El 15 de Abril de 1969, Melchor Díaz-Pinés Pinés, envió el siguiente reportaje a la revista vínícola 'La Pámpana de Baco ':
Un canto al queso y al vino se va a dedicar en este modesto reportaje, por las buenas ligas que de siempre hicieron estos dos destacados productos agropecuarios y como homenaje justísimo, en estos momentos en los que La Mancha los enaltece.
Gloriosas jornadas en las que siempre marcharon hermanados el vino y el queso. En las que se promocionaron ambos, por méritos propios. La bota del buen vino y el trozo del buen queso, son sabedores de grandes hazañas que los siglos vieron. Esta fama no data de los últimos tiempos porque es de siglos. Son millones y millones de kilos de queso y litros de vino los que contaron, siempre unidos e inseparables, como base ó complemento para la subsistencia del hombre.
Rincón típico manchego de tiempos pasados. Foto M. Díaz-Pinés |
La tapa de queso y el vaso de vino son pretéritos pero han trascendido a nuestros días porque son imprescindibles. ¡ Qué feliz conjunción de valores gustativos y alimenticios !. ¡ Qué delicia para el paladar !.
Como comida fuerte en el camino, como merienda, para postre y en especial para el chateo, no tienen rival y así los asociamos para estimar sus grandes condiciones culinarias en salsas y combinados, perfectamente compatibles queso-vino.
El vino es producto del sol y de la tierra y el queso es también consecuencia de los efectos del sol y de los pastos de esta bendita tierra nuestra. El vino bueno ejerce las laudables funciones de estimulante y el queso, reconforta y vitaliza. Sus caminos son paralelos a los efectos nutritivos y se complementan sabiamente. Vino y queso, viejos amigos son, en la labor que les fuera encomendada por el Creador. Su papel está siendo modelo de constancia y desinterés.
Típica y antigua industria quesera de Manzanares. Foto T. Díaz-Pinés |
Escritos hay en los que se dice que los fenicios contribuyeron con mucha eficacia a la elaboración del vino pero también se sabe que como los aquí producidos, mejoraron a los suyos en aroma, se llevaban de España fuertes cantidades de cepas, vinos y quesos de la rivera del Río Ana.
El vino ha corrido a raudales en toda clase de festejos y saraos pero en todo tiempo ha sido su 'coéquipier' más compenetrado el archipopular queso de oveja manchego. Justo es que tanto el queso, como el vino reciban el homenaje que tienen bien merecido.
La carrera del vino y su coaligado el queso ha sido una trayectoria sin altibajos y siempre 'in crescendo', pero ya ha llegado la hora 'H' en las que las señeras figuras del orondo queso, nutritivo y sabroso y el vino, chispeante y aromático, por si alguien lo duda, pasen a ocupan el lugar que les corresponde en el buen gustar de la humanidad viviente. ¡ Nuestro homenaje para ellos !.
No hay comentarios:
Publicar un comentario