¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

viernes, 4 de noviembre de 2011

¡¡ AQUÍ LA MANCHA !!. Antología de DAIMIEL y de sus complejos agro-industriales.

En Febrero de 1957, Melchor Díaz-Pinés Pinés, elaboró el siguiente reportaje para la Revista Vinícola y de Agricultura, de ZARAGOZA.

Entre el concierto de pueblos manchegos que por méritos propios se hicieran acreedores a una especial distinción, figurará siempre, con caracteres destacados, un pueblo ejemplar al que cualquier adjetivo que pregonara sus excelencias y virtudes, encajaría a maravilla con la idiosincrasia de sus nativos, que en todo tiempo y lugar, honraron sus lares patrios con inflexible criterio de honestidad y apego a la tierra que los viera nacer. Este pueblo distinguido por su laboriosidad, de sobrias maneras y de espíritu emprendedor es DAIMIEL, al que por esas nunca bien ponderadas cualidades raciales, es merecedor, sin ningún género de dudas, a que su fama descuelle y se difunda por todos los ámbitos, bajo el manto de su patrona, la Virgen de las Cruces, su virgencita amada, a la que todos los daimieleños levantaran en sus corazones, el hermoso trono de su cariño y veneración.

San Pedro, Daimiel. Foto de Wikipedia.

En estas llanuras de la Mancha, Daimiel aparece como pueblo industrioso, vitivinicultor y cerealista y entre sus potencias laborales, destacaremos como ejemplaridad indiscutible, a una empresa modelo y de ambiente interprovincial, cuya simple citación en esta Revista, ejercerá el don de la más leal reciprocidad, pues al mencionar su nombre en este reportaje, queriendo enaltecerla, resultará de rechazo, honrada esta publicación, al figurar en sus páginas una empresa de tanto abolengo e importancia comercial.

FEDERICO PINILLA PINILLA, en Testamentaría, es la razón social de este complejo agro-industrial a que nos referimos. Fue fundada por D. Mariano Pinilla Martín de la Sierra en el año de 1850. Continuada por su hijo, D. Joaquín Pinilla Sánchez Bermejo, fue proseguida por su nieto D. Federico Pinilla Pinilla, al que tras su fallecimiento, sucedieron sus hijos, bisnietos del fundador, bajo la denominación " Federico Pinilla Pinilla, en Testamentaría ".

Un acogedor rincón de la Casa Federico Pinilla. Es obligada la visita del forastero para degustar las especialidades de fabricación.

Sus actividades iniciales fueron la agricultura y la ganadería, con bodegas de vinos de cosecha propia, molino de aceite y quesería. Posteriormente se crearon, como complemento de su ciclo de producción: fábrica de aguardientes neutros de residuos vínicos; de alcohol vínico; de aceites de orujos y de jabón común. También se organizó la cría de ganado caballar y mular con parada de sementales, como asimismo la explotación de la ganadería lanar, hoy esmeradamente seleccionada y con la que obtuvo Primer y Segundo Premio en los años 1953 y 1954, respectivamente, en los Concursos de Ciudad Real.
Detalle de la Bodega de Federico Pinilla en Daimiel.

Los cultivos agrícolas se desarrollan esta casa con toda amplitud y minuciosidad, sin escatimar gastos, esfuerzos ni sacrificios, pues el amor que sienten los propietarios hacia sus tierras, les compensa con exceso. Se emplean semillas selectas y tanto en la práctica de las labores y trabajos precisos, como en el empleo de abonos, maquinaria, moderna, tractores, etc., se llevan a cabo con un tecnicismo ejemplar y por fiel consecuencia de ese exquisito cuidado en atender las fincas y los ganados, sus productos resultaron siempre de una superior calidad y así los aceites y el queso manchego puro de oveja, gozaron siempre de una muy justa aceptación por su escrupulosa fabricación. Su moderna almazara consta de cuatro prensas hidráulicas y dos juegos de rulos, con bastidor y está montada bajo unas condiciones técnicas inmejorables.

Cocina típica de la región, de la casa Federico Pinilla, de DAIMIEL.

En el plan de una constante superación y tratando de obtener el máximo rendimientos de sus recursos agrícolas, la capacidad de la bodega se fue aumentando paulatinamente. El antiguo aparato destilador discontinuo de alcohol fue sustituido por un moderno rectificador de dos columnas, marca San Pastor y del sistema Barbés, de 2.000 litros de capacidad de producción de alcohol en 24 horas, apto, además, para la fabricación de Holandas y destilados, por lo que sus alcoholes son francamente excepcionales y de una pureza bien reconocida en el mercado.

Sus vinos, cuya elaboración fue la primera de las industrias derivadas de su explotación agrícola, constituye la máxima preocupación y se le destina la atención que merece, a conciencia y técnicamente perfectos. Su escrupulosidad y el sistema de elaboración por fermentación continua, con un control correcto de temperaturas, da como resultados unas calidades bien equilibradas y altamente estimadas, fiel exponente del tipo de Daimiel. La venta se realiza exclusivamente como cosecheros, aunque a almacenistas de puntos de consumo preferentemente.


Desde sus comienzos, registró la marca para distinguir vinos, mistelas y alcoholes, con el título de " Castillo de Calatrava " y aún existe en Madrid una tienda - ya centenaria- con este mismo rótulo en la fachada, en la calle Amor de Dios núm. 9, creada para la venta al por menor de sus vinos, en sus orígenes, pues hoy está bajo otra dirección.

Aunque no es sistemático en la empresa la presentación a concursos ni exposiciones, ha expuesto, no obstante sus productos. En la Exposición Nacional Vinícola, en 1877, se le concedió Medalla; en la Hispano Francesa de Zaragoza, 1908, fue galardonada igualmente con otra Medalla de Oro y donde culminó el éxito, por la bondad de sus vinos, fue en la I Feria Regional del Vino de la Mancha, en Valdepeñas, en el año 1952, organizada por la Diputación de Ciudad Real, con la colaboración de las de Cuenca, Toledo y Albacete y presidida por D. José Antonio García Noblejas. En este certamen le fueron concedidas las siguientes distinciones: Medalla de Oro al Vino blanco " El Castillo de Calatrava " y Medalla de Plata al vino tinto de esta misma marca, que constituyó un rotundo éxito para la casa Federico Pinilla.

El comportamientos para con sus asalariados - múltiples y por tanto muy dispares en psicología - ha sido en todo tiempo elogiado por propios y extraños. El bien ganado prestigio de bondad, característico en las personas de D. Federico Pinilla y de sus hijos, que hoy llevan las riendas de este emporio de actividades, su comportamiento siempre caballeroso, tenaz y austero en la dirección de la empresa, les permitió crear un ambiente empresarial magnífico, que sin duda ha influido en los éxitos logrados a lo largo de tantos años de actividad. Ellos, agradecidos para con su pueblo que los vio nacer, por ese cariño todo espíritu hacia las cosas de su tierra, tuvieron siempre abiertos sus graneros y Daimiel no sufrió hambre en momentos muy críticos de la Guerra Civil y seguirán siempre con los suyos, coterráneos, condiscípulos, amigos, amando sus cultivos, sus vinos ... ¡ y su Mancha !.

Y como separata de las actividades puramente mercantiles y en terrenos por completo alejados de esas actividades, aparece representado el apellido Pinilla, de preclaro linaje, en la eximia figura de Dña. María Pinilla Chacón.
Finca Granja de la Esperanza, Grupo Escuela-Cantina " Reina de los Angeles ". Daimiel.

Dama de profundas convicciones cristianas, ha dedicado toda su vida a atender necesidades de sus semejantes, prodigando su caridad incontenible.


La altruista culminación de sus desvelos, la ha llevado a la creación de una Escuela-Cantina, denominada " Granja de la Esperanza ", en la que reciben educación e instrucción religiosa los hijos de los campesinos, pescadores y caseros. La finca está situada a 13 kilómetros de Daimiel, en la misma ribera del Guadiana. Tiene anejo una preciosa capilla dedicada y bajo la advocación de la " Reina de los Angeles" y un comedor para los pequeños escolares, a cuyo sustento atiende por igual, ayudada con alguna aportación de los propietarios de fincas colindantes.

Este es, pues, el sucinto reportaje de una apellido que honra a un pueblo como DAIMIEL, en la hidalga Mancha cervantina. ¡ Loor a la magnanimidad !.

En Daimiel, Febero de 1957.

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