¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

martes, 15 de junio de 2021

302). RELATOS PEDRO VILLARROEL.. MANZANARES 1912: POR SAN JUAN….BAUTISMO DE LIBERTAD.

 Vimos en la crónica precedente, querido plumilla, me dice D. Cosme, que el brigadier Morillo inició un nuevo tiempo de esperanza liberadora de La Mancha, con la rápida y fácil toma de Ciudad Real por sus tropas...episodio que mostró, crudamente, la pobre capacidad de resistencia francesa en muchas villas de La Mancha por la gran debilidad numérica en efectivos del ejército imperial en nuestro territorio... 

Con la misma facilidad con que tomó Ciudad Real…, Morillo marchó enseguida, con su tropa, hacia el sur para seguir hostigando posiciones enemigas en Andalucía…en una táctica que era la habitual en nuestro ejército regular en sus actuaciones en nuestra región….golpear al enemigo, por sorpresa, en ciertos sitios, con el solo objeto de evaluar sus fortalezas y capacidad de resistencia y combate, o arrebatarle víveres o granos de sus convoys…y, luego, para no sufrir muchas bajas, eludir las batallas directas con las experimentadas tropas galas, abandonando los baluartes conseguidos para una mejor y definitiva ocasión… 

Es decir, continua D. Cosme, practicando un “nomadismo militar”, con episodios fugaces en el territorio manchego, que resultaban muy eficaces para nuestras fuerzas, sin casi ninguna baja… y suponían un desgaste continuado en medios y efectivos para el bando francés... Unos días después del significativo episodio de Ciudad Real, las tropas francesas de La Mancha se refuerzan algo, tras la arribada a Manzanares de unas cuantas brigadas de Dragones e infantería del regimiento Nassau, llegados de la región valenciana tras los reclamos desesperados de Treilhard… Pero, esto no evitó la continua caida en efectivos de los ejércitos galos en España, tanto por sus continuas bajas en los frentes de guerra, como, sobre todo, por sus desplazamientos fuera de España. Ese trasiego de efectivos galos hacia Francia, afectó muy particularmente a nuestro territorio... Por ej, el día 20 de febrero, Manzanares amaneció atestado de soldados galos, unos cinco mil hombres en total, procedentes de distintos regimientos... pero no venían a reforzar las tropas de La Mancha... al día siguiente partieron, raudos, y como casi siempre en el último tiempo, hacia el norte... se dirigían a nuevos destinos europeos que Napoleón había decidido. 

Entre esas tropas estaban las de un viejo conocido, el general Latour Mauboug, aquel cuyos Dragones se las vieron y desearon, sin lograr doblegar la resistencia de nuestra villa, las tres ocasiones en que lo intentaron, al final del glorioso año de 1808. Latour, durante su breve estancia en Manzanares, posiblemente recordó aquellos momentos y, seguramente, sabedor de su nuevo destino, debió pensar, como el general Sebastiani, unos meses antes, que pisaba por última vez esa villa manchega que tan bravamente se había enfrentado a sus tropas... Aquel día, me comenta D. Cosme, Frey Sotomayor, conocedor de la precaria situación francesa en la Provincia, tanto por la información que conseguía de los galos y afrancesados apostados en Manzanares, como por su cargo en la Orden Calatrava, tan bien pudo suponer que llegaban como refuerzos...pero cuando tuvo noticias que enfilaron el camino de Madrid para salir de nuestro pueblo, quedó tranquilo, era claro que los galos habían decidido abandonar a su suerte a La Mancha... y que era cuestión de poco tiempo la recuperación de su libertad y de la de sus pueblos... 

Mariscal Jean Baptiste Jourdán.

El trasiego de tropas francesas que atravesaban Manzanares hacía el norte, sigue D. Cosme, fue una constante en los primeros meses de 1812, asociándose, cada día que pasaba, a noticias de regiones y villas recuperadas por tropas españolas o abandonadas por las galas… En poco tiempo, se siguieron sucediendo acontecimientos de mayor enjundia, en esa misma dirección, que apuntaba a una cercana liberación de La Mancha … Por ejemplo, sigue D. Cosme, el día 6 de Abril de ese año de 1812, las tropas anglo-portuguesas que operaban en Extremadura, tomaron Badajoz, dejando todo el flanco oeste de La Mancha abierto a incursiones españolas. Pero, sin duda, la noticia de la partida de Napoleón, con unos 600.000 hombres, camino de Rusia, que convulsionó a todo el Mundo... en España, y muy particularmente en zonas sureñas a Madrid, fue visto como algo más que un rayo de esperanza, A los ojos de la gente más perspicaz, continua D. Cosme, eso explicaba, perfectamente, el éxodo continuo hacia el norte de tropas y tropas francesas.. y, también, en gran medida, el cambio de rumbo de la guerra a favor de los intereses españoles. No hará falta decirle, querido plumilla, que D. Pedro estaba entre esos hombres que intuyeron que el periodo de opresión francesa llegaba a su fín...

Y aunque, de aquel tiempo, no quedó excesiva documentación, dice D. Cosme, si que le citaré la triste reflexión del Jefe del ejército del centro galo, Mariscal Jourdan, que dejó reflejada en sus “memories militaires”... El 26 de Mayo de 1812, escribió lo siguiente: “El ejército del Centro contaba solo con 9.500 soldados imperiales y 5.800 españoles; ocupaba Madrid hasta Olmedo por el norte, más Guadalajara, La Mancha, Toledo y parte de Cuenca. No podía enviar socorros a nadie, no tenía un solo caballo para equipajes militares y los sueldos llevaban ocho meses de retraso. La administración civil y militar estaba dividida en cinco distritos cada uno con un general al frente; tal situación resultaba impolítica…y puede esperarse cualquier catástrofe si las cosas siguen en la situación en que están”... Contemporaneo a estos apuntes de Jourdan, el Ministerio de la Guerra, sigue D. Cosme, daba instrucciones de: “no realizar ofensivas y solo prestar interés a las provincias del norte y a la comunicación con Francia”.

En Abril y Mayo de 1812, continua D. Cosme, ya había sensaciones evidentes de próxima libertad en Manzanares y en La Mancha…. Sotomayor, y cualquiera de los que pasaban con frecuencia por el castillo observaban movimientos de gentes y enseres, como los que se ven antes de una mudanza o un cierre inminente de actividades en la fortaleza. Empezaron a marchar de Manzanares, sin retorno, varios de los afrancesados más significados de la villa y, a ojos y percepción de todo el mundo, se veían cada vez menos militares franceses por el pueblo. Frey Sotomayor y la gente más enterada de Manzanares, sigue D. Cosme, estaban en alerta y muy concienciados del momento que se vivía. Eran conscientes que el mundo francés de La Mancha se estaba desmoronando, pero también que, en su desesperada situación, podrían resultar peligrosos para la integridad física del paisanaje. De hecho, en esa época de 1812, el tristemente célebre Tribunal Criminal, estuvo muy activo, como queriendo demostrar los franceses un signo de fortaleza, que solo evidenciaba la rabia de la desesperación….pero, lo cierto, es que el gobernador Treilhard, mandó al cadalso del castillo en ese año, y hasta finales de junio a 26 patriotas manchegos, (por suerte ningún paisano entre ellos), que fueron acusados de actos de bandidaje o terrorismo….y que, “como 26 dardos” se clavaron en el corazón de D. Pedro el día en que eran ajusticiados, tras darles, él mismo, el último auxilio espiritual y su posterior enterramiento en el cementerio de la Virgen de Gracia. No hace falta repetir que, en esa situación, querido plumilla, sigue D. Cosme, D. Pedro redobló esfuerzos para evitar daños a los manzanareños.. y lo hizo con su proverbial eficacia, ya que no hay constancia de muertos ni de daños físicos a paisanos en aquella etapa previa a la liberación de Manzanares. D. Pedro Alvarez de Sotomayor. desplegó mucha de su estrategia de aquel tiempo en charlas eclesiales catequetizantes, en las que era experto por su brillante oratoria y capacidad discursiva, atraía e invitaba a los franceses y afrancesados de afiliación católica, a los que, en sus discursos y consejos, hacía especial énfasis en la actitud de templanza, conmiseración y humildad que, según decía, debe caracterizar al buen cristiano… Eran charlas muy dirigidas a templar el ánimo francés en la situación de zozobra que vivía, con el fin último de conferir la mayor protección posible al paisanaje manzagato… Se encargó, también, de oficiar bautizos y bodas en familías de militares galos o de afrancesados, para ganarse la confianza del mayor número de personas influyentes de ese mundo galo de Manzanares...

Sabemos que, en Mayo, a la vista de la desbandad francesa, la Junta Superior de La Mancha, máximo órgano de gobierno español de nuestra Provincia, exploró la región, y decidió trasladar su sede de la sierra Alcaraz, en los límites de La Mancha, a Infantes, mucho más cerca de nuestra villa… No hubo respuesta de contraataque por parte de Francia… la suerte estaba echada… Y, así, querido plumilla, me dice D. Cosme, llegó el día clave en esta historia, que por eso titulé de esa manera… el día de San Juan Bautista, 24 de Junio de 1808, en que sabemos se produjo la liberación de Manzanares, y no por el ataque de tropas patrias, sino por desalojo y huida hacia Toledo y Madrid de los muy escasos militares galos que restaban en Manzanares, tras recibir Treilhard órdenes de Madrid de evacuar Manzanares, llevando consigo documentación sensible y los enseres y armamento que pudiera, una vez que sus mandos madrileños conocieron lo ocurrido en Infantes, y consideraron la imposibilidad de hacer frente a la nueva situación.. que, por la confusión del momento, no quedó escrita en ningún legajo de aquel día, ni francés, ni español.. pero que se acreditó por él escribano local Juan Antonio Sánchez-Avila, en escritura fechada el día 28 de septiembre de 1812, donde se dice:di copia de esta escritura al comprador en un pliego hoy 20 de Agosto de 1812, no habiendo podido darla antes por haber estado suspenso de oficio por el Gobierno intruso, hasta el 24 de junio último, en que esta villa se evacuó por el enemigo”, Doy fe. Rubricado.

Así, querido reportero, -termina su diserto D. Cosme. con gesto algo circunspecto, pero a la vez alegre- concluyeron los 30 meses que duró el mayor tiempo de ocupación francesa de Manzanares, y también este relato, pues ya ha sido de bastante para contar ese momento y las circunstancias que lo rodearon Había llegado la libertad al pueblo... a este pueblo nuestro… tan sufrido, pero tan digno, orgulloso, bravo y llenos de valores que se llama Manzanares de La Mancha.

 

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