El 20 de Mayo de 1965, Melchor Díaz-Pinés Pinés, envío a la Agencia LOGOS el siguiente reportaje .
Ya han empezado a transitar por estas carreteras manchegas, las cuadrillas de segadores que en otros años cabalgaban sobre borricos. Hoy, pasan esos segadores en potentes motocicletas en las que transportan su reducido bagaje, consistente en una muda, un capote por si llueve, la hoz y la merienda.
Los burros ya han desaparecido como tradicional amigo del hombre y compañero inseparable en el trabajo. La mecanización se ha hecho extensiva a todos los sectores productivos del mundo agrario porque en estos tiempos modernos, la celeridad se impone. De este modo, puedes trabajar esas horas, que en otros tiempos tenían que dedicar a andar el camino, al paso del rucio, poco andador por naturaleza.
Estos segadores motorizados marchan ahora a los extremos del sudoeste de la provincia de Ciudad Real donde encontrarán trabajo sin duda alguna y después de haber ganado buenas soldadas, volverán a estas zonas algo más tardías, para acometer los trabajos de siega que ya no pueden demorarse.
Las antiguas recuas que formaban hombres y animales por los caminos de polvo, se han convertido ahora en caravanas disciplinarias de motoristas equipados con hoces, con casco y cazadora de cuero. El cambio experimentado marcha a la par con los avances logrados en materia de maquinaria al servicio del agro. Solo hay una diferencia: que los labradores se ven y se desean para amortizar los tractores y maquinaria por los elevados precios que hay que pagar por ellos y sin embargo, los segadores, especialmente en la siega de las cebadas, pueden amortizar en un solo año el importe de esas motos. Cuando la moto no circula, no consume carburante, lubricantes y rodaje y sin embargo, los burros, comen aunque no trabajen. ¿ Ventajas de la mecanización ?.
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