Bordeamos el pueblo, descendiendo por pintorescos caminos de su lado oeste… y
luego con un ligero bucle por el sur, hasta que llegamos a una zona de vega,
donde un sooo!! advierte a los ocupantes de la tartana que han llegado a su
primer destino…
Bajamos del carro y nos deleitamos unos instantes con el precioso paisaje de
esta vega del Azuer, que se ve muy bonita a estas primeras horas de la mañana y
se presenta a nuestros ojos muy luminosa y atractiva…
Estamos, como hemos dicho, en un hermoso paraje, que me dicen se encuentra a
mitad de camino entre Manzanares y Membrilla, en sus límites territoriales, y
en el lugar por donde surca el Azuer, camino del sur de Manzanares…El Sr.
Cosme, nos comenta que es un sitio con una especial riqueza en restos de la
época más antigua de esta zona de la Mancha…
Allí, ante nosotros, están los restos de un viejo molino, que me dicen es el de
“Santa Ana”, llamado así por una Ermita del mismo nombre, que hubo allí hace
muchos años y que dice la leyenda guardaba un gran tesoro que, en su momento,
terminó custodiado en el Castillo de Manzanares, siendo causa, entonces, de una
disputa patrimonial con el vecino pueblo de Membrilla….Me cuentan que, este
molino de Santa Ana, se encuentra en la zona conocida en el pueblo como “cuarto
recodo”, aludiendo a un ligero meandro del Azuer que, tal como puedo observar,
lo ensancha ligeramente y lo hace idóneo para el baño… Este, y el “tercer
recodo”, un paraje similar, algo más allá, en dirección a Manzanares, son
puntos tradicionales donde los paisanos de Manzanares aprovechan para bañarse
en meses de estío, cuando el Azuer trae suficiente agua….
Me cuentan, según nos acercamos a los restos del molino, que este es bastante
más antiguo que los que luego veremos en el pueblo, después de cruzar el canal
del Azuer o “madre nueva”, es decir, estos molinos los encontraremos y
visitaremos en pleno término municipal de Manzanares…
La alameda donde nos encontramos es conocida como alameda de “Doña Sancha” y,
bordeando el molino, puede verse el caz de su desagüe hacía el curso natural
del Azuer o “madre vieja”, que se atisba unos metros más allá…
Llegado al destartalado molino de Santa Ana, Don Cosme, llama mi atención sobre
pequeños restos cerámicos, aquí y allá, en el suelo que pisamos…me dice que
están por todas partes y que se les estima una antigüedad neolítica…aquí se han
encontrado pequeñas figurillas e 'idolillos' de esa época, algunos de tiempos
romanos…y también restos más recientes de época musulmana. Todo ello,
reflexiono yo, dentro de la lógica humana de aposentarse en zonas próximas al
agua, el elemento primordial de vida….
…Y es ya momento de entender bien todos los vericuetos del Rio Azuer…ante
nuestros ojos encontramos un pequeño puente que, respecto al cual y, enseguida,
este reportero va a tener ocasión y oportunidad de conocer otra más de las
leyendas que acompañan la historia de este increíble pueblo de Manzanares…Nos
acercamos a él, mientras Don Cosme me ilustra sobre dicha leyenda, citada como
cierta en varios libros de historia… La leyenda mencionada, más o menos, fue
así:….Allá por el 26 de Noviembre de 1504, la Reina Católica, Isabel, muere en
Medina del Campo, habiendo manifestado su deseo de ser enterrada en la recíén
conquistada Granada…Por lo que se organizó una comitiva fúnebre que, en el
diseño de su recorrido por la meseta castellana, hacia el sur, habría de pasar
por la villa de Manzanares…..Parece ser que las lluvias de ese otoño en toda la
región, motivaron un Azuer muy crecido en aguas y, ante el previsto paso del
cortejo fúnebre por Manzanares, nuestras autoridades de entonces, improvisaron,
deprisa y corriendo, este pequeño puente, a base de grandes piedras, para
permitir por allí el paso de la Reina muerta…
…A pesar de este carácter improvisado, y supuestamente provisional, el puente
perduró allí más de cinco siglos, para memoria del episodio y de la historia de
Manzanares, llamándosele, desde entonces: “Puente de la Reina”…
Caminamos ligeramente al sur del Puente de la Reina, y llegamos a la
confluencia de dos ramales del Rio… En ese punto, nos detenemos y, Don Cosme,
“profesoral”, dice que es el momento de entender lo de las madres del
Azuer….Continuó diciendo… ”Según miramos al sur, ya solo hay un cauce… es el
Azuer propiamente dicho…al llegar a este lugar donde estamos, la Orden de
Calatrava, en tiempos anteriores al Siglo XVI, decidíó aprovechar mejor el agua
del Azuer de la manera que vamos a ver”… Don Cosme, nos hace ahora girar 180
grados y nuestra vista apunta ahora al sur de Manzanares…
entonces vuelve a decir…”a nuestros pies, y surcando hacia Manzanares podemos observar perfectamente como se inician, desde donde pisamos, los dos ramales del Río…a nuestra izquierda, lo que se llama “Madre Vieja”, curso natural del Río, que llegará “aguas arriba” hasta el “Puente de los Pobres” y, a nuestra derecha, el canal del Azuer, artificial, y también llamado “Madre Nueva”, que, a su inicio, tiene instalado el Puente de la Reina y que, al llegar al pueblo, aboca en el Puente del Calicanto y se continuará por el Paseo del Río, hasta confluir de nuevo con la Madre Vieja, a las afueras de Manzanares en las proximidades del camino de Daimiel”…
entonces vuelve a decir…”a nuestros pies, y surcando hacia Manzanares podemos observar perfectamente como se inician, desde donde pisamos, los dos ramales del Río…a nuestra izquierda, lo que se llama “Madre Vieja”, curso natural del Río, que llegará “aguas arriba” hasta el “Puente de los Pobres” y, a nuestra derecha, el canal del Azuer, artificial, y también llamado “Madre Nueva”, que, a su inicio, tiene instalado el Puente de la Reina y que, al llegar al pueblo, aboca en el Puente del Calicanto y se continuará por el Paseo del Río, hasta confluir de nuevo con la Madre Vieja, a las afueras de Manzanares en las proximidades del camino de Daimiel”…
Es verdad, y cierto, se observa perfectamente una especie de “Y”, cuyos brazos
se dirigen, divergiendo poco a poco, hasta que alcanzan Manzanares, cuya
silueta se aprecia nítida, en el horizonte de esta mañana clara de
primavera…Ahora sí, por primera vez, el reportero es capaz de entender bien lo
de las madres y los canales…
Acaba aquí está crónica, que dará paso…con los pasos inmediatos, a la
siguiente, donde comtemplaremos todo lo que hay más arriba, subiendo la “Madre
Nueva”, hasta los Molinos y el Torreón, punto final de este paseo.
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