¿Damos un paseito por Manzanares?

¡Bienvenido/a a este blog!

¡Bienvenido a este 'blog'!
Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

HERMANADAS.

M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

martes, 16 de junio de 2020

262).RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912. UN ENCUENTRO DE LEYENDA…QUE ES HISTORIA.


Mi querido reportero, me dice D. Cosme para iniciar la crónica, Manzanares amaneció el día 31 de Marzo de 1809, en la expectativa anunciada por el ejército francés de la llegada a nuestra villa del General Sebastiani, tras su paseo triunfal por La Mancha hasta Sierra Morena, para inmortalizarse ante el Mundo, y ante Napoleón, como el conquistador de ese símbolo de resistencia ibérica llamado Manzanares de La Mancha...

Sotomayor, seguramente, ya tendría todo preparado para el acto de recepción del general francés en la Catedral…Pero la noticia inesperada de la presencia de tropa española cerca de Ciudad Real, truncaba, al tiempo de salir Sebastiani de Santa Cruz de Mudela hacía Manzanares, ese acto simbólico, pues resultaba perentorio para Sebastiani acudir directamente a Ciudad Real, dejando a un lado la visita a Manzanares... 

Todo lo preparado por Frey Sotomayor, máxima autoridad de Manzanares en aquel momento, seguramente un acto expresivo de mutuo perdón en la Catedral, quedó suspendido en aquel momento, y, por eso mismo, yo pienso, sigue D. Cosme, que la única posibilidad que existía para que Sotomayor se enterase del cambio de planes, y pudiese reaccionar como lo hizo, es que ese encuentro estuviese pactado de antemano.. y que, al no poder cumplirlo, Sebastiani le informase que iría directamente a Ciudad Real… Lo más probable, es que alguna avanzadilla de la comitiva militar de Sebastiani, llegase a nuestra villa con el fin de anunciar ese cambio de planes al mando del contingente de tropas francesas que ocupaba Manzanares desde dos días antes, para que se lo hiciesen saber a Sotomayor... La mente ágil y determinada de D. Pedro, se hizo cuenta, enseguida, que Sebastiani tendría que llegar desde Santa Cruz, por el Camino Real de Andalucía, hasta los contornos de Manzanares, donde se encontraba el desvío viario que enfilaba a Ciudad Real… y, en ese mismo instante, como no le gustaba nada aplazar el encuentro, cristalizó su idea de mantenerlo para ese mismo día de viernes santo, aunque no en el lugar que él había elegido, sino en otro, el pequeño humilladero de San Cristobal., que estaba ubicado en la cima de un pequeño cerrete a la entrada sur de Manzanares desde el camino de Andalucía, y que quedaba relativamente próximo al desvío que Sebastiani tenía que tomar para llegar a Ciudad Real., lo que permitiría realizar allí un breve acto, sin demorar mucho su llegada a la capital…. 

Y, sigue D. Cosme, Sotomayor, hombre de hechos, poco dado a la lamentación improductiva, debió decirse enseguida a si mismo, que ningún lugar mejor elegido que el humilladero donde los viajeros que entraban o salían de Manzanares, oraban un rato para que la providencia les protegiese en su viaje. Respecto a eso, podía armar su discurso ante el viajero Sebastiani... Solo faltaba que, este, diese su anuencia al nuevo emplazamiento del encuentro…y, seguramente, la misma avanzadilla partió al galope de nuevo al encuentro con el general, y retornó a Manzanares con su anuencia en unas dos horas… No había tiempo que perder, pues el grueso de la comitiva de Sebastiani estaría ya en las cercanías de Valdepeñas…


Frey Sotomayor convocó al pueblo de Manzanares, desde su Catedral a toque de campana…y, en unos minutos, se congregó en la Plaza una gran multitud, extrañada por esa llamada de su Pastor. Los paisanos que quedaban en el pueblo, (algunos habían huido a las quinterías y a otros villorrios alejados de los caminos reales) habían comprobado, sigue D. Cosme, que en los dos días que llevaban en la villa los soldados galos, no habían cometido desmán alguno, pero el temor de una posible venganza francesa a nuestra villa y sus gentes, por la matanza del hospital y las recientes humillaciones provocadas a los Dragones de Latour, aun se palpaba en el ambiente....¿que querría decirles el párroco, en esa coyuntura?, se preguntaban todos los que iban llenando la Plaza...sin duda debía ser algo de enjundia... y, además, consentido por los ocupantes franceses...lo cual, siendo inquietante, les daba cierta tranquilidad...

Esa expectación enigmática solo duró una media hora, hasta que D. Pedro Alvarez de Sotomayor advirtió que ya había suficiente gente en la Plaza; entonces apareció, erguido y esbelto, con gesto serio y solemne, en uno de los balcones de la fachada principal del Templo... Con voz firme y potente, que los presentes escucharon de manera nítida, Sotomayor, simplemente, y por la premura del tiempo con que contaba, pidió a los allí congregados que le acompañasen en procesión, con la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón, a encontrar al mando de la tropa francesa en el Humilladero de San Cristobal, ya que, contra lo anunciado, no entraría a Manzanares, pero si pasaría por allí, después del mediodía, y sería en ese Humilladero donde se llevaría a cabo el acto previsto en la Parroquial…

Sin más dilación, unos cuantos paisanos, entraron en la Catedral, para portar las andas de la imponente imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón…la sacaron por la puerta principal al Atrio, donde Sotomayor, y los allí congregados, hicieron una pequeña oración, para, inmediatamente, salir por la Plaza y enfilar la calle de la cárcel, buscando el Camino Real de Andalucía…. Sotomayor, y algunos miembros del Cabildo, encabezaban la comitiva.. detrás, la imagen de nuestro Cristo Arrodillado del Perdón e, inmediatamente después, una gran multitud de paisanos, decididos a enfrentarse al riesgo evidente de un encuentro así, confiados en la palabra del Pastor y en el icono espiritual de Manzanares, su adorado Cristo del Perdón.. La comitiva transitó con agilidad los, más o menos, 3.500 pies que separan la Catedral del Humilladero, llegando allí con el tiempo justo, pues solo pasaron unos minutos, cuando ya vieron aparecer la primeras unidades a caballo de la imponente tropa del General Sebastianí, que se acercaba, marcial y perfectamente uniformada....

Todo lo que se ha dicho, contado y escrito con posterioridad, mi querido cronista… acerca de lo que ocurrió durante el desarrollo de aquel histórico suceso, permanece en la leyenda y la tradición oral… Por tanto, yo, sigue D. Cosme, le daré mi versión de cómo creo se pudo desarrollar ese mítico encuentro, y la que creo es la razón por la que nada quedó relatado del mismo en escritos hispanos o franceses. Empezaré por esto último que, a mi juicio, solo se explica razonablemente bien (como otros hechos de este episodio) si asumimos que todo quedó pactado así…pues, ciertamente, en lo inmediato, a ninguno de los acordantes le interesaba que trascendiera…se hubiese visto como una componenda inaceptable en tiempos de guerra, para cualquiera de los dos bandos en conflicto… Pero se dio la feliz circunstancia que el general Sebastiani no podía demorarse mucho más tiempo, en notificar la toma de Manzanares a un Napoleón que la esperaba inquieto… y, por nuestra parte, Sotomayor, que tenía muy clara la prioridad de mantener indemne a la gente de Manzanares, tampoco quiso demorar ese acuerdo no escrito, pero ratificado en un acto eclesial, en el que ambas partes se juramentaron más o menos asi: “nadie de los protagonistas escribiría nunca nada de lo acordado”.. Y a fe que cumplieron,.. Sebastiani nunca se refirió para nada al episodio en sus partes o escritos posteriores, y lo mismo hizo Sotomayor.. que, incluso, ordenó al clero local que redacto el famoso Manuscrito de la Merced, (donde se dio cuenta de numerosos aconteceres de Manzanares en la guerra de independencia) que no escribieran nada del suceso. 

Ciertamente, para cualquiera, resulta casi increíble que, en 1815, recién terminada la guerra, y liberada toda España de franceses, un episodio como aquel, que se instaló para siempre en la mitología histórica de Manzanares, quedase inédito en aquel manuscrito… pero eso, otra vez más, es algo que avala la existencia de un pacto, del que nunca se escribiría nada... conociendo a Sotomayor, su cumplimiento no solo estaba asegurado…es que era obligado, ya que estaba consagrado ante Dios y la Iglesia. 

Para acabar el relato, me dice D. Cosme, y por eso lo dejo para el final, nada mejor que la descripción del encuentro, tal como yo creo ocurrió... Muchas versiones del suceso, refieren que Sotomayor se arrodilló ante Sebastiani, implorando su perdón para Manzanares, en actitud sumisa y casi humillante... pero yo creo que no sucedió de esa manera, D. Pedro siempre defendió sus causas llevando la iniciativa, mucho más si iban de la mano de sus firmes creencias cristianas, como era el caso. Además, por lo que sabía de Sebastiani, estaba muy confiado en que dicho general cumpliría su parte…si no lo hubiese estado, nunca se hubiera arriesgado a poner (literalmente) a los pies de los caballos franceses, a gran parte de su pueblo, que procesionó con él hasta el humilladero de San Cristobal. otra razón más de las que avalan que todo estaba pactado previamente...

Así las cosas, y según mis razones, cuando Sebastiani y Sotomayor estuvieron frente a frente, se miraron a los ojos…y, seguramente, Sotomayor se dirigió a Sebastiani en los siguiente o parecidos términos “Señor, ante vos, el pueblo de Manzanares, y su Cristo Arrodillado del Perdón, que esta misma noche de viernes santo, según nuestra común tradición cristiana, dará su vida para redimir la de todos los hombres y mujeres de la Tierra…sacrificio que hizo con la intención eterna de que su ejemplo de perdón incondicional, reflejado perfectamente en la mirada de la imagen que nos acompaña, perdurase siempre, como orden divina, en la actitud de todos los perdonados…Nos toca hoy, por tanto, y más que nunca en este día de la Pasión de Cristo, obedecer ese mandato a los que creemos y practicamos la misma fe católica

El ardoroso y siempre convincente discurso de Sotomayor, escuchado y bien entendido por otro ferviente católico, como el general Sebastiani, dejó en el escenario, la ineludible actitud mutua de perdón acordada…y debió conmocionar tanto el alma de Sebastiani, que bajo de su caballo.. y se arrodilló ante la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón, tomando, entonces, Sotomayor, la misma actitud genuflexa … para, juntos, orar unos momentos ante ese Cristo conmiserativo que les perdonaba, pero, también, les exigía un mismo pacto de mutuo perdón... Concluida la oración, Sotomayor y Sebastiani se levantaron…y en un gesto que quizá no estaba previsto, el general se despojó de su verde fajín de seda, anudándolo a la cintura de Nuestro Padre Jesús del Perdón. 

Ese fajín, conservado en la Ermita de la Veracruz, procesionaría, siempre, todos los viernes santos que se sucedíeron, y se sucederán, anudado a la cintura del, hoy ya, Patrono oficial de Manzanares, Nuestro Padre Jesús del Perdón,.. y quedaría para la historia de Manzanares como único testigo, mudo y agrafo, de aquel encuentro mítico que simbolizaba el mutuo perdón entre la Francia napoleónica y la insigne villa de Manzanares de La Mancha.

 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario