Mi querido amigo, me dice D. Cosme para
empezar este relato.. Acabamos de ver que el Siglo de las luces tuvo también
muchas sombras… sombras de penuria y muerte, como esas terribles epidemias de
malaria; pero, ciertamente, hubo razones que hicieron válido y ajustado el
apellido “ilustrado”, que también define a esa centuria del XVIII,.. y que aquí,
y ahora, le narra poco a poco, a usted y a sus lectores, este humilde contador
de historias…. Y, sin duda, sigue D Cosme, una de las razones que hicieron
válido ese apellido, “ilustrado” al siglo XVIII en España y, por ende, en
Manzanares, fue la gran cantidad de “datos ilustrativos”, acerca de lugares,
inmuebles, patrimonios, haciendas, tierras, propiedades, industrias y oficios,
(entre otras muchas cosas) referentes a todas las villas y las gentes del
Reino, ya que los Borbones se afanaron, desde el inicio de su égida, a
comienzos de la centuria, y, luego, durante todo el discurrir del siglo XVIII,
en tener relacionadas, controladas y ordenadas, las riquezas y valores del
reino español, con idea y propósito de dejar bien claro a todos sus súbditos, que
la propiedad de las cosas del territorio patrio era, en primera instancia, del
Reyno… y que, en consecuencia, los ciudadanos debían aportar impuestos y parte
de sus réditos al pecunio real.. algo que por otra parte, comenta D. Cosme con
sorna, no hacia especialmente diferentes a los Borbones de otros poderes, en
reinos, naciones y países del Planeta....
De todas las relaciones de ese tipo que se llevaron a cabo en el siglo XVIII, a
instancias de los borbones (y fueron varias); destacó por su riqueza en datos,
la que se conoce para la posteridad como “Catastro de la Ensenada”, haciendo
mención al título que ostentaba la persona que ideó, impulsó y desarrolló esa
idea relacionista, descriptiva y valorativa, cuando fue ministro real, D. Zenón
de Somodevilla Bengoechea, a la sazón: I marqués de la Ensenada, muñidor de la,
sin duda, más completa reedición de aquellas famosas Relaciones Topográficas de
Felipe II, elaboradas dos siglos antes, y que tanto juego dieron para dar
contenido a los relatos sobre el Siglo de Oro de Manzanares;... el mismo que,
ahora, nos dará este Catastro de la Ensenada, como tendrá usted ocasión de
comprobar, para dar contenido a relatos sobre el Siglo Ilustrado.
En breve pincelada biográfica, le diré, amigo cronista, sigue D. Cosme, que D.
Zenón, haciendo honor al Siglo en que vivió, fue un estadista y político
ilustrado, que llegó a ser secretario de Hacienda, Guerra y Marina e Indias.
También, superintendente general de Rentas, lugarteniente general del
Almirantazgo, secretario de Estado, notario de los reinos de España y Caballero
del Toisón de Oro y de la Orden de Malta. Sirvió a tres Reyes, como consejero
de Estado: Felipe V, Fernando VI y Carlos III..
Miembro de una familia hidalga,
noble y de rancio abolengo, fue un hombre muy inteligente, muy culto y muy
trabajador, digno exponente del español ilustrado de aquella época…Podía ser
catalogado como “conservador”; pero, por ese rasgo tan español de la hidalguía,
Don Zenón, siempre tuvo un alto sentido de justicia y equidad, que quedó reflejado
en lo que dimana de la gran obra por la que es conocido, el “Catastro de la
Ensenada”, que fue, en esencia, el intento de crear un Sistema Tributario
moderno y simplificado, que sustituyera al complejo e injusto, vigente hasta
entonces, pródigo en imposiciones indirectas y tributos localistas o
provinciales, como: alcabalas, cientos, servicios y otros diezmos de diferente
tipo, por un Sistema fiscal directo, que pretendía que pagase más quien más
tuviera….
D. Zenón de Somodevilla Bengoechea, I Marqués de la Ensenada. |
Evidentemente, sigue D. Cosme, eso llevaría aparejado una recaudación mucho
mayor para las arcas reales y, también, la posibilidad de canalizar mejor los
réditos obtenidos. En definitiva un sistema fiscal avanzado a su tiempo, muy
solidario y progresista, y sin parangón en el Mundo de por entonces, que, como
va dicho, pretendía hacer pagar a los individuos en función de su riqueza..
La normativa escrita del Catastro de la Ensenada, se incluyó en un Real Decreto
de fecha, 10 de octubre de 1749, y su texto, aparte lo ya comentado -sigue D.
Cosme- indicaba que se tomaría constancia escrita de las propiedades y otras
formas de riqueza….no solo la tierra, también las casas, las rentas del trabajo
y el valor de sus actividades (industria, artesanía, servicios) se
considerarían a la hora de tasar las imposiciones tributarías…Desde luego, y
sin duda, continua D. Cosme, el concepto de control de la renta más avanzado de
la época, por encima de la “puntera Francia”, que mantenía eso del “laissez
faire”, como propuesta de acción en el tratamiento de la economía de las
rentas…
El Marqués de la Ensenada, proponía, por tanto, un sistema de impuestos muy
ambicioso, basado en la propiedad de la renta, más que en la propiedad misma;
lo que incluía entre los “paganos”, sonríe D. Cosme, a rentistas muy poderosos
de la nobleza, exentos hasta entonces de obligaciones fiscales…
Tamaña valoración catastral, se realizó en todas las villas de España, a mitad
de la centuria del XVIII, tras obtener un voluminoso caudal de datos, emanado
de tres tipos de fuentes; a saber: Respuestas a 40 preguntas comunes Respuestas
individuales de vecinos o forasteros con renta en el término, separando laicos
de eclesiásticos… y concreción de “mapas genéricos” resumidos y muy completos,
basados en anteriores relaciones…En 1756, se dío por terminada esta gigantesca
encuesta, a falta de adjuntar el Breve Pontificio que convertía en sujetos
tributarios a los eclesiásticos, y que se expidió el 6 de septiembre de 1757….
Pero, estaba claro, que el proyecto era demasiado ambicioso para la época y para
algo tan intemporal como la fortaleza de los sujetos que habrían de contribuir
más…Desde 1760, Ensenada intentó que las conclusiones de su proyecto se
llevasen a la práctíca… pero, poco a poco, comprobó que iba perdiendo apoyos en
la Corte y su entorno, hasta que abandonó sus gestiones en el año 1776, por
advertir, según sus propias palabras, “falta de voluntad” para aplicarlas… los
sectores más perjudicados de la nobleza y otras alusiones excusivas de política
internacional, lo impidieron, provocando la marginación política del Marqués de
la Ensenada y, con ella, que se llevasen a la practica los resultados de su
catastro…“Eso de que pague más quien más tiene”, mi querido reportero, ni llegó
entonces, ni ha llegado aún, al costumbrismo social de la humanidad!!!, comenta
D. Cosme, con sorna y un deje de excepticismo…
Y, entonces, el hidalgo y solemne D. Cosme aparece en su discurso, como en
otras ocasiones que así lo merecieron, para concluir su descripción sobre la
personalidad, vida y trayectoria del Marques de la Ensenada, diciéndome lo que
sigue, y pidiéndome que lo transcriba, literalmente, en la crónica que estoy
redactando para ustedes… “Aunque el ilustrado Ensenada no pudiese concretar sus
planes, eso no quita ápice de valor a su inconcluso proyecto, que será
considerado, para la posteridad, como el primer intento serio de una Hacienda
Pública, basada en la equidad tributaria, según la renta de cada cual..y eso
fue aquí, en el denostado reino de España…hemos de querernos más!!”.
Sin embargo,
prosigue D. Cosme, para dar fin al relato, quedaron sus libros y un gran legado
informativo que, en lo que hace referencia a la villa de Manzanares, nos
servirá en sucesivas crónicas, para darnos a conocer muchas y diferentes cosas
de cómo eran nuestras gentes, sus vidas y sus haciendas, en aquel ilustrado
siglo XVIII,.. de las más nobles y de las más plebeyas,… de cuales eran sus
cuitas más comunes y de alguna que otra curiosidad,.. nos permitirá saber de
las identidades y de distintas circunstancias particulares de muchos paisanos
de aquel tiempo,… de las rentas y de los bienes de muchos de ellos,… también
conocimos, extensamente, de sus tierras y patrimonios, incluidos de bienes y
hacienda del clero local, algo impensable hasta entonces… Supimos de los oficios
más comunes en la villa, y de su rentabilidad productiva ...de las
características y valor de nuestros espacios físicos,...de nuestras tierras y
sus productos. y, por supuesto, de nuestro río Azuer. .. de sus riquezas y de la
feracidad de su vega… ,…del valor de los inmuebles más importantes de la
villa…de sus industrias y de sus actividades artesanales:….molinería,
agricultura, ganadería, posadas, artesanías, comerciantes, tenderos…y, en
definitiva, de las costumbres y formas de vida de nuestros paisanos de
entonces…Ciertamente, el valor de aquellas encuestas del Marques de la
Ensenada, trascendió a lo pretendido por su fracasado empeño, y sirvió de base,
como ninguna otra cosa escrita por aquel tiempo, para hacernos una idea de la
realidad histórica de aquellos tiempos en España...Y siendo ya de bastante lo
dicho, dejaremos para el siguiente relato, el como y el cuando se gestó todo
ese caudal informativo del Catastro de la Ensenada, en la que nos concierne
particularmente, la excelsa villa de Manzanares de la Mancha….
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