Vimos
en la anterior crónica, querido plumilla, me recuerda D, Cosme, que las tropas
francesas del general Sebastiani habían rodeado a Manzanares, y amenazaban con
tomar nuestra villa en plena Semana Santa de 1809.. Y le comente, sigue
diciéndome,... que, según yo creo, días antes, en aquel marzo de 1809, nuestro
Pastor, Frey Sotomayor, seguramente recibió mensajes o indicaciones de llevar a cabo un pacto de no agresión,
remitidos, de manera indirecta, muy probablemente, por Louis Michel Liger
Belair, el otro general francés que acompañó esta parte de la historia
manzagata de aquel tiempo tan duro, que estaba integrado, en Marzo de 1809, en
la tropa francesa que atacaba La Mancha, al mando de Sebastiani...
Y es casi
seguro también que, de haber sido así, (y los hechos que acaecieron después
avalan esa hipótesis) desde el momento en que Sotomayor recibió esas propuestas
de su anterior juramentado de Manzanares, unos meses antes (junio de 1808),
general Liger Belair, su mente se pondría a trabajar, febrilmente, con un
objetivo primordial... el diseño de la mejor estrategia, entre las posibles,
para preservar al máximo la vida de las gentes de su feligresía, algo que he
querido reflejar en el título que le sugiero para el encabezado de esta
crónica... Y de eso, de todo lo que pudo pasar por la inquieta, clarividente y
calculadora cabeza de Sotomayor, versará este relato, para que se pueda
entender mejor lo que cristalizaría, finalmente, en uno de los sucesos
legendarios, más simbólicos y relevantes de toda la historia de Manzanares...
Ciertamente….y aunque nada de todo lo que voy a contarle quedó escrito, y por
tanto todo queda en especulaciones propias de mi magín, dice jocoso D. Cosme,
Sotomayor no tuvo dudas acerca de la manifiesta desproporción de fuerzas, a
favor de los gabachos, en aquellos momentos,… eso era evidente…y, además, las
noticias que le habían llegado del ejército de Sebastianí, le hablaban de una
tropa muy numerosa, perfectamente equipada, y con gran moral de victoria,.. y
se acercaba a Manzanares en un momento en que la milicia del ejercito manchego asentada
en la villa, no solo se encontraba muy menguada en efectivos, tras la
distribución de tropas que había ordenado Cartaojal,... es que, además, esa
exigua tropa residual que quedó en la villa, estaba muy baja de moral, tras la
destitución de su idolatrado jefe, el coronel Freire (protagonista máximo de la
tercera derrota infringida a los franceses en sus intentos recientes de tomar
Manzanares)…
En esa situación, cualquiera supondría, y mejor que nadie
Sotomayor, que el general Sebastiani no tendría problema en tomar Manzanares
sin grandes dificultades, tanto si lo hacía por las buenas, como si tenía que
hacerlo por las malas. Y es en aquel tiempo de intensas reflexiones de
Sotomayor, sigue hablándome D. Cosme, donde hay una parte de la historia local de
Manzanares que, a mi juicio, no ha sido considerada en toda su probable
magnitud, y que yo le voy a plantear aquí, una vez más, en hipótesis personal,
de cómo pudieron ser, realmente, las cosas. Y es probable que fueran así, o que
al menos Sotomayor se sirviera de la circunstancia, conociendo, como conocemos
ya bastante, la particular forma de actuar de nuestro Pastor, expertísimo en
aprovechar cualquier circunstancia momentánea que le favoreciera en sus
estrategias, por lo que no habría nada de extraño en que esta circunstancia que
ahora le contaré, hubiera sido provocada o inducida por el propio Sotomayor…
Y
paso ya a referirme a esa cuestión, me dice D. Cosme…Como usted bien sabe, el
día 22 de diciembre de 1808, el que fue hasta ese momento Alcalde Mayor de
Manzanares, D. Juan Josef Miret, murió súbitamente en extrañas circunstancias,
y con ello la Presidencia de la Junta Local de Gobierno de Manzanares quedó
vacante, ejerciendo sus funciones, en la práctica, el párroco Sotomayor. La
gente relevante de Manzanares, con la anuencia de D. Pedro, consideró que lo
más oportuno para nuestro pueblo, en aquel momento de zozobra y guerra, era
dejar a Frey Sotomayor como Alcalde en funciones.. Por eso, sigue D.Cosme,
resulta, en principio raro que, precisamente a instancias de Sotomayor, se
nombrase un nuevo Alcalde Mayor para Manzanares, en la persona de D. Vicente
Fernández Castillo, en fecha tan alejada de la muerte de Miret como mediados de
Marzo de 1809:.. Y es que, efectivamente, D. Francisco León Bendicho, Alto
Comisionado de la Junta Suprema Gubernativa, había designado a Fernández
Castillo, el día 17 de Marzo de 1809, como nuevo Alcalde mayor de Manzanares,
"para detener e investigar las tropelías que
poblaciones inquietas y alborotadas cometían con sus alcaldes mayores, casos de
La Solana y Manzanares entre otros.".
Es cierto que en aquellos tiempos revueltos, existían
bastantes atentados contra las autoridades, tal como se pudo dar en los casos
del Alcalde Miret y en el de la vecina Solana… pero, ciertamente, se entiende
bastante mal que, de ser esa la causa, la petición de Sotomayor no se hubiese
solicitado inmediatamente a la muerte de Miret,..Además, como le dije antes, la
gente común de la villa, los miembros de nuestra Junta Local de Gobierno y el
mismo Sotomayor, habían interpretado, entonces, que para la defensa de
Manzanares y sus paisanos, en momentos como esos, lo mejor era no arriesgarse a
tener un nuevo Alcalde, desconocido en la villa, y desconocedor de sus
entresijos.... Por eso, no se pidió a la autoridad central, un nuevo alcalde…
y, por lo mismo, yo me barrunto, sigue D. Cosme, que esta petición ahora,
extemporánea, y cambiando un criterio previo tan lógico como el que se había
dado a la muerte de Miret, fue una estratagema más de Sotomayor, para, en esos
días decisivos, restarse a si mismo el protagonismo de autoridad civil de la
villa, y tener más libertad para gestionar, disimuladamente, las negociaciones
y encuentros que creyó oportuno mantener, al objeto de llevar a buen puerto el
nuevo pacto de no agresión con los franceses, que muy probablemente, y siempre
en mi hipótesis de lo que sucedió, le había ofrecido Liger Belair…
Incluso, me
cabe a mí la duda, prosigue D. Cosme, si no fue Sotomayor, cuando supo de la
vuelta de Liger Belair al ejército francés que operaba en la Mancha, quien
tomase la iniciativa en esos contactos…Sea como fuera, con el “camuflaje civil”
que le ofrecía en Manzanares el nuevo alcalde mayor, Fernández Castillo,
Sotomayor, que ya era muy conocido en los ámbitos de los poderes civiles, tanto
de Francia como de España, podría viajar a pueblos próximos, con más libertad,
y sin levantar sospechas, porque lo haría, al menos aparentemente, solo en
función y en uso de su cargo de Co-visitador de la Orden de Calatrava, algo que,
por razón de ese cargo. le obligaba a viajar con frecuencia a Almagro, Ciudad
Real o, incluso, a Toledo….demasiado sutil y perfecta, para que Sotomayor no
estuviera implicado en la idea de ese nombramiento tardío…
Seguramente, de ser
así las cosas, continua D. Cosme, y permítame la presunción de pensar que así
lo fueron, Sotomayor debió viajar más de una vez, en calidad de su cargo en la
Orden de Calatrava a Almagro, Ciudad Real e, incluso, a Toledo, en territorio
ocupado por Francia, pero con pretensiones civiles en lugar de religiosas…y yo
no descartaría, dice D. Cosme, que, conociendo al personaje, no se hubiera
llegado a reencontrar, físicamente, con el mismísimo Liger Belair, retomando
las intensas charlas que ambos mantuvieron nueve meses antes, en la no menos
intensa segunda semana de Junio de 1908 en Manzanares. Y es casi seguro también
que, aprovechando el nexo común de la profesión católica de los tres
personajes,: Sotomayor, Sebastiani y Liger Bedlair,, nuestro párroco llegase a
la idea de una escenificación religiosa del pacto de no agresión, en que las
dos partes se sentirían cómodas y en el que, además, ese pacto quedaría
bendecido. Quedaba por precisar el lugar de Manzanares donde se escenificaría
el acuerdo, algo que, también seguramente, Sotomayor pensó que debía ser en
nuestra magnifica catedral, el día que llegase a Manzanares Sebastiani….ya
veremos que ese no fue el lugar, y ya le explicaré cual es mi hipótesis del
porque no fue así…pero eso llegará en el relato que vendrá después…
Y, ahora,
en este que le voy narrando, y en la misma línea hipotética del papel del
recién nombrado Alcalde mayor de Manzanares, hay una razón más que refuerza mi
hipótesis personal, bien distinta a la que se dio en su momento.. Cumplida su
“misión”, Vicente Fernández Castillo, al que podíamos llamar el “alcalde
breve”, abandonó por sorpresa Manzanares el día 26 de marzo de 1809, solo 9
días después de ser nombrado…y según él dijo, para resolver asuntos familiares,
con permiso tácito del comisionado… y, por contra, en opinión del síndico
personero, que no debía “estar en el ajo”, sin autorización ni renuncia alguna,
y si sólo por miedo…
Sea como fuere, cuando el 28 de Marzo de 1809, Sebastiani
ordena ocupar Manzanares al Primer Regimiento de Cazadores, mandado por el
coronel francés Régis Barthélemy Mouton-Duvernet, el Alcalde en funciones,
vuelve a ser Sotomayor y, seguramente, ya entonces, tiene perfectamente
perfilado su plan de actuación para el momento de la llegada de Sebastiani a
Manzanares, unos días después…Y, en el mismo contexto de lo que llevó
especulando hasta este momento en la crónica, algo que, le insisto, no
encontrará usted en ningún libro de historia, ni en ningún escrito, (como
ocurre en cualquier pacto secreto, lo que no hace otra cosa que dar solidez a
mi hipótesis), se producirá ese reencuentro de Manzanares con los franceses, y
todo lo que ocurriría en aquel trance, por todo lo ya contado hasta ahora,
resulta bastante probable que fuera conocido previamente, y al detalle, no solo
por Frey D. Pedro Alvarez de Sotomayor, también por los generales Liger Belair
y Sebastiani, que completaban ese trio de personajes trascendentales para
Manzanares en aquellas fechas. De tal manera, que cuando el 29 de Marzo de
1809, el coronel francés Régis Barthélemy Mouton-Duvernet, entra, por fin, en
Manzanares, por el camino de Almagro, no encontraría resistencia alguna, ni
hubo la mínima violencia,,.. Regis, eso sí, debió ser recibido por nuestra
Junta Local. con Sotomayor al frente… llevo a cabo la detención simbólica de
algún mando de la milicia acantonada en el pueblo, y se alojó en el Castillo
con instrucciones muy concretas de sus superiores para lo que estaba por venir
Y
ese suceso que estaba por venir, y como se desarrolló… al que, sin duda, hemos
de considerar como el episodio más legendario, y simbólico de la historia de
Manzanares de La Mancha en el siglo decimonónico, es de lo que versará la
siguiente crónica, que ésta ya dio cumplida cuenta del cómo, creo yo, concluye
D. Cosme, se pergeñó, en la preclara mente de nuestro Pastor y párroco, Frey
Don Pedro Alvarez de Sotomayor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario