“Pues si querido reportero, titulará usted
así el nuevo relato, para refrendar al mundo de sus lectores que, en
Manzanares, y en su Siglo de Oro, tuvimos entre nosotros, en la intensa
fugacidad de algo menos de un día, a una santa, que... como cuando finaliza un
buen cuento, se puede decir que, en este pueblo, ella y su séquito, fueron
felices y, aunque no comieron, si que cenaron perdices”...
“Me refiero, ni más ni menos, a la fundadora de la Orden del Carmelo, Santa
Teresa de Jesús”…. “Hablamos ya de ella, en otra ocasión, con motivo de un
relato descriptivo de la Calle del Carmen, al comentar la historia de una de
las mansiones de más rancio abolengo de este pueblo, la de la familia Merino,
precisamente el caserón donde moró Santa Teresa cuando su breve estancia en
Manzanares”… “Y como quiera que, ahora, estamos contando sucesos y avatares
acontecidos durante esa magnífica “etapa aurífera” en Manzanares, no cabe duda
que debemos resaltar de nuevo ese episodio, ya que quedó fechado para la
historia local en el año de gracia de 1575”…
“Yendo con el evento, a la altura de 1575, la Madre Teresa ya es mayor,.. es
una mujer de 60 años, una anciana para aquel entonces, como ella misma refleja
en sus cartas: “siempre tuve poca perfección, y ahora paréceme que tengo más
ocasión, según estoy vieja y cansada, que se espantara de verme”… “Y no solo
eso, por entonces, se sentía enferma, padecía dolores de cabeza, de estomago y
de los ojos, según su biógrafo”…. “En esa tesitura, se planteó un largo viaje,
el más largo que hasta ese momento había hecho, para fundar un nuevo Monasterio
en la localidad jieense de Veas…viaje que ella anunció en sus escritos asÍ:….
“Yo me partiré de aquí en pasando los Reyes. Voy á Ávila y el camino por
Medina, á donde no creo me detendré sino un día u dos, y en Avila tan poco que
iré luego á Toledo. Querría echar á un cabo esto de Veas”…
“Y así fue que, después de dar hábito de su reforma a una sobrina del Cardenal
Quiroga, en Medina del Campo, Teresa regresó a Avila… y, desde allí, un séquito
de diez monjas, con la Madre Teresa, formaron la expedición, que fue conducida
por dos incondicionales de la Madre: Julián de Avila y Antonio Gaitán, (mi buen
fundador como le llama la Madre)… Además, iba en la comitiva un sacerdote,
Gregorio Nacianceno, que se les agregó en Malagón, y algunos mozos de mulas”….
“Las monjas, con el ajuar para la nueva fundación, viajaron en cuatro carros
cubiertos con toldos, que las defendían de los ardores del sol y de las
inclemencias de la lluvia”…. Julián de Ávila, Antonio Gaitán y Gregario
Nacianceno iban a lomo de mula, y los mozos a pie”.
Llegar hasta esa villa de Jaén, suponía para la madre recorrer una larga
distancia desde Avila”… “Hasta entonces, si exceptuamos el que hizo a Malagón,
sus viajes habían sido cortos, no más de 20 a 30 leguas de Avila,… como decía Julián de
Avila en sus escritos sobre la Santa “hasta ahora habíamos andado a los barrios
de su casa primera”…. “A pesar de todo, emprendió el camino a Veas, y este se
convirtió en uno de los viajes más accidentados que vivió,…en el que, incluso,
acabó perdiéndose en Sierra Morena… pero eso queda fuera de este relato, ya que
su paso por Manzanares, en ese viaje, ocurrió antes que tuviera lugar ese
episodio”…
“La Madre Teresa había salido de Avila a mediados de enero, en medio de los
rigores del crudo invierno, para fundar, como va dicho, un convento en Veas de
Segura,… pasó por Segovia… recaló en Toledo unos días… y partió hacia el sur…
cruzó: Sonseca, Los Yébenes, Urda y Fuente del Fresno, hasta llegar a su
convento en Malagón… Desde allí, en el itinerario trazado, pasó por Daimiel,
donde, en una venta cercana buscó alivio, pues iba enferma, pero no la
socorrieron, quedando tan “resentida” que, al salir de allí, dicen que “sacudió
el polvo de sus sandalias”…. Luego, hicieron alto en un mesón, cerca de nuestro
pueblo, tan pobre que sólo pudieron ofrecerles un par de huevos para toda la
comitiva… y, finalmente, llegaron a Manzanares”….
“Pasando unas horas del mediodía, de ese 14 de febrero de 1575, al caer de la
tarde, querido reportero, y como va dicho, entraban en Manzanares, cuyas calles
y plazas estaban bullangeras por el carnaval… Haciendo caso omiso a los
festejos, la comitiva se dirigió a donde estaba siendo esperada, para su
hospedaje… en la casa de Don Miguel Merino Morales, insigne paisano de aquella
época”,…”Llegados allí, las monjas fueron ubicadas en diferentes habitaciones,
para que pudieran pernoctar....y, en la casa de enfrente, también propiedad de
Don Miguel, fueron dispuestas las habitaciones de los caballeros, mozos y
carreros acompañantes, y el resto del equipamiento”…
“De esa estancia de poco más de medio día en Manzanares, quedó para la historia
de la villa una famosísima frase, atribuida a la Madre Teresa, en el comedor de
las Casa de los Merino"... y durante la cena que se sirvió la noche de ese
dia 14 de febrero de 1575 a
la Santa y a su séquito...esa que decía:… "Cuando perdiz, perdiz, y cuando
penitencia, penitencia”,… "Y esa frase de leyenda, con grandes visos de
verosimilitud, dicen que se pronunció por Madre Teresa, después que una
cocinera de la Casa pretendió, con marcada osadía, probar la santidad de la
mística, al observar que ésta, con su habitual franqueza de trato y natural
gracejo, no se anduvo con remilgo alguno a la hora de dar buena cuenta de su
ración de perdiz y comentar, laudatoriamente, el buen sabor que tenía el manjar
que sus anfitriones les habían preparado para cenar”…. “La cocinera
murmuró:…”si esta fuera Santa, como pregonan y dicen…¿Cómo habría de comer
perdices con esa fruición?.... y apostilló:…“Si tan Santa y penitente fuese, no
se comería así esas ricas viandas perdiceras”…. "Informada la Madre Teresa
de esos comentarios maledicentes, o percibido el pensamiento malévolo de la
cocinera por sus perspicaces ojos, lo cierto fue que la Santa le espetó lo
siguiente:… “Mire su caridad y aprenda: “cuando perdiz, perdiz; y cuando
penitencia, penitencia” “Frase que, aunque no deja de ser una leyenda,
posiblemente fue real, pues eran tiempos de mucha caza, y de mucha perdiz, y en
las casas manchegas de abolengo era normal tenerlas en abundancía”. …“Es, por
tanto, muy probable que, para avituallar gastronómicamente al numeroso séquito
personal de la Santa (unas dieciocho personas), se sacaran perdices de la orza
y otros productos típicos de la tierra… y que con ellos cenaran todos los
presentes”…”La leyenda de ese momento, añade que la gran mística, mirando
fijamente a la cocinera, continuó su frase con el consejo que Jesús de Nazareth
daba siempre a sus discípulos: “comed en los viajes lo que os pongan por
delante” …y esto reflejaba, la amplitud espiritual de la Santa, siempre
dispuesta al “regalo del cuerpo”, con tal que fuese para servir con ello mejor
a Dios, algo que también estaba presente en la interpretación que hizo de la
Regla, cuando ella decía: "A necesidad no hay ley". Y en consecuencia
concluía: "Si huviera menester siempre carne, poco importa que la coma,
aunque sea en Cuaresma, que no va contra la Regla cuando hay necesidad, ni en
eso se aprieten. Virtudes pido yo a nuestro Señor me las dé, en especial
humildad y amor una con otras, que es lo que hace al caso".
”Ante la tamaña seguridad espiritual que tenía enfrente,… enmendada y
arrepentida, dicen que la cocinera balbuceó de inmediato algo así:…. “Ahora es
cuando creo que es Santa la que adivina lo que yo pienso en lo interior de mi
alma”…. Y parece que añadió: “Dios me de fuerzas para imitarla y coma perdiz
sin gula, cuando tenga perdiz, y me conforme con la escasez, cuando la pobreza
y la necesidad llamen a mi puerta”... ”…. “Una vez terminaron la cena, se
retiraron a sus aposentos, no antes de sus acostumbrados rezos de gracias a
Jesús… y, al ser de día, prosiguieron viaje, para, inmediatamente, oír la Santa
misa en la iglesia del Espino de la vecina Membrilla, al no poder hacerlo en
nuestra Parroquial, cuyo altar se encontraba en reconstrucción, tras el
terrible incendio sufrido el día después del Corpus del año 1571….
Columnita en el esquinazo de la antigua casa de los Merino, hoy Centro Cultural Ciega de Manzanares. |
“Y, sigue Don
Cosme,….”y han de saber también usted, y sus lectores, que, además, en el
escaso tiempo que estuvo Santa Teresa en la mansión de los Merino-Morales,
aparte de esa frase legendaria, llenó de santidad y contento a la egregia
familia de la Casa, cuando les regaló un rosario de San Pedro de Alcantara, en
agradecimiento por la acogida que allí le habían otorgado... y, también, como
presente por la próxima boda de Dª Isabel Merino, hija de Don Miguel, con Don
Francisco de Sandoval”...”El rosario se conservó en la casa de los Merino, como
una preciadísima reliquia, durante siglo y medio, en concreto hasta el año
1711, en que se repartió “por dieces” entre los principales herederos de la
saga familiar”…… También, muy probablemente, en esa estancia fugaz, Madre
Teresa dio los primeros pasos para que, 12 años después, se fundase en
Manzanares un convento de RR Carmelitas Descalzos en 1.587.
”Lastima fue, concluye Don Cosme, que no se haya erigido en esta casa un
oratorio, en la habitación donde pernoctó la Santa,… y, aunque nunca es tarde
para ello, al menos para la historia, esa estancia donde pernoctó la Santa en
Manzanares, quedará recordada para la posteridad en la esquina norte de la
mansión, con una columnita blanca,”… "Esa pequeña columna, rememora y
atestigua, que el día 14 de febrero de 1575, pernoctó en esa casa Santa Teresa
de Jesús… y la leyenda dice que lo hizo, justo en la habitación que quedaba por
encima de esa pequeña columna,”…
“Y acaba aquí el relato, querido cronista, del episodio que quedará para
siempre, como el más trascendente de la historia de esa casa, mucho más que
todos los blasones y linajes que tuvieron sus dueños a lo largo de toda su
larga trayectoria en Manzanares”…”Episodio que, por esa misma razón y
trascendencia, también quedara siempre en el acervo histórico de este
grandísimo pueblo de Manzanares”…
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