El 5 de Marzo de 1962, Melchor Díaz-Pinés Pinés, envió la siguiente información a la Agencia CIFRA.
La situación de paro que en tiempos pasados se manifestaba muy acusadamente en los comienzos de año, precisamente por la crudeza de la meteorología, no se ha producido en este año de 1962. Bien es cierto que un considerable número de trabajadores ya no viven en Manzanares, al haberse desplazado en los últimos años hacia zonas industriales.
Los trabajos a desarrollar en el pueblo acaparan mucha mano de obra y las labores del campo absorben la totalidad de los brazos disponibles pues el retraso de las faenas que las pasadas lluvias han producido, hay que recuperarlo sin demora.
Especialistas o no, tienen corte abierto en estas inmensidades del viñedo manchego. Nuevas plantaciones, repostura de fallos del pasado año, poda o cachipodado y mullido de las cepas y otras labores de saneamiento, cooperan para que el problema social del paro haya dejado de serlo en estas tierras y las perspectivas que se presentan, son muy buenas en el futuro próximo.
Estas tierras de pan llevar, se barbechan a ritmo acelerado con la intervención de los poderosos y modernos tractores y la vida agrícola en general, camina hacia la total eliminación de este fantasma del paro en este tradicional sector de las tierras manchegas.
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