El 20 de Abril de 1960, Melchor Díaz-Pinés Pinés, envió el siguiente reportaje a la Agencia Nacional de Noticias, 'CIFRA'.
El empleado de una importante entidad bancaria de esta ciudad de Manzanares, D. José Villegas Serrano, ha conseguido establecer cordiales amistades entre dos animales que están considerados de lo más antagónicos de la creación.
Entusiasta cazador, ha tenido la paciencia de adiestrar en su domicilio a su perra - eminentemente cazadora como fruto del cruce de la raza Setter con Pachón - y a dos perdices rojas castellanas. Tras ímprobos trabajos, ha conseguido armonizarlos de tal manera, que les pone de comer en el mismo plato y alternan en la comida los tres animalitos juntos, sin que entre ellos surja la menor disputa ni el natural recelo, que sería lógico, al tratarse de irreconciliables enemigos.
La amistad entre estos animales de tan diferente especie está ya lograda y nadie podrá distanciarles pero lo insólito del caso es que cuando el Sr. Villegas sale de caza, lleva siempre a esta perra, que sabiendo cumplir con su deber, cobra las perdices abatidas por su dueño con la mayor naturalidad y se las entrega ... algo así como si olvidara por un momento los lazos de amistad que le une a ellas en la casa y solo pensara en el cumplimiento de la obligación de servir a su amo.
Este extraordinaria caso de domesticidad y amistad entre animales, es conocido en los ambientes cazadoras de la zona y por supuesto, es objeto de muy sabrosos comentarios.
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