¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

sábado, 14 de noviembre de 2020

277). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: GUERRA DE GUERRILLAS MANCHEGAS.

 

Tras el desastre de Ocaña, comienza D. Cosme a narrar esta crónica, y a finales de 1809, los residuos del derrotado ejército español de La Mancha iniciaron su reorganización en Sierra Morena, antes que esta fuese atravesada por las tropas galas. 

 

El 20 de diciembre de 1809, la Junta Superior de La Mancha, ante el avance francés, había establecido su sede en La Carolina… y teniendo en cuenta la situación, y que había finalizado el plazo marcado para su cargo del entonces Intendente y Presidente de aquella Junta, D. Juan de Modenés, se decidió, a instancias de la Junta Central de Sevilla, designar como nuevo intendente de la Junta manchega al funcionario de hacienda, Juan Bautista Erro Azpiroz, de origen guipuzcoano, pero buen conocedor de La Mancha, por desarrollar su trabajo profesional en nuestra provincia. De hecho, al tiempo de su nombramiento, era miembro de la propia Junta Superior de La Mancha… y, por ese motivo, sabía, a través del citado Juan de Modenés, de todo el entramado militar del ejército manchego y de la evolución que había tenido durante la guerra… 

Cuando Juan de Modenés, en el traslado de poderes, le informó de todo esto, también le habló de la decisiva importancia de Manzanares, en los primeros tiempos de esa guerra y en los previos de la Batalla de Bailen…y, seguramente, le comentaría, que los enlaces que siempre mantuvo con el fenecido alcalde mayor de Manzanares, Juan Josef Miret, se habían mantenido en esta segunda etapa de la guerra, con la Junta Local de la villa, controlada, en sus aspectos más relevantes por Frey D. Pedro Alvarez de Sotomayor… Es previsible que esto fuese así, continua D. Cosme, porque ya se apreciaba entonces que Francia estaba eligiendo a Manzanares como centro operativo de sus ejércitos y de su administración en La Mancha… y que, por consiguiente, resultaba de particular interés establecer algún puente de contacto que pudiera informar de las actividades galas en nuestra villa, pues eso, con seguridad, sería muy útil al interés del Reino legítimo de España. 

No sabemos como se concretó todo ese entramado informativo en Manzanares, y quien pudo ser el/los interlocutor/es o, digamos, “espía/s” o “confidente/s”, español/es en la villa, pero no se le escapará a usted que el nombre de Frey Sotomayor apareció en esas conversaciones, entre Erro y Modenés, como el elemento español más importante y más útil de Manzanares para los intereses del Reino de España. Toda su trayectoria previa lo avalaba así, y uno de los personajes que mejor conocía todo lo que había hecho Sotomayor en Manzanares en lo que se llevaba de guerra, era, precisamente, Juan de Modenés. Todo esto se lo comento, sigue D. Cosme, para que valoré ud. que, quizá, muchas de las actitudes de acercamiento de D. Pedro a los franceses, aparte de la clara intencionalidad protectora de su feligresía, que ya conocemos, pudieron estar matizadas con esa segunda intencionalidad de obtener información sensible que, a través de sus enlaces en la Orden Calatrava y ciertas personalidades patrióticas de villas cercanas, a las que D. Pedro tenía acceso, pudieran llegar a Erro como máximo responsable de la Junta Superior de La Mancha… y, remacha D. Cosme… en relación a esto último, a esa posible labor informativa por parte de Sotomayor, si hubiese que apostar algo, yo le recomendaría que lo hiciese a favor de esa posibilidad, sobre todo si se tienen en cuenta algunos aconteceres concretos que luego le comentaré en el trascurso de esta crónica.

Castillo de Consuegra

cho todo lo anterior, sigue D. Cosme, y para dar sentido al título del relato, le diré, querido plumilla, que nada más ser nombrado Presidente de la Junta Superior de La Mancha, el Sr. Erro se trasladó a la Isla de León, en la bahía de Cádiz, donde estaba constituida la Regencia del Reino, para proponerles una metodología de guerra en forma de “guerra de guerrillas”; algo a lo que nunca se había enfrentado el ejército imperial napoleónico.. y que, en las circunstancias de manifiesta inferioridad armamentística y de efectivos humanos en que se hallaba España con respecto a Francia, prosigue D. Cosme, le parecía a Erro la mejor estrategia para combatir a los intrusos galos en La Mancha. El conocimiento del terreno por parte de los guerrilleros manchegos, muchos de ellos ya con experiencia en esta forma de combatir, durante la primera fase de la guerra, erán un motivo más para avalar este planteamiento militar. La Junta Regente se mostró de acuerdo con esos planteamientos, y, además, puso a disposición de Erro un contingente de 1.500 soldados del ejército de Extremadura y un escuadrón de caballería, comandado por un personaje singular, el Coronel D. José Martínez de San Martín, médico de profesión, que fue nombrado en ese acto “General de La Mancha” “con el fin de fomentar la insurrección en aquella provincia, recoger dispersos y nuevos alistados, a las órdenes de la Junta”…. 

 Esta nueva Junta manchega, se instaló en Alcaraz, que no estaba ocupada, para mostrar al paisanaje de la provincia que existía, y que estaba dispuesta a tomar iniciativas contra el enemigo… Y esas iniciativas, sigue D. Cosme, se empezaron a tomar desde finales del mes de Enero en diversos puntos de La Mancha. Los apodos de “Chaleco” o “Camuñas”, empezaron a ser reconocidos en villas y aldeas, identificando a líderes guerrilleros de nuestra región, que actuaban en las áreas de Valdepeñas y Consuegra, respectivamente. Estas partidas de guerrilleros se ubicaban en zonas aisladas del tránsito francés, aprovechando cuevas, caseríos abandonados o en las serranías de la región, donde podían camuflarse y esconder armamento y caballería …. Desde allí, organizaban emboscadas sorpresas a contingentes del ejército francés que se dirigían hacia Andalucía o Madrid, por el Camino Real de Andalucía, con el fin de interferir correos y pertrecharse de armas. A partir del mes de febrero de 1810, y durante toda la primavera, continua D. Cosme, estos ataques fueron en aumento y consiguieron provocar los primeros “quebraderos de cabeza” al ejército francés, algo que algunos jefes plasmaron en sus partes militares. Asi, por ej, el mariscal Victor, el día 4 de Abril, desde Chiclana, se quejaba que… “su correspondencia y correos habían sido cogidos por las bandas que continuamente infestan nuestras comunicaciones” …y diferencia, luego, los dos tipos de guerra planteados sobre el terreno, identificando esta nueva manera de actuar por el enemigo, las guerrillas, inédita hasta entonces para los galos… lo refiere, así: “los insurgentes que se muestran por toda la superficie del reino, se oponen al gobierno, tratan de irritar los espíritus, mantienen la revuelta, roban y asesinan a correos y viajeros y hacen en fin todo el mal que seres de esta especie pueden imaginar; de estos dos géneros de guerra, solamente la última puede retardar la pacificación”…Ya ve ud., sigue D. Cosme, como el mariscal Victor, un militar con mucho instinto, empieza a estar más preocupado con esta forma inédita de guerrear que con la forma convencional; lo que estaba por llegar, le llenaría de razones. Por su parte, unos días después, el mariscal Soult, desde Sevilla, avala en sus escritos lo comentado por Victor de esta manera: “Las partidas enemigas han caído sobre La Mancha y fatigan mucho a las tropas que allí se encuentran”

2 de Mayo, Joaquín Sorolla.

En Manzanares, ocupado establemente por casi más franceses, “armados hasta los dientes”, que el número de aldeanos… y, en sus aledaños, todos muy llanos, como es lógico, esta actividad guerrillera era inexistente, pero existen indicios, continua D. Cosme, que algunos paisanos, expertos en interceptar correos en la primera etapa de la guerra, participaron activamente en las guerrillas, quizá portando información directa de Manzanares, a través de la “red de patriotas locales” que, de alguna manera, como hemos apuntado ya antes, en esta crónica, recibían información clandestina desde nuestra Junta Local de Gobierno, a veces muy suculenta, por la cercanía estratégica de Frey Sotomayor con la dirigencia francesa asentada en la villa.

 En este sentido resulta muy significativo el episodio que se vivió el día 27 de Febrero de 1810 en la Venta de Consolación, cerca de Valdepeñas, y a dos leguas de Manzanares, cuando una partida guerrillera, al mando del mítico Francisco Abad, “chaleco”, asaltó a un correo, que iba custodiado por cinco soldados. Dieron muerte a estos, y se incautaron de un material especialmente sensible para los franceses. La manera de actuar, lo concreto y sensible de lo incautado, la decisión de enviar ese correo, casi inmediata a ser escrito, y la cercanía a Manzanares de la acción, hicieron sospechar a los galos que la información llegó hasta Abad “Chaleco”, casi al momento, y desde Manzanares, enviada por algún “confidente” desconocido, pero, desde luego, bastante próximo al estamento dirigente francés… y que, quizá, participase en la acción algún paisano nuestro avezado en esas lides…probablemente estaban en lo cierto, pero nunca descubrieron la identidad del espía, concluye, enigmático y sugerente, D. Cosme, con este relato, que, tal como me indica, ha cumplido su cometido de dar a conocer a sus lectores el reinicio de la actividad patriótica en La Mancha en forma de “guerra de guerrillas”

Entre tanto, en Manzanares, más o menos “alejado” de estas cuitas periféricas a la villa de las guerrillas manchegas, nuestro Pastor, Frey Sotomayor, seguía, todos los días, afanado en hacer amistad con la aristocracia gala de la nunca bien ponderada villa de Manzanares de La Mancha…

 

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