El 29 de junio de 1809, trás solo dos semanas de
liberación, las tropas de caballería de Sebastiani habían tomado de nuevo, sin
lucha, Manzanares, aprovechando el repliegue del general Venegas al cuartel
general de su ejército en Santa Elena, tal como le conté en anterior relato, me
dice D. Cosme... Podría presumirse un nuevo tiempo de opresión; pero enseguida
veremos que no fue así...
Entraríamos en un periodo en que la vorágine de idas
y venidas a Manzanares de los ejércitos español y francés, se sucedieron de
manera frenética en el turbulento verano de 1809...Para empezar, le comentaré,
sigue D. Cosme, que los ocupantes de Manzanares mandaron el 31 de junio unos
900 soldados de caballería a tomar Valdepeñas; y que el mismo día de la
reocupación gala de Manzanares, Jose Bonaparte se instalaba en Almagro,
visitando Moral de Calatrava el día 30 de junio, donde publicó un decreto que
nombraba al general Sebastiani, Gobernador de La Mancha...Iba a comenzar
julio, sigue D. Cosme, y parecía claro que el ejército galo controlaría La Mancha hasta Sierra Morena
de manera inminente.. cuando, Venegas, el último día de junio, daba orden para
que unas brigadas españolas se adelantasen a las inmediaciones de las recién
ocupadas: Valdepeñas, La Solana
y Manzanares... a fin de cuantificar en lo posible la tropa enemiga, hostigar a
sus soldados e intentar, a la vez, conseguir víveres para el cuartel general de
Santa Elena, donde escaseaban. Este primer intento de contraataque se frustró
por una gran tormenta, que obligó a la avanzadilla española a retroceder a sus
campamentos... pero, dos días después, el 2 de julio, algún espía hizo llegar a
Venegas que el Rey impuesto, Jose I, marchaba precipitadamente de Almagro a Madrid,
con mucha de la tropa a su cargo.. y, ese mismo día, prosigue D. Cosme, unos
300 jinetes franceses entraron en Manzanares, saqueando casas administrativas y
particulares, tras lo que pusieron pies en polvorosa camino de Madrid...
Ciertamente, continua D. Cosme, como también pensó Sotomayor y nuestra Junta
Local de Gobierno, algo raro pasaba en el ejército enemigo para actuar de esa
manera intempestiva y aparentemente inapropiada... Y, en efecto, claro que
pasaba algo imprevisto por los franceses. Jose I, había recibido ese día 2 de
julio una noticia muy inquietante, el general Cuesta, al mando del ejército
español de Extremadura, junto a los aliados británicos del general Wellesley,
estaba introduciéndose en La
Mancha, para coordinarse con las tropas de Venegas, e iniciar
un avance español hacía Madrid.... Sebastiani, que pretendía permanecer en
Manzanares, recibió de Almagro la orden fulminante de retroceder con sus tropas
a una linea de frente defensivo situada entre Consuegra y Madridejos.. y, con
ello, el destino inmediato de Manzanares, cambiaba otra vez de bando, pasando a
dominio español... No sabemos, me comenta D Cosme, si Sotomayor tuvo tiempo de
contactar con Sebastiani, antes que este se retirase de nuestros lares, porque,
incluso, no hemos sabido si el general francés llegó a estar, fisicamente, en
nuestra villa esos primeros dias de julio, pero lo que si advirtió, una vez
más, Sotomayor es que los dos bandos en litigio no eran capaces (ni unos ni
otros) de establecer posiciones sólidas en La Mancha, haciéndose a la idea que Manzanares, y
sus gentes, por la posición geográfica y estratégica de nuestra villa, iba a
vivir continuas turbulencias en el tiempo próximo...Sotomayor pensó, "para
sus adentros" que, muy a su pesar, tendría que estar muy atento a esos
vaivenes, y "templar gaitas", con unos y con otros, según
correspondiese; pues a veces las ocurrencias españolas también tenían lo
suyo...
Por el momento, continua D. Cosme, a primeros de julio,
el frente de guerra francés quedaba, de nuevo, por encima del rio Guadiana,
entre Consuegra y Madridejos, mientras que las tropas españolas hostigaban con
sus "guerrillas" a las bonapartistas en zonas intermedias y sin mando
definido....Por ej, desde Alcubillas llegaron partidas de ese tipo a La Solana, Membrilla y
Manzanares, mientras desde Santa Cruz lo harían a Valdepeñas y otras villas
próximas. En ese interín, sigue D. Cosme su perorata, un sargento de la Guardia de Honor francesa,
que había desertado, contó a los mandos españoles que Sebastiani tenía unos
12.000 soldados de infantería y unos 2.000 de caballería, a los que había que
añadir los 6.000 infantes que trajo a La Mancha el Rey impostor, y otros 4.000 infantes
más que venían con el general Víctor, lo que sumaban unos total de 24.000
efectivos. De todos estos, sigue D. Cosme, se pensaba que la gran mayoría
estaban ya entonces al norte del Guadiana.. y solo unos 8.000 soldados quedaban
entre Ciudad Real y Miguelturra, según las informaciones que llegaban de los
espías de esas zonas....
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Al igual que los franceses tenían su frente manchego en
la línea Consuegra-Madridejos, los españoles -sigue D. Cosme- disponían el suyo
por El Viso del Marqués, Santa Cruz de Mudela y Venta de Cárdenas... Nuestras
tropas, en los primeros días de julio de 1809, ascendieron desde Sierra Morena
con gran precaución...y siguiendo siempre indicaciones de sus
"confidentes", antes de acercarse a las villas manchegas, penetrar en
ellas y, en su caso, ocuparlas.. En lo que respecta a nuestro pueblo, sigue D.
Cosme, por fín, el 5 de julio, llegó otra jornada feliz...Ese día, una partida
de dragones de caballería española entraba de mañana en Manzanares, se
instalaba en el castillo y hacia efectivo el control de la villa de Manzanares
por el Reino de España; liberándonos de la fugaz ocupación francesa, ante el
gozo y la satisfacción del paisanaje, aunque a nadie se le escapaba ya lo
frágil y voluble que se estaba mostrando la situación militar en toda la región
manchega.... En ese tiempo, continua diciéndome D. Cosme, Venegas y el ejército
manchego, recibían continuamente desertores del ejercito galo.... soldados de
múltiples nacionalidades: prusianos, polacos, italianos, holandeses, alemanes
e, incluso, franceses que, por una parte, ofrecían un importante caudal de
información útil.... pero, por otra, siempre cabía la duda que algunos
estuvieran practicando contraespionaje francés, confundidos entre los
verdaderos desertores... Así las cosas, el 15 de julio, Venegas tuvo noticias
de un movimiento de aproximación del ejército de Sebastiani, con la llegada de
unos 4.000 soldados galos a Villarrubia; lo que motivó, en replica, que el
Brigadier Girón se aproximase hasta Manzanares con una división del Ejército de
La Mancha para
reforzar nuestra posición, algo que inquietó a nuestra gente por la posibilidad
de un nuevo ataque francés, aunque también condicionó una cierta sensación de
seguridad, la presencia de tanto soldado español en Manzanares.. Esa 3ª
División del Ejército de La
Mancha, llegó a Manzanares aquel 15 de julio de 1809 a las cinco y media de
la madrugada y, aparte instalarse en el castillo, mandó "guerrillas"
por los caminos de Arenas y Villarta, al mando de Juan Baños, que se
repartieron en una linea entre la Venta Quesada y la Casa de Madara...mientras
que, otra partida guerrillera, a las ordenes de Juan Morán, vigilaba los
caminos de Herencia y Alcázar....Al día siguiente de todo esto, se celebró en
el castillo de Manzanares una reunión de jefes militares del Ejército de La Mancha. en la que se
concluyó que era imposible un ataque a las lineas del frente galo, sin que se
diera una “batalla general”, algo que era anatema para la Junta General de
Gobierno del Reino de España... Así las cosas, se decidió continuar con las
acciones guerrilleras puntuales, continua D. Cosme,... Por ej, en una de ellas,
el Teniente Coronel Ibarra entró en Villarrubia con cuatro guerrillas.. y, en
otra, una partida de Juan Morán entró en Alcázar de San Juan, al recibirse un
chivatazo acerca de su abandono por los franceses...
El Cuartel General español,
se trasladó esos días de Manzanares a Membrilla, remedando lo que había hecho
Sebastiani un mes antes con el Cuartel General francés.. Nuevos movimientos de
tropas galas, sigue D. Cosme, tomaban Villafranca, Herencia y Alcázar, el día
20 de julio... y una pequeña partida de franceses se dispuso en Las Labores....
Mientras, las tropas españolas reforzaban sus posiciones en Sierra Morena con
reservistas andaluces y preparaban , en secreto, un proyecto de ataque por
Cuenca, en una maniobra que dejaría envuelto a parte del ejército francés en
una "pinza" de soldados españoles...Por un desertor, se conocíó que
los ánimos estaban bajos en la tropa francesa: "por hacer la guerra en España, donde temen siempre
ser asesinados, como porque saben que todo el norte [Europa] se ha declarado la
guerra contra la Francia".
....En esas circunstancias, el 22 de
julio, llegaban a Manzanares cuatro cañones españoles para reforzar nuestro
castillo..., mientras que, al norte, en Venta Quesada, quedaban apostadas unas
guerrillas al mando del Comandante Jerónimo Riglos, que transitaron hacia
Villarta, rehabilitando su puente con unos planchones traidos desde
Manzanares.... El General Venegas, describió, en uno de sus famosos relatos
propagandísticos, el aspecto en que quedaron los pueblos más castigados de La Mancha por ese trasiego
continuo de tropas en Julio de 1809.
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General Horace Sebastiani.
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"La mayor parte de las familias pudientes hace
tiempo dexaron sus casas, que a su vuelta encontraron enteramente saqueadas. No
se ve puerta en las calles que no esté derrotada a impulso de la insaciable
codicia de aquellos infames vándalos. Los pueblos de Santa Cruz, Manzanares,
Valdepeñas y Herencia han sido medio arruinados y destruido enteramente el de
Villarta, donde no vimos al paso por él una casa habitada, y generalmente todas
arruinadas, principalmente puertas y techos que deshacían para encender fuego
con las maderas".
El 28 de julio los aliados angloespañoles dirigidos por
los generales Arthur Wellesley, Gregorio Cuesta y Francisco Venegas, continua
su diserto D. Cosme, derrotaban en Talavera a los bonapartistas, confirmando
los temores del mando francés a primeros de ese mismo mes...Pareciese que el
rumbo de la guerra se inclinaba de nuevo del lado español...pero,
definitivamente, esta era una guerra de continuas alternativas, y pronto se vio
que no iba ser así.
A finales del mes de julio, tras la toma de Talavera, los
acontecimientos bélicos en tierras toledanas dieron tranquilidad a los pueblos
de Ciudad Real... Las tropas españolas entraban entre vítores por los pueblos
toledanos que ofrecían agua, vino y queso a los soldados, que pretendían tomar
Aranjuez y Madrid mas pronto que tarde....Pero, poco tiempo después, el día 11
de agosto, la improvisación y falta de cálculo de Venegas, provocó el desastre español
de la batalla de Almonacid, perdiendo en ella su ejército muchos efectivos
humanos...y, de un plumazo, sus posiciones en La Mancha... Venegas,
tuvo que retroceder bruscamente a Sierra Morena, tras reorganizar el remanente
de sus derrotadas tropas, los días 14
a 16 de agosto...dejando, eso sí, francotiradores en
lugares estratégicos para frenar en lo posible la persecución enemiga...
En
Manzanares, su Alcalde Mayor, Pedro Roncero, informaba con angustia a las
tropas españolas apostadas en el pueblo, que las tropas francesas de Sebastiani
estaban de nuevo en Villarta, unos 5.000 hombres de infantería y 800 de
caballería, seguidos de otros 15.000 del general Víctor....Ante semejante
panorama, los destacamentos militares españoles de Manzanares y Valdepeñas,
recibieron la orden de replegarse a Sierra Morena....La suerte, otra vez,
quedaba echada negativamente para Manzanares, solo unos días después de la
euforia que había motivado el avance, aparentemente imparable, de las tropas
españolas hacia el norte de España en la guerra de la independencia...
Para acabar el relato sobre ese tiempo turbulento de idas
y venidas por La Mancha,
le propongo escriba usted, mi querido plumilla, que el caluroso 18 de agosto de
1809, amaneció Manzanares en un silencio temeroso y casi sepulcral... solo se
oían algunos ladridos de perros, que callaron pronto al escuchar el sonido,
cada vez más cercano, del galope de 500 caballos a eso de las nueve de la
mañana. Eran, efectivamente, y de nuevo, los franceses entrando en Manzanares....pero,
para sorpresa del compungido y expectante vecindario, y de nuestra Junta Local
de Gobierno, pasaron de largo por el camino de Andalucía, tras comprobar que no
quedaba ningún soldado español en nuestra villa.... Lo que estaba por llegar,
querido reportero, concluye D. Cosme, debe ser ya fundamento del siguiente
relato, que este ya ha ido de bastante para describir ese tormentoso verano de
1809 en Manzanares
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