En 1958, Melchor Díaz-Pinés Pinés, realizó la siguiente crónica informativa, para la Agencia de Noticias CIFRA.
Por fallecimiento de su madre, Dña. Vicenta Naranjo Moraleda, cuyo óbito con cien años cumplidos, ha ocurrido recientemente, un hombre de esta ciudad de Manzanares, D. Antonio León Azorí Naranjo, de 73 años de edad, ha quedado huérfano.
Dña. Vicenta, gozaba de gran popularidad en la ciudad y hasta el último momento de su vida, ha estado al cargo de las faenas domésticas, siempre rodeada de parientes y amistades, en un buen ambiente. Todos han lamentado su fallecimiento.
Vivía desde hace varios años en compañía de su hijo Antonio León, persona tremendamente popular pues era el encargado de la Báscula Municipal, sita en la Calle Toledo, donde se realizaban todas las pesadas de carros y camiones, cargados con productos del campo. De ahí su popularidad y gran estima por parte de todo el vecindario de Manzanares y de otros pueblos de la provincia.
De la dilatada vida de Dña. Vicenta Naranjo Moraleda, se cuentan infinidad de anécdotas pues era mujer muy comunicativa y gustaba de relatar hechos y anécdotas del pasado siglo, tales como hechos de la Guerra de Cuba, en la que habían participado varios manzanareños y sobre todo del reinado de Alfonso XII, de su visita a Aranjuez con motivo de la epidemia de cólera, de la muerte de su esposa Dña, María de las Mercedes y recordaba el nacimiento de su hijo póstumo, D. Alfonso XIII, hijo de Dña. María Cristina.
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