¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

miércoles, 11 de noviembre de 2020

274). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: EN TIEMPO DE OPRESION... RESURGE SOTOMAYOR.

Comenzaría 1810, dice D. Cosme al iniciar la crónica, con un tétrico panorama para la región manchega, ocupada en toda su extensión por el ejército napoleónico…Al final de diciembre de 1809, las tropas de Victor tenían perfectamente instalado su cuartel general en Almagro, y dominaban la Provincia de La Mancha en su más amplia extensión; en un espacio que abarcaba: Infantes, Ciudad Real, Puertollano y Almodovar del Campo. 
 
 Solo existían, continua D. Cosme, pequeños focos de resistencia española en algunos puntos periféricos de la Provincia, apartados de caminos y zonas de tránsito. De hecho, el 28 de diciembre, Victor ánimo a sus superiores de Madrid a que dieran órdenes rápidas de penetrar en Andalucía, porque según escribió en el parte de ese día: “las circunstancias no pueden ser más favorables que ahora para entrar en Andalucía” Eso si, prosigue D. Cosme, en aquel momento, existían todavía guerrillas españolas en la Mancha, como la de Ventura Jiménez por la zona de Almodovar del Campo, aparte de algún remanente de tropas españolas que operaban por la zona de Infantes y del Viso del Marqués….y, Victor, por todo lo que se había vivido en tiempos precedentes, recelaba todavía de los españoles, por la capacidad que habían demostrado para la reorganización de sus ejércitos en La Mancha,.. razón última por la que animaba a sus dirigentes a la entrada inmediata en Andalucía, eliminando, a la vez, cuanto antes, esos focos residuales de resistencia manchega...
 
Para sofocarlos, Victor, ideó una maniobra envolvente en Infantes, con una importante participación de sus tropas, que aunque no consiguió el objetivo de destruir a ese núcleo español de resistencia residual en La Mancha... si que logró, el proster día de 1809, que Girón y Vigodet, últimos generales de ese ejército, tuvieran que retirarse con sus tropas a Sierra Morena, dejando, ahora si, toda la mancha expedita para la ocupación de sus villas por las tropas napoleónicas. En Manzanares, las dos últimas semanas de 1809, dejaron claro a toda su gente que los opresores franceses nos habían elegido como punto neurálgico de La Mancha, a la hora de dar su siguiente paso en aquella guerra, que no era otro que dominar Sierra Morena, previo a conquistar Andalucía. 
 
En ese tiempo, diferentes contingentes de tropas francesas llegaban a Manzanares y se asentaban aquí, en el castillo o en sus alrededores, bien con la idea de permanecer en la villa o de continuar camino hacia el sur, pero fuese una u otra cosa, resultaba palmaria la importancia que Manzanares iba a tener en esta parte de la guerra, lo que se confirmó muy pronto cuando las autoridades francesas establecieron la capitalidad de la Provincia de La Mancha en nuestra villa manzagata… Poco se sabe, prosigue D. Cosme, de las relaciones y contactos que hubo entre los franceses recién llegados y nuestras autoridades locales, en aquel final de 1809… pero si conocemos que el máximo interlocutor de Manzanares con los galos en ese momento, y durante los 30 meses posteriores que duró la ocupación gala, siguió siendo nuestro Párroco, Frey Sotomayor; y es que, continua D. Cosme, enseguida se hizo notoria la importancia y la influencia que adquirió D. Pedro entre las nuevas autoridades francesas de la villa. Sotomayor, continua D. Cosme, sabedor de las insidias y desmanes que los franceses habían cometido en otras villas manchegas ocupadas por los galos, tras la derrota española en Ocaña, quiso asegurar al máximo la indemnidad del vecindario manzagato…por lo que, conociendo su gran determinación, puso a trabajar su brillante magín en ese objetivo, llegando a la conclusión que le tocaba implicarse al máximo, confiando en sus creencias personales, y en sus artes oratorias y estratégicas, nacidas de su preclaro cerebro, para conseguirlo…Ciertamente, como iremos viendo, nuestro insigne Pastor, haría brillar, como nunca hasta entonces, esas capacidades suyas, en unas circunstancias dificilísimas, engañando si era preciso, que lo fue muchas veces, a sus interlocutores franceses, haciéndoles creer que estaba de su parte, y eso siempre lo hizo con tal inteligencia y perspicacia que, sin renegar de sus principios y convicciones en ninguna de sus internvenciones, nunca se lo notaron, ni sospecharon de él…. Es probable, sigue D. Cosme, que el propio General Sebastiani, todavía, entonces, máxima autoridad gala en La Mancha, y uno de los mayores valedores de la villa de Manzanares, a efectos de convertirla en Capital de La Mancha, apareciera por aquí en los primeros días de la nueva ocupación francesa de nuestra villa, a fin de comprobar el estado de cosas en el pueblo y en el castillo, que ahora se iba a refortificar de nuevo. Y es casi seguro que, a instancias de nuestro insigne párroco, Sebastiani y Sotomayor, hablarían en ese tiempo del pacto mutuo de no agresión que los dos acordaron y refrendaron en el encuentro del Cristo de la Agonía, con Nuestro Padre Jesús del Perdón, el 31 de Marzo de 1809, día de viernes santo…Y como, entre ambos, aquel glorioso día, se había establecido una relación de mutua confianza, no es de extrañar que Sotomayor solicitase de Sebastiani, para si mismo, un protagonismo especial en las relaciones que habrían de establecerse entre las nuevas autoridades galas, asentadas en Manzanares y la Junta Local de Gobierno de Manzanares…. 
 
General Girón.
 
Naturalmente, Sebastiani, accedió a la petición de Sotomayor, por considerar que nadie mejor que D. Pedro, para esa cuestión… por lo que ya le había demostrado en el arte de mantener la paz social de la villa entre paisanos y ocupantes…Pero es que, además, esa paz en el pueblo, también interesaba a los galos y, en particular a Sebastiani, que podría, así, mostrar a Napoleón el mayor símbolo de resistencia manchega a su Imperio, en esa segunda fase de la Guerra de Independencia, Manzanares de La Mancha, como un lugar sometido a su ejército, en paz, y asumiendo la capitalidad francesa del territorio manchego… Por eso mismo, Sebastiani debió transmitir… y, quizá, ordenar, a los nuevos regidores franceses, que le atendiesen siempre que él lo solicitase; y también es probable, a la vista de los “rastros” que la historia nos dejó, que, incluso, le consultasen sobre la oportunidad de algunas decisiones que pudiesen afectar a nuestra gente….El Presidente de aquella Junta Local, y Alcalde Mayor de Manzanares, delegó gustosamente sus atribuciones en Frey Sotomayor… que, desde ese momento, y durante los dos años y medio que duró la ocupación francesa de la villa, desplegó con gran habilidad y acierto sus dotes diplomáticas y persuasivas con la dirigencia francesa afincada en Manzanares, ganando su confianza, al extremo de alojar en su propia casa de la calle Mayorazgo a muchos de ellos, algo que sirvió al astuto D. Pedro, continua D. Cosme, para estar enterado, cotidianamente, y de primera mano, de muchos planes de futuro de los franceses y de lo que se cocía en su logia masónica. Frey Sotomayor estaba bien seguro que esa “actitud acogedora”, le traería algún problema posterior, como el ser acusado de masón, “afrancesado” o traidor, pero eso, a él, le importaba muy poco… es posible que hasta le divirtiesen bastante los comentarios al respecto.. y que, incluso, les diese pábulo en algún momento, como ya había hecho anteriormente en otras ocasiones, para que los galos persistiesen confiados en su persona y lograr, así, su objetivo prioritario en aquel difícil tiempo, mantener al máximo la indemnidad física del paisanaje manzagato, invocando constantemente a los dirigentes alojados en su casa, el acuerdo que estableció, primero con el general Liger Belair…y, después, con el general Sebastiani. Tendré ocasión de contar, en sucesivos relatos, algunos de los conflictos en que se vio inmerso nuestro párroco, y la habilidad con la que sorteó todos ellos, proceso inquisitorial incluido. Fuese como fuese, desde luego, Sotomayor se ganó el respeto y la confianza de los galos. sin que eso supusiera que la gente del pueblo perdiese un ápice de confianza en su Pastor. De hecho, la gente de Manzanares que más receló de él, fue, justo, la realmente “afrancesada” de la villa, a la que se atribuyen algunas de las acusaciones que sufrió D. Pedro, lo que demuestra que la influencia de D. Pedro sobre los dirigentes gabachos no favoreció nunca a los intereses particulares del Marqués de Salinas y otros “afrancesados” de Manzanares, que siempre pretendían obtener prebendas de los ocupantes, a cambio de su sumisión, pero como esos favores suponían detracción de bienes al resto del paisanaje, D. Pedro siempre se oponía, y se las ingeniaba para desbaratarlos, aprovechando su cercanía a la dirigencia francesa, algo que los verdaderos “afrancesados” de la villa no le perdonaron nunca. 
 
Con lo dicho, puede concluir el relato, querido reportero,… en él, he querido apuntarle, y solo un poco en genérico, porque es mucho lo que habrá que contar, lo que representó, en el futuro inmediato, para la pervivencia de Manzanares y de sus gentes, quien fue su inmejorable Pastor de vidas y almas, su providencial párroco Frey Don Pedro Alvarez de Sotomayor

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