¿Damos un paseito por Manzanares?

¡Bienvenido/a a este blog!

¡Bienvenido a este 'blog'!
Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

HERMANADAS.

M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

lunes, 15 de junio de 2020

261). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: LA GESTACION DE UN ENCUENTRO LEGENDARIO…


Toca ya, querido plumilla, me comenta D. Cosme al inicio de esta crónica, hablar de ese episodio legendario y simbólico en la historia de Manzanares. que dejamos apuntado al termino del anterior relato. Sabemos ya, continua, que el 29 de Marzo de 1809, miércoles de Semana Santa, el coronel francés Régis Barthélemy, siguiendo órdenes del general Sebastianí, entra en Manzanares con su tropa por el camino de Almagro y toma la villa sin encontrar resistencia…

Y sabe usted también, sigue diciéndome D. Cosme, que, en mi modesta opinión, todo este proceso de la toma de Manzanares por los galos, posiblemente tuvo tras de sí un acuerdo entre el general Liger Belair y nuestro Pastor, Frey Sotomayor…que, en realidad, fue la recuperación del mismo pacto de no agresión que ambos sellaron en secreto nueve meses antes, en la semana posterior a la tragedia del 6 de junio de 1808 en el hospital de sangre francés de Manzanares, Entonces fue, sigue D. Cosme, donde realmente Frey Sotomayor obtuvo el perdón francés para Manzanares...y, ahora, en marzo de 1809 , los idus del destino habían puesto, frente a frente, otra vez, a los mismos personajes, y, según yo creo, ambos tuvieron, casi a la par, la ideación de reiterar aquel acuerdo tan exitoso…
Y aunque, en esta segunda parte de la historia de pacto que les unía, Liger Belair quedase a la sombra de su jefe Sebastiani, quien reclamaba para si la toma de ese símbolo de resistencia hispana, llamado Manzanares de la Mancha, para poder mostrarlo, cual “cabeza del Bautista”, al jefe máximo, el Emperador Napoleón Bonaparte, eso era lo de menos para Manzanares, lo importante era que Sebastiani se subiera al carro del acuerdo tácito y secreto que Sotomayor y Liger tenían establecido. Fue fácil, Sebastiani, práctico y diplomático, en olor de triunfo, dio su visto bueno, y las instrucciones pertinentes a Barthelemy, para que la toma de Manzanares se hiciera sin violencia, de acuerdo con ese trato... Eso le convenía, en cuanto a rapidez y limpieza en el hecho, y en cuanto a prestigio personal. En tanto, en Manzanares, justo al inicio de la Semana Santa (al alba del lunes santo de 1809), ocurre la sospechosa "desaparición voluntaria", del alcalde mayor de la villa, D. Vicente Fernández Castillo, que había tomado posesión de su cargo, solo nueve días antes de su "huida",... y, Sotomayor, "no tuvo más remedio" que recuperar el mando civil, algo que seguramente hizo con agrado, pues, quizás, ya lo tenía previsto...
Sea como fuere, continua D. Cosme, esa coyuntura, como todas las que se le presentaron en su trayectoria vital, D. Pedro la aprovechó de inmediato, y le sirvió para que sus sermones y homilías de los primeros días de la Semana Santa de 1809, y los edictos que su pluma dejó manuscritos en el Consistorio, tuvieran el mismo aire de prudencia, "por si llegasen los franceses", pidiendo, encarecidamente, a los feligreses y a los notables y comunes de la villa, una actitud no beligerante, ante la evidente desproporción de fuerzas en que se encontraba Manzanares, respecto al ejército galo, dejando caer de manera sutil, que: "tal como había sucedido meses antes, la providencia, ayudada por todas nuestras oraciones, nos alcanzará la magnanimidad de Dios"...con lo que, a su estilo de decir sin decir, dejaba caer a su pueblo que tenía controlada la situación... 

El sentido común que acompañó siempre a nuestra gente, prosigue D. Cosme, y la confianza que todos tenían en a su Pastor, junto a otros mensajes indirectos que, probablemente, el propio Sotomayor difundió a personajes relevantes de la villa, para que los extendieran a la gente común, en los que hacía ver lo que sucedería si llegaban los franceses, fueron más que suficientes para que el espíritu combativo que convirtió a nuestro pueblo en un símbolo de resistencia, se tornase, ahora, en una actitud pausada, con visión de futuro, dejar a Manzanares incólume a la previsible disposición vengativa de los galos, por el trágico episodio del asalto al hospital en junio de 1808, y por las más recientes derrotas consecutivas, infringidas a los dragones de Latour Maubourg..
Es casi seguro, continua D. Cosme, que Sotomayor pensó en una escenificación religiosa del pacto secreto con los franceses, porque, así, lo sacaba del ámbito de lo civil y lo colocaba en el espiritual, algo que evitaba su publicación y difusión en edictos municipales, partes militares y otros escritos oficiales, que le darían una trascendencia no deseable a ojos de las superioridades cívico-militares de Francia y España, que no estaban para componendas en aquellos tiempos, lo que explicará luego, muy bien, la ausencia de referencias sobre un episodio tan trascendente, tanto en escritos de los protagonistas directos del mismo, como en otros registros oficiales.. formaba parte de lo pactado y, ambas partes, muy interesadas en el acuerdo, lo cumplieron estrictamente. Por otro lado, sabemos por crónicas anteriores, que Sotomayor conocía del catolicismo acendrado de Sebastiani y Liger Belair, por lo que, ambos generales, seguramente verían bien una representación religiosa del pacto. De hecho, muy probablemente, de ser cierta mi teoría, sigue D. Cosme, Sotomayor haría saber a Liger Belair lo que él había pensado, y las razones de ese pensamiento... y, seguramente, a Liger Belair le pareció una gran idea, porque, ciertamente, lo era.. Y esa idea de Sotomayor -dice D. Cosme- a nadie le extrañará cual fue.... Desde que llegó como Pastor a Manzanares, D. Pedro sentía especial devoción por la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón, ya erigido en el más importante icono espiritual de Manzanares. Si la cosa, para cualquier observador. estaba clara, mucho más para el inteligentísimo pastor del paisanaje manzagato...

 Ese acto, con alguna ofrenda floral, o rendición simbólica de armas, giraría en torno a la imagen de nuestro Cristo Arrodillado, que para más "inri" (y nunca mejor dicho, me dice entre paréntesis un D. Cosme sonriente) se apellidaba "del Perdón", justo lo que se quería simbolizar...Con ese pensamiento y decisión tomada, a Sotomayor le faltaba concretar "el donde y el cuando" de la representación.. El donde, para Sotomayor estaba claro, en la parroquial; la Catedral de Manzanares, algo que realzaría el acto e impresionaría favorablemente a Sebastiani, fervoroso católico, que quedaría admirado por la belleza de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón, integrada en el no menos bellísimo Altar Mayor de nuestra catedral.... Y los hechos temporales de la nueva llegada de los franceses a Manzanares, no hicieron otra cosa que facilitar esa idea, pues el coronel francés Régis Barthélemy, tomó nuestra villa un miercoles santo... Por tanto, sigue D. Cosme, nada más oportuno que intentar planificar la llegada de Sebastiani a Manzanares, para dos días después, viernes santo, fecha central de la Pasión y de la Semana Santa, en que la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón, estaría entronizando el Altar Mayor de nuestra Catedral, previamente a su procesión por la villa....Y el proyecto de un acto así, seguramente fue lo que Sotomayor propuso a Barthelemy, quizá el mismo día en que sus tropas entraron en Manzanares, para que lo hiciese llegar con tiempo al General Horacio Sebastianí, en su cuartel de Santa Cruz de Mudela... Y muy probablemente, al día siguiente, jueves santo, cuando Sebastiani recibió el mensaje de Sotomayor, la idea le pareciese genial, porque, ciertamente, lo era....El paso por las Iglesias parroquiales de los pueblos era, en las guerras de entonces, un acto protocolario frecuente cuando llegaba una tropa, y se quería hacer una muestra de desagravio o perdón por parte de la fuerza ocupante, o de acogida no beligerante de parte de los ocupados...justo lo que se pretendía representar en Manzanares...Un encuentro místico, y mutuamente compasivo, llevado a cabo en el ámbito íntimo de lo eclesial, con ánimo de exclusiva trascendencia local, sin que nada quedase escrito en los ámbitos civil y militar de Francia o España, donde un pacto de ese estilo podría no ser bien entendido, pero en el que Sotomayor y Sebastiani estaban de acuerdo, y se habían juramentado para que saliera bien. De ser así, Sotomayor volvería a lograr su principal objetivo como Pastor, la indemnidad del paisanaje manzagato; y Sebastianí podría mostrarse ante Napoleón como la figura que había conseguido la conquista de ese símbolo de resistencia hispánica, llamado Manzanares. De modo que, seguramente, en Manzanares, Sotomayor y la gente relevante de la villa quedaron a la espera de la llegada de Sebastianí, hacia el medio día del viernes santo, 31 de Marzo de 1809.. Sin embargo, continua D. Cosme, las cosas se torcieron de manera inesperada... A primera hora de la mañana de ese viernes santo, cuando Sebastianí salía ya hacia Manzanares, recibió la noticia de la presencia de tropas españolas cerca de Ciudad Real…Alarmado, decidió ir directamente a la capital, obviando el acto programado en Manzanares.. Ese imprevisto da, a mi juicio, verosimilitud a la existencia del acuerdo previo, sigue comentando D. Cosme.. Es evidente que, de no conocer Sotomayor nada de lo que se proponía Sebastiani esa mañana de viernes santo, es casi imposible que se le hubiera ocurrido salir al paso de una comitiva militar francesa que, subiendo de Santa Cruz de Mudela, por el camino de Andalucía, en las inmediaciones de nuestra villa, tomaría un desvío hacia Ciudad Real…. Seguramente, Sebastianí, igual de interesado que Sotomayor en que el presunto pacto saliera bien, envió una avanzadilla a Manzanares, que, a través de Barthelemy, informó a Sotomayor para que cambiase la fecha del acto previsto…Y, Sotomayor, que no se arredaba ante nada, tras la sorpresa inicial, como no le gustó la idea de aplazar el encuentro, improvisó, sobre la marcha, un plan alternativo. Ese día de viernes santo, Nuestro Padre Jesús del Perdón, haría una procesión tempranera, inhabitual a la de todos los años,… Y, así, seguramente también, la misma avanzadilla francesa que había llegado a Manzanares informando del cambio de planes, retornó al encuentro del general francés, le encontró en el camino, y le planteó la alternativa ofrecida por Sotomayor, con el nuevo punto de encuentro, la Ermita del Cristo de la Agonía, a las afueras de la villa, lindante al camino de Andalucía, por donde la tropa francesa transitaría, justo antes de desviarse a Ciudad Real. Allí, al lado de la Ermita, se podría realizar un breve acto, que no retrasaría mucho la llegada de Sebastiani a Ciudad Real, y que, aunque no tendría la brillantez del previsto, si mantendría las mismas connotaciones y objetivos…Sebastianí debió sorprenderse por la determinación de Sotomayor, pero como estaba igual de interesado, mostró su beneplácito, e hizo volver a Manzanares a la avanzadilla de su tropa, con su anuencia para el nuevo plan…
En Manzanares, sigue D. Cosme, Sotomayor, suspiró aliviado, y sin tiempo que perder, convocó al pueblo en la Plaza, posiblemente a toque de campana,…y desde alguno de los balconcillos de la Catedral, pidió a la numerosa gente que se congregó allí que le acompañase, con Nuestro Padre Jesús del Perdón, a realizar, inmediatamente, una procesión muy particular hasta la Ermita del Cristo de la Agonía
Y deje usted aquí la pluma a descansar, mi querido reportero, para el siguiente relato, que versará, en exclusiva, porque así lo merece, acerca del como, yo pienso, se desarrolló, en la práctica, ese encuentro lleno de mística, lirismo y leyenda, que jalonará para siempre, en los siglos venideros, la larga y brillante historia de Manzanares de La Mancha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario