En ese Siglo de
Oro manzagato, pleno de acontecimientos en nuestra villa, inicia así Don Cosme
este nuevo relato,… se dio también, como va de sabido, el alumbramiento,
crecimiento y casi terminación de la magnifica Catedral de Manzanares, de la
que sólo faltó, su esbeltísima Torre, concluida en el Siglo XVII”...
“Ya nos
hemos referido con largura a las bellezas y valores de la Catedral de
Manzanares, pero al estar refiriendo ahora la historia de los grandes sucesos
acaecidos en el Siglo de Oro manzagato, no podía faltar en su relatorio, nuevas
alusiones a esta Catedral, ya que, como va dicho antes, se gestó y construyó en
ese espacio temporal”…. “Iré citándole pues, querido reportero, de manera
cronológica, hechos ya referidos, por lo que he de procurar añadir detalles
nuevos a lo ya contado, a fin de que sus relatos no resulten excesivamente
redundantes o reiterativos a sus lectores”…y, sin más dilación, vamos a ello:….
“La primigenia historia del que es, sin duda, el principal icono monumental de
Manzanares, su maravillosa Catedral,.. que siendo tan digna de admirar por
dentro y por fuera, tuvo, en sus primeros tiempos, incluso antes de iniciarse
las obras que la elevarían, majestuosa, a los azules cielos de Manzanares,
avatares complicados y difíciles, por las desavenencias habidas entre algunos
hidalgos calatravos locales, que ejercían de cofrades de la Hermandad de la
Virgen María de Gracia, patrona del Lugar desde su nacimiento, con sus propios
superiores del Maestrazgo de Calatrava, pero también con las autoridades
civiles del concejo de Manzanares, con nuestro párroco de entonces e, incluso,
con el Arzobispado de Toledo”…
“Por todo ello, sigue Don Cosme, vale la pena resumir en un relato toda esa
“biografía neonatal” de la Parroquial de Manzanares, para incidir en algunos
detalles concretos, que hemos ido sabiendo a través de relatos previos, y que
me servirán, sigue Don Cosme, para, con humildad, pero buena intención
aclaratoria, establecer una de esas hipótesis que me gusta plantear, en el
intento de “iluminar” ciertos aspectos oscuros que ocurrieron en esos sus
primeros tiempos… y especular, con la mayor lógica que me sea posible, acerca
del por que sucedieron así…. “Todo eso sucedió en el periodo de tiempo que
medió entre 1499, cuando se ponen las primeras piedras de la Catedral (justo el
mismo año que visitaron el Lugar de Manzanares los Reyes Católicos, Isabel y
Fernando) y 1521, poco antes de inaugurarse al culto la Iglesia Parroquial de
Nuestra Señora de la Virgen Maria de la Altagracia de Manzanares de La Mancha,
termina solemne Don Cosme”… “Y lo primero que hay que decir, por orden
cronológico, es que su construcción se proyectó a finales del Siglo XV… y a
instancias iniciales, seguramente, del Concejo del Lugar de Manzanares, … con
la anuencia inmediata de los máximos regidores de la Orden de Calatrava y del
Arzobispado de Toledo, pero quizá no tanto, sino más bien todo lo contrario, de
los hidalgos calatravos locales, encuadrados en la poderosa Cofradía manzagata
de la Santa María Virgen de Gracia, que enseguida mostraron reticencias y
discrepancia con el Concejo e, incluso, con sus superiores de la Orden y el
Arzobispado toledano, acerca de la patrimonialidad de la Virgen María de
Gracia, Patrona de Manzanares desde sus orígenes, y no sabemos si también con
la propia idea de construir esa nueva parroquial”.
“Y estas discrepancias y
reticencias ocurrieron con seguridad absoluta, ya que quedaron plasmadas en
escritos que nos legó la historia, relacionados con las visitas de inspectores
de la Orden Calatrava, comentarios escritos de los Cofrades y legajos propios
del Concejo…cuyos contenidos ya expusimos en los relatos que hicieron
referencia a la Cofradía y ermita de la Virgen de Gracia, construida por esos
tiempos de finales del XV y principios del XVI”…. “El proyectado traslado de la
primitiva Parroquia de la Aldea, anexa al Castillo, a la imponente Catedral que
se iba a construir,… y el hecho de que esta magnificente y nueva Iglesia
parroquial iba a quedar consagrada bajo la advocación de la patrona Virgen de
la Altagracia, fue percibido por los cofrades que formaban su Hermandad, como
una amenaza al control que ostentaban, en su reducido círculo, sobre el culto a
la Patrona de Manzanares, algo que tenían asegurado, hasta entonces, casi en
exclusiva, en la pequeña y primitiva parroquial de la Calle del Carmen”…. “Y
esos recelos, y las disputas consecuentes, quizá explican bastante de los
vericuetos que se sucedieron en los primeros veinte años de ese siglo XVI,
tiempo en que se terminó la Parroquial de la Plaza”…. “Por un lado, sabemos que
un personaje principal de Manzanares, en ese su siglo de oro, Fray Martín
Sánchez Manzanares, insigne y noble paisano, además de párroco y primera
autoridad eclesial de Manzanares, estaba posicionado del lado del Concejo y de
la Orden de Calatrava… y dispuesto y muy determinado, desde el principio del
proyecto, a llevar a cabo el traslado de la advocación de la Santa María Virgen
de Gracia de la iglesia vieja a la nueva, y quizá,… por ese mismo, y por no
establecer más disenso con los cofrades de la Hermandad de la Virgen de Gracia,
que habían decidido construir una ermita de propiedad exclusiva de la Cofradía,
al norte del poblado…
Fray Martín también decidió que, en la solemne procesión
de traslado de la primitiva parroquial de la calle del Carmen a la recién terminada
de la Plaza, celebrada en 1520, solo paseará el Santísimo Sacramento, mientras
que la Virgen de Gracia, digna por supuesto del mismo paseo, quedó,
seguramente, en la primitiva iglesia, para no irritar más los ánimos de los
disidentes cofrades …y que, quizá, también, y por la misma razón, nuestro
conciliador, pero determinado párroco de entonces,… intercedió para que las
obras de la nueva Iglesia Parroquial de la Plaza se concretaran a la mayor
rapidez posible (fue terminada en el breve plazo de 22 años) …y, en esa misma
línea de hechos consumados y conciliación traer personalmente, desde Alcala de
Henares, en 1521, una nueva, antiquísima y bella imagen goda de la Virgen de
Gracia,… que entronizaría, desde ese momento, la recién inaugurada Parroquial
de Manzanares…. para que, así, la imagen original pudiera permanecer en su
capilla de siempre de la Iglesia primitiva, y quedará, de esa manera, mitigada
la desazón de los cofrades, absolutamente contrarios a perder, o a compartir,
el patrimonio sobre su Virgen de Gracia,…. hasta que. Esta, pudo ser trasladada
finalmente a la Ermita que la Hermandad se encargó de construir en el camino de
Toledo, a las afueras y al norte del Lugar de Manzanares”… “Algunos, han
especulado también, aunque la historia no dejó nada escrito sobre su
significado real, que la pequeña Iglesia que también existió por aquella época
(descubierta integrada en el interior de una casa particular de la calle de la
Iglesia),…. que, al parecer, dio nombre a la dicha calle, que bordea la cara norte
de la nueva parroquial,… y que se supone “ejerció” de “templo parroquial
adjunto”, mientras se construía la cercana y gran parroquial de la Plaza…pudo
tener, allí, en su pequeño altar, tal como presumen algunos con cierta base,
aunque sin constancia histórica, y durante un tiempo no precisado tampoco, a la
primitiva Virgen de Gracia,…. hasta que, también en la nebulosa de la
especulación, quizá fuera trasladada, desde allí, en lugar que desde la
primitiva parroquia de la Calle del Carmen, a la Ermita de la Virgen de
Gracia…. “Así las cosas, se inaugura, por fin, al comienzo del tercer decenio
del Siglo XVI, la nueva parroquia de Manzanares, que, para la época, y recién
estrenada, deslumbró a todo el paisanaje, con su altar mayor entronizado por la
ya mencionada y bella imagen goda de la Virgen de Gracia, y con ornamentos
adicionales no vistos hasta entonces en ningún Templo de Manzanares”…
“Esa
Iglesia era mucho más baja en su altura total que la que podemos ver ahora
mismo”… “ya que, aunque disponía de una pequeña y bonita torre con su
campanario, no tenía nada que ver con la bellísima, inmensa y esbelta aguja
celestial que hoy tenemos a la vista… “tampoco existía entonces, el magnífico
frontispicio que hoy todo el mundo admira”… “y, en la misma línea, su crucero
era mucho más bajo y pequeño, que el actual… su nave, más estrecha, carecía de
las arcadas que hoy la rodean y no estaban construidas las magnificas capillas
que las nobles familias de esta villa fueron añadiendo en años posteriores de
ese siglo de Oro”… “Es decir, lo mejor de ella, de nuestra magnífica Catedral,
estaba por llegar…y estaba por llegar, por que aun no había incidido en su
historia particular, -tal como él solo sabía hacerlo, y con su peculiar
estilo-, ese genial arquitecto almagreño, llamado Enrique Egas… y apodado “el
mozo”, que engrandeció física y artísticamente nuestro templo hasta límites
inimaginables…. ni tampoco esos artesanos locales, auténticos artistas del
encofrado, y de apellido muy local y de siempre en Manzanares, los hermanos
Ruíz Elvira…
“Uno y otros”, sigue Don Cosme, habrían de convertirse, a lo
largo de la segunda mitad del Siglo XVI, en los principales artífices de una
obra sublime, cargada de perfección arquitectónica y capaz de irradiar una
mística especial, que estaba llamada a ser el colofón de oro, de un Siglo de
Oro en Manzanares…
Pero, amigo cronista, acabe aquí su escrito… pues, esa segunda etapa magnífica,
que “elevó” la parroquial de la Plaza a la categoría de Catedral, ya conocida
por otros y anteriores relatos, merece otro nuevo,… para, al igual que en este
que le antecede, especular sobre como se sucedieron sus principales
aconteceres, así como para poder hablar también algo de ciertos personajes
importantes, en esa su particular historia temporal durante la segunda mitad
del Siglo XVI.
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