto de toma de posesión de Darmagnac como nuevo gobernador de La Mancha, que recibía de manos de su anterior ostentador; precisamente, Horacio Sebastiani, protagonista de aquel hecho legendario y simbólico en el Cerro de la Agonía .

Entenderá usted, querido plumilla... aun todavía más con lo que a continuación le refiero, y para que escriba ya usted el final de esta crónica... que la brillantez discursiva de Sotomayor, referido a un tema tan del agrado del Darmagnac, como era el arte sacro, y dirigida a ganarse el afecto y la confianza del nuevo gobernador, junto al conocimiento que le fue aportando, D. Pedro, de muchos hechos simbólicos acerca de nuestros iconos, encandilaron al general Darmagac, cuya voluntad quedó bastante "atrapada", en los designios y estrategias de ese personaje imperecedero, utilísimo y decisivo en el devenir histórico de la villa de Manzanares de La Mancha,... Frey D. Pedro Alvarez de Sotomayor.

 

 

274). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: EN TIEMPO DE OPRESION... RESURGE SOTOMAYOR.

domingo, 4 de octubre de 2020

273. RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: CAPITAL DE LA MANCHA FRANCESA.

 Consumado el desastre de Ocaña, comienza D. Cosme el relato. los días siguientes, Manzanares asistió, con gran desasosiego de sus gentes, a la desbandada general de soldados españoles, sin casi orden ni concierto, hacia Sierra Morena…y, aunque esto ya se había vivido otras veces, esta vez la sensación de derrota definitiva se palpaba en el rostro de los que huían, y también en el ánimo de los que les derrotaron en aquel pueblo toledano. 


Así, por ejemplo, prosigue D. Cosme, el general Sebastiani escribió, el 21 de Noviembre, en Aranjuez: La victoria de Ocaña ha producido tal efecto entre los habitantes de La Mancha, que consideran la guerra como acabada” . Sebastiani, sigue D. Cosme, se dejó llevar por ese punto de prepotencia gabacha, y desdén del enemigo, que tanto influirían en la derrota final de los galos en esta guerra... pero, ciertamente, aquellos días, el ánimo manchego se ajustaba bastante a la cita del general francés… Exactamente lo contrario sucedía en el espíritu galo, exultante por la trascendencia de su victoria en Ocaña.. y la percepción de haber logrado destrozar al ejército español del centro. En consecuencia, los mandos de Madrid dieron orden a sus tropas en Aranjuez de avanzar hasta La Carolina, y tomar y controlar todas las entradas a Sierra Morena. El mariscal Victor se puso en marcha, aunque pidió a sus superiores, en lugar de ir a La Carolina, hacerlo hasta Almadén, que consideraba mejor punto de entrada a Andalucía. Manzanares, a primeros de diciembre, aún estaba sin franceses, como demuestra el encabezado de “fidelísima villa” que la reunión de nuestro cabildo eclesiástico celebró el día 3, con gran enfado de Sotomayor por “dar cuartos de patriotismo al pregonero”, en semejante situación..

De hecho, ya sabemos lo poco aficionado que era Sotomayor a encrespar el ánimo francés, más allá de lo imprescindible…y hacía muy bien, remacha D. Cosme, porque en más de una villa manchega y española, hubo muchas muertes de paisanos y civiles, por provocar de manera innecesaria a los prepotentes galos cuando llegaban a uno de esos pueblos. Manzanares, sigue D. Cosme, nunca recibía a los galos con muestras de alegría, desde luego que no, pero su gente siempre siguió los consejos del párroco, en el sentido de no insultar, agredir o provocar al invasor, invocando el pacto mutuo de no agresión que el mismo tenía establecido, primero con Liger Belair y después con Sebastiani… que se concretó, simbólicamente, en el encuentro del cerro del Cristo de la Agonia, y que siempre estuvo presente en el ánimo de nuestros lugareños, a la hora de seguir las indicaciones de su sabio Rector, Frey Sotomayor...

Frey D. Pedro Alvarez Sotomayor.

Y hay que decir, en honor a la verdad, que aunque los citados generales franceses cumplieron menos ese pacto que Frey Sotomayor, lo cierto es que el paisanaje de Manzanares, con todo lo que supuso esa guerra de protagonismo para nuestro pueblo y gentes, no tuvo casi muertos entre sus vecinos a lo largo de toda ella, algo que, sin duda, esta en el “haber” de Frey P Sotomayor, insigne líder espiritual y político de Manzanares de La Mancha. Efectivamente, como era de esperar, tras lo de Ocaña y la desbandada de Areizaga y su ejército del centro. no tardaron mucho en llegar los franceses a Manzanares, comenta D. Cosme… lo hicieron el día 11 de diciembre de 1809… y quizá como desagravio de las tres intentonas fallidas de tomarnos, justo un año antes, fue una brigada de dragones de Latour Maubourg, quien arribó a nuestra villa desde Daimiel, iniciando la más larga ocupación francesa de Manzanares en toda la guerra…Nos esperaban dos años y medio de oprobios y desazones, aunque eso, afortunadamente, no lo sabían entonces nuestros paisanos, concluye, con voz entristecida, D. Cosme. Y es que, desde el principio de esta nueva ocupación, se atisbaba que los galos nos concedían una especial consideración estratégica, como punto clave de comunicación entre Madrid y Andalucía..Por ejemplo, sigue D. Cosme, cuando el 12 de Diciembre las tropas galas ocupaban toda la provincia, se eligió a Manzanares como sede de la artillería del cuerpo de ejército y, en otra orden del día 20, se determinaba que, en caso de necesidad, la caballería ligera se instalase también en Manzanares…y, también ese mismo día, el mariscal Victor decidió fortificar el Castillo de Manzanares y el Puente Romano de Villarta, afirmando lo siguiente:“….cuyos puestos fortificados serán muy útiles para la correspondencia del ejército que entrara en Andalucía….yo haría trabajar sobre la marcha, para ponerlos en estado conveniente, si tuviese los oficiales de ingenieros y los zapadores necesarios, pero los que había a mi disposición quedaron en Consuegra…. por lo que preciso de otros para emplearlos en atrincherar el castillo de Manzanares y el desfiladero de Villarta...” Similar inquietud, prosigue D. Cosme, existía en Madrid, cuando, un día después, 21 de diciembre de 1809, se participó al mismísimo Napoleón, que estaba en Paris, que: “según órdenes de S.M.C., se trabajaba en poner el castillo de Toledo, el de Consuegra y el de Manzanares en La Mancha, en estado de defensa… cada uno tendrá un hospital, 200.000 raciones de bizcocho y un fondo de aprovisionamiento para los diversos servicios de la administración… el general comandante de la artillería hará establecer al mismo tiempo depósitos de municiones”…  

Al día siguiente, sigue D. Cosme, Madrid facilitó el transporte de artillería e intendencia necesarios para el aprovisionamiento y fortificación de los castillos…De esta manera, se concretó, finalmente, el envío a Manzanares de la octava compañía del segundo batallón de ingenieros zapadores del ejército imperial, con sede en Consuegra, al mando de un comandante llamado Le Gentil para:.. “poner el castillo al abrigo de un golpe de mano, disponer alojamiento para una guarnición de 200 hombres de infantería, 25 caballos, dos piezas de cañón y un local para 150-200 enfermos…y, en fin, los emplazamientos convenientes para los diversos almacenes y municiones de guerra….el ordenador en jefe recibirá órdenes para aprovisionar este castillo y el hospital para dos meses” …. Ya en Manzanares, el 3 de Enero de 1910, Le Gentil informaba que no podía realizar las obras del castillo por falta de material y obreros, por lo que el general Victor le instó a que los paisanos útiles se pusieran a su disposición… No sabemos cual fue la respuesta de la población, pero la falta de referencias a incidentes, nos hace suponer que, en cierta medida, algunos paisanos fueron reclutados para las obras…y, seguramente, a instancias o mediaciones de nuestro Pastor, Frey Sotomayor, que siempre transigía en peticiones similares, a fin de salvaguardar lo más principal…la vida de la gente de Manzanares…

Río Cigüela, en Villarta de San Juan.

 

En fin, mi querido plumilla, sigue D. Cosme, estaba muy claro que, desde la debacle de Ocaña, los primeros movimientos de los franceses atestiguaban la enorme importancia que iban a dar a Manzanares, que durante los 30 meses de la larga ocupación gala que padecería nuestra villa, sería convertida, muy pronto, por los opresores en Capital de la provincia de La Mancha…instalándose en la villa, en consecuencia con esa capitalidad, la Prefectura y el gobierno militar, la Policía, los tribunales y otros elementos decisorios del ensamblaje administrativo francés en La Mancha. El cuartel general del ejército galo se instaló en el Castillo de Manzanares, con su General en Jefe, que era también el Gobernador de la Provincia…y, por tanto, el encargado de juzgar y sentenciar a los patriotas prisioneros de guerra en el territorio manchego… Manzanares fue, por tanto, el núcleo más sólido y estable de Francia en La Mancha, pero además mazmorra y cadalso de patriotas…. Resulta, tremendamente injusto que la estable y continuada opresión de Francia sobre Manzanares; que sufrió en La Mancha, más que ningún otro pueblo, la tiranía gala… diese pie, de nuevo, a comentarios sobre un presunto afrancesamiento de nuestra gente y su dirigencia, confundiendo la actitud inteligente y no agresiva del paisanaje, que seguía los consejos de sus párroco…y, por otro lado, que las habilidades sociales de éste, su preclarísimo Pastor, en el difícil trato diario con los jefes invasores, también diesen pábulo a similares comentarios referidos a Sotomayor…En fin, nuevos infundios, pero que darán lugar a que yo le cuente, en próximos relatos: extraordinarios, suculentos y curiosos episodios de esa relación entre la dirigencia francesa del pueblo y Frey Sotomayor, que llevaron, incluso, a que alguien acusase, ni más ni menos, que de masón… a un personaje de tan firmes ideas católicas, como era D. Pedro.

Pero, lo dicho, todo eso será motivo y razón de nuevas crónicas, para mayor gloria de Manzanares y, especialmente, de su insigne Pastor, D. Pedro Alvarez de Sotomayor. Asi que, cierre su pluma y tintero, y de fín a la presente…que ya fue más que de bastante en su objetivo de narrar a sus lectores como llegó Manzanares a ser Capital de La Mancha.

 

 

272). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: UN VERANO TURBULENTO EN 1809.

 El 29 de junio de 1809, trás solo dos semanas de liberación, las tropas de caballería de Sebastiani habían tomado de nuevo, sin lucha, Manzanares, aprovechando el repliegue del general Venegas al cuartel general de su ejército en Santa Elena, tal como le conté en anterior relato, me dice D. Cosme... Podría presumirse un nuevo tiempo de opresión; pero enseguida veremos que no fue así...

 Entraríamos en un periodo en que la vorágine de idas y venidas a Manzanares de los ejércitos español y francés, se sucedieron de manera frenética en el turbulento verano de 1809...Para empezar, le comentaré, sigue D. Cosme, que los ocupantes de Manzanares mandaron el 31 de junio unos 900 soldados de caballería a tomar Valdepeñas; y que el mismo día de la reocupación gala de Manzanares, Jose Bonaparte se instalaba en Almagro, visitando Moral de Calatrava el día 30 de junio, donde publicó un decreto que nombraba al general Sebastiani, Gobernador de La Mancha...Iba a comenzar julio, sigue D. Cosme, y parecía claro que el ejército galo controlaría La Mancha hasta Sierra Morena de manera inminente.. cuando, Venegas, el último día de junio, daba orden para que unas brigadas españolas se adelantasen a las inmediaciones de las recién ocupadas: Valdepeñas, La Solana y Manzanares... a fin de cuantificar en lo posible la tropa enemiga, hostigar a sus soldados e intentar, a la vez, conseguir víveres para el cuartel general de Santa Elena, donde escaseaban. Este primer intento de contraataque se frustró por una gran tormenta, que obligó a la avanzadilla española a retroceder a sus campamentos... pero, dos días después, el 2 de julio, algún espía hizo llegar a Venegas que el Rey impuesto, Jose I, marchaba precipitadamente de Almagro a Madrid, con mucha de la tropa a su cargo.. y, ese mismo día, prosigue D. Cosme, unos 300 jinetes franceses entraron en Manzanares, saqueando casas administrativas y particulares, tras lo que pusieron pies en polvorosa camino de Madrid... Ciertamente, continua D. Cosme, como también pensó Sotomayor y nuestra Junta Local de Gobierno, algo raro pasaba en el ejército enemigo para actuar de esa manera intempestiva y aparentemente inapropiada... Y, en efecto, claro que pasaba algo imprevisto por los franceses. Jose I, había recibido ese día 2 de julio una noticia muy inquietante, el general Cuesta, al mando del ejército español de Extremadura, junto a los aliados británicos del general Wellesley, estaba introduciéndose en La Mancha, para coordinarse con las tropas de Venegas, e iniciar un avance español hacía Madrid.... Sebastiani, que pretendía permanecer en Manzanares, recibió de Almagro la orden fulminante de retroceder con sus tropas a una linea de frente defensivo situada entre Consuegra y Madridejos.. y, con ello, el destino inmediato de Manzanares, cambiaba otra vez de bando, pasando a dominio español... No sabemos, me comenta D Cosme, si Sotomayor tuvo tiempo de contactar con Sebastiani, antes que este se retirase de nuestros lares, porque, incluso, no hemos sabido si el general francés llegó a estar, fisicamente, en nuestra villa esos primeros dias de julio, pero lo que si advirtió, una vez más, Sotomayor es que los dos bandos en litigio no eran capaces (ni unos ni otros) de establecer posiciones sólidas en La Mancha, haciéndose a la idea que Manzanares, y sus gentes, por la posición geográfica y estratégica de nuestra villa, iba a vivir continuas turbulencias en el tiempo próximo...Sotomayor pensó, "para sus adentros" que, muy a su pesar, tendría que estar muy atento a esos vaivenes, y "templar gaitas", con unos y con otros, según correspondiese; pues a veces las ocurrencias españolas también tenían lo suyo...

Por el momento, continua D. Cosme, a primeros de julio, el frente de guerra francés quedaba, de nuevo, por encima del rio Guadiana, entre Consuegra y Madridejos, mientras que las tropas españolas hostigaban con sus "guerrillas" a las bonapartistas en zonas intermedias y sin mando definido....Por ej, desde Alcubillas llegaron partidas de ese tipo a La Solana, Membrilla y Manzanares, mientras desde Santa Cruz lo harían a Valdepeñas y otras villas próximas. En ese interín, sigue D. Cosme su perorata, un sargento de la Guardia de Honor francesa, que había desertado, contó a los mandos españoles que Sebastiani tenía unos 12.000 soldados de infantería y unos 2.000 de caballería, a los que había que añadir los 6.000 infantes que trajo a La Mancha el Rey impostor, y otros 4.000 infantes más que venían con el general Víctor, lo que sumaban unos total de 24.000 efectivos. De todos estos, sigue D. Cosme, se pensaba que la gran mayoría estaban ya entonces al norte del Guadiana.. y solo unos 8.000 soldados quedaban entre Ciudad Real y Miguelturra, según las informaciones que llegaban de los espías de esas zonas....

General Venegas.

Al igual que los franceses tenían su frente manchego en la línea Consuegra-Madridejos, los españoles -sigue D. Cosme- disponían el suyo por El Viso del Marqués, Santa Cruz de Mudela y Venta de Cárdenas... Nuestras tropas, en los primeros días de julio de 1809, ascendieron desde Sierra Morena con gran precaución...y siguiendo siempre indicaciones de sus "confidentes", antes de acercarse a las villas manchegas, penetrar en ellas y, en su caso, ocuparlas.. En lo que respecta a nuestro pueblo, sigue D. Cosme, por fín, el 5 de julio, llegó otra jornada feliz...Ese día, una partida de dragones de caballería española entraba de mañana en Manzanares, se instalaba en el castillo y hacia efectivo el control de la villa de Manzanares por el Reino de España; liberándonos de la fugaz ocupación francesa, ante el gozo y la satisfacción del paisanaje, aunque a nadie se le escapaba ya lo frágil y voluble que se estaba mostrando la situación militar en toda la región manchega.... En ese tiempo, continua diciéndome D. Cosme, Venegas y el ejército manchego, recibían continuamente desertores del ejercito galo.... soldados de múltiples nacionalidades: prusianos, polacos, italianos, holandeses, alemanes e, incluso, franceses que, por una parte, ofrecían un importante caudal de información útil.... pero, por otra, siempre cabía la duda que algunos estuvieran practicando contraespionaje francés, confundidos entre los verdaderos desertores... Así las cosas, el 15 de julio, Venegas tuvo noticias de un movimiento de aproximación del ejército de Sebastiani, con la llegada de unos 4.000 soldados galos a Villarrubia; lo que motivó, en replica, que el Brigadier Girón se aproximase hasta Manzanares con una división del Ejército de La Mancha para reforzar nuestra posición, algo que inquietó a nuestra gente por la posibilidad de un nuevo ataque francés, aunque también condicionó una cierta sensación de seguridad, la presencia de tanto soldado español en Manzanares.. Esa 3ª División del Ejército de La Mancha, llegó a Manzanares aquel 15 de julio de 1809 a las cinco y media de la madrugada y, aparte instalarse en el castillo, mandó "guerrillas" por los caminos de Arenas y Villarta, al mando de Juan Baños, que se repartieron en una linea entre la Venta Quesada y la Casa de Madara...mientras que, otra partida guerrillera, a las ordenes de Juan Morán, vigilaba los caminos de Herencia y Alcázar....Al día siguiente de todo esto, se celebró en el castillo de Manzanares una reunión de jefes militares del Ejército de La Mancha. en la que se concluyó que era imposible un ataque a las lineas del frente galo, sin que se diera una “batalla general”, algo que era anatema para la Junta General de Gobierno del Reino de España... Así las cosas, se decidió continuar con las acciones guerrilleras puntuales, continua D. Cosme,... Por ej, en una de ellas, el Teniente Coronel Ibarra entró en Villarrubia con cuatro guerrillas.. y, en otra, una partida de Juan Morán entró en Alcázar de San Juan, al recibirse un chivatazo acerca de su abandono por los franceses... 

El Cuartel General español, se trasladó esos días de Manzanares a Membrilla, remedando lo que había hecho Sebastiani un mes antes con el Cuartel General francés.. Nuevos movimientos de tropas galas, sigue D. Cosme, tomaban Villafranca, Herencia y Alcázar, el día 20 de julio... y una pequeña partida de franceses se dispuso en Las Labores.... Mientras, las tropas españolas reforzaban sus posiciones en Sierra Morena con reservistas andaluces y preparaban , en secreto, un proyecto de ataque por Cuenca, en una maniobra que dejaría envuelto a parte del ejército francés en una "pinza" de soldados españoles...Por un desertor, se conocíó que los ánimos estaban bajos en la tropa francesa: "por hacer la guerra en España, donde temen siempre ser asesinados, como porque saben que todo el norte [Europa] se ha declarado la guerra contra la Francia". ....En esas circunstancias, el 22 de julio, llegaban a Manzanares cuatro cañones españoles para reforzar nuestro castillo..., mientras que, al norte, en Venta Quesada, quedaban apostadas unas guerrillas al mando del Comandante Jerónimo Riglos, que transitaron hacia Villarta, rehabilitando su puente con unos planchones traidos desde Manzanares.... El General Venegas, describió, en uno de sus famosos relatos propagandísticos, el aspecto en que quedaron los pueblos más castigados de La Mancha por ese trasiego continuo de tropas en Julio de 1809.

General Horace Sebastiani.

"La mayor parte de las familias pudientes hace tiempo dexaron sus casas, que a su vuelta encontraron enteramente saqueadas. No se ve puerta en las calles que no esté derrotada a impulso de la insaciable codicia de aquellos infames vándalos. Los pueblos de Santa Cruz, Manzanares, Valdepeñas y Herencia han sido medio arruinados y destruido enteramente el de Villarta, donde no vimos al paso por él una casa habitada, y generalmente todas arruinadas, principalmente puertas y techos que deshacían para encender fuego con las maderas".

El 28 de julio los aliados angloespañoles dirigidos por los generales Arthur Wellesley, Gregorio Cuesta y Francisco Venegas, continua su diserto D. Cosme, derrotaban en Talavera a los bonapartistas, confirmando los temores del mando francés a primeros de ese mismo mes...Pareciese que el rumbo de la guerra se inclinaba de nuevo del lado español...pero, definitivamente, esta era una guerra de continuas alternativas, y pronto se vio que no iba ser así.

A finales del mes de julio, tras la toma de Talavera, los acontecimientos bélicos en tierras toledanas dieron tranquilidad a los pueblos de Ciudad Real... Las tropas españolas entraban entre vítores por los pueblos toledanos que ofrecían agua, vino y queso a los soldados, que pretendían tomar Aranjuez y Madrid mas pronto que tarde....Pero, poco tiempo después, el día 11 de agosto, la improvisación y falta de cálculo de Venegas, provocó el desastre español de la batalla de Almonacid, perdiendo en ella su ejército muchos efectivos humanos...y, de un plumazo, sus posiciones en La Mancha... Venegas, tuvo que retroceder bruscamente a Sierra Morena, tras reorganizar el remanente de sus derrotadas tropas, los días 14 a 16 de agosto...dejando, eso sí, francotiradores en lugares estratégicos para frenar en lo posible la persecución enemiga... 

En Manzanares, su Alcalde Mayor, Pedro Roncero, informaba con angustia a las tropas españolas apostadas en el pueblo, que las tropas francesas de Sebastiani estaban de nuevo en Villarta, unos 5.000 hombres de infantería y 800 de caballería, seguidos de otros 15.000 del general Víctor....Ante semejante panorama, los destacamentos militares españoles de Manzanares y Valdepeñas, recibieron la orden de replegarse a Sierra Morena....La suerte, otra vez, quedaba echada negativamente para Manzanares, solo unos días después de la euforia que había motivado el avance, aparentemente imparable, de las tropas españolas hacia el norte de España en la guerra de la independencia...

Para acabar el relato sobre ese tiempo turbulento de idas y venidas por La Mancha, le propongo escriba usted, mi querido plumilla, que el caluroso 18 de agosto de 1809, amaneció Manzanares en un silencio temeroso y casi sepulcral... solo se oían algunos ladridos de perros, que callaron pronto al escuchar el sonido, cada vez más cercano, del galope de 500 caballos a eso de las nueve de la mañana. Eran, efectivamente, y de nuevo, los franceses entrando en Manzanares....pero, para sorpresa del compungido y expectante vecindario, y de nuestra Junta Local de Gobierno, pasaron de largo por el camino de Andalucía, tras comprobar que no quedaba ningún soldado español en nuestra villa.... Lo que estaba por llegar, querido reportero, concluye D. Cosme, debe ser ya fundamento del siguiente relato, que este ya ha ido de bastante para describir ese tormentoso verano de 1809 en Manzanares