¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

martes, 15 de junio de 2021

303). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912:…. LIBERTAD CAUTELOSA.

 En este relato, querido plumilla, comenta D. Cosme al iniciar su disertación, pretendo plasmar como fueron los primeros momentos de liberación de la villa de Manzanares, y no se me ocurre mejor encabezado que el propuesto, para describir como se vivió aquel nuevo tiempo de Manzanares...

Ya vimos en el anterior capitulo que unos días antes de aquella histórica festividad de San Juan, 24 de Junio de 1812, en que desaparecieron los galos y afrancesados relevantes que había en Manzanares, la situación en La Mancha se había vuelto desesperada para los invasores, y, aunque quedó muy poco escrito de esos días de zozobra gala, se sabe que Treilhard recibió el correo que le ordenaba abandonar Manzanares, el 22 de junio de 1812, a eso de las siete de la tarde. En esa carta-orden, se le indicaba que las guarniciones de Santa Cruz de Mudela, Valdepeñas e Infantes se preparaban para encaminarse a Manzanares, concentrarse allí…y, de seguido, proceder a una rápida evacuación, en dirección Toledo. 

Durante todo el día 23, sigue D. Cosme, de camino a Manzanares, la caballería francesa de dichas guarniciones anduvo, de allá para acá, por los campos cercanos, requisando los enseres que encontraban a su paso, carruajes y caballerías, al tiempo que, en todos los pueblos que atravesaban, recogían todo el dinero y bienes que podían, localizaban las casas de los vecinos más pudientes, y les pedían una cierta cantidad de dinero, según les parecía, con un soldado centinela vigilando la vivienda, mientras sus dueños traían el dinero exigido, con la curiosidad de una amenaza de multa de 20 reales por cada media hora que tardaran en entregar lo estipulado. En la tarde de ese día, y ya en Manzanares todas esas guarniciones, los galos destruyeron en nuestro castillo muchos fusiles y quemaron la pólvora que no podían transportar consigo... Algunas cuadrillas de soldados, a modo de vendedores ambulantes, vocearon por todo el pueblo la venta, casi regalada, de los cereales y la sal que tenían en los almacenes del castillo, por la misma razón de falta de medios de transporte para llevarlos consigo… 

Ante lo que veían, atónitos, en esa extraña tarde de Manzanares, continua D. Cosme, casi todos los lugareños tuvieron muy claro que los franceses abandonaban el pueblo, por lo que, el que más y el que menos, se recogió en su casa por miedo a tener algún problema en la calle… o por si, como muchos temieron, los galos fuesen a rapiñar las casas del pueblo. No tenemos noticias de si algo de eso se produjo... pero, si lo hubo, no fue de la magnitud que en otras villas... el mero hecho, ya comentado, sigue D. Cosme, de la venta de víveres por los galos a gente del pueblo, habla, por si mismo, del grado aceptable de convivencia entre invasores y lugareños; que con tanto mimo, dedicación y tiento había logrado, D. Pedro... 

Por fin, el 24 de junio, a la 1 de la madrugada, en la oscuridad y el silencio de la noche, partieron de Manzanares las fuerzas militares francesas, al mando de Treilhard, en dirección a Toledo, y, según escribió alguien.. “no haciendo ningún caso de su maldito tribunal, ni de los demás españoles que estaban a su servicio, que tuvieron que irse a pie arrastradamente o como quiso el diablo”… Aprovechando, también, la confusión del momento, en esa madrugada huyeron varios de los patriotas que tenían presos los galos en las mazmorras del castillo, pendientes de juicio o ejecución, siendo liberado el resto de los que quedaron en las primeras horas del día de San Juan,.. Habían "salvado la pelleja", por la suerte circunstancial de esa huida francesa, comenta, con alivio, D. Cosme... 

Frey D. Pedro Alvarez de Sotomayor.

Dentro de las escasas referencias acerca de quienes fueron las primeras fuerzas patrias que llegaron a Manzanares, parece acreditado que guerrilleros de alguna partida de Francisco Abad “Chaleco”, que siguieron a las guarniciones de Infantes, Santa Cruz y Valdepeñas, llegadas la tarde anterior a nuestra villa, fueron los primeros en entrar en Manzanares, para observar cual era la situación y hostigar la retaguardia del enemigo… pudiendo comprobar, de manera fehaciente, prosigue D. Cosme, que la ocupación gala de Manzanares había terminado ese mismo día 24, pues ya no quedaba ningún militar francés en el pueblo... Aunque, como es lógico, desde el día siguiente, el pueblo tomó conciencia de la recuperación de su libertad, al confirmar que el castillo había sido abandonado y también habían huido los afrancesados relevantes del poder civil galo de Manzanares, todo el paisanaje mostró durante varios días una actitud de alegría, pero siempre contenida… primero, porque el poder opresivo de los franceses en el pueblo había sido mucho más intenso y prolongado, que en ninguna otra etapa de la guerra y, por eso mismo, sigue D. Cosme, al que más y al que menos, se le hacía extraña la nueva situación, llegada de la noche a la mañana, sintiendo la lógica inseguridad e incertidumbre de la situación.. y, en segundo término, porque Sotomayor y la gente más influyente del pueblo, se encargaron de transmitir al vecindario calma y tranquilidad en las expresiones de júbilo, pues no había que olvidar nunca que la guerra continuaba y que nuestro pueblo seguiría siendo una encrucijada de caminos por donde, impepinablemente, transitarían de nuevo, casi con total seguridad, las tropas francesas. 

En aquellos días, Sotomayor, en homilías y charlas informales, solía decir frases como esta…. “que la alegría por la recuperada libertad, se vea acompañada, en cada uno de nosotros, de la vigilia y la oración, para que se mantenga por la gracia de Dios”  Sin embargo, dice D. Cosme, la realidad es que Manzanares reanudó muy pronto todas sus actividades convencionales de tiempos de libertad… Es significativo que la primera reunión oficial celebrada en Manzanares, tras la salida de los franceses, fuese eclesial, concretamente del Cabildo, que se reunió el 30 de junio de 1812, solo seis días después de la liberación, a instancias del Prior, Frey Sotomayor, para renovar los cargos del mismo... Aunque no ha sido muy comentado este hecho en los libros de historia, yo creo, me dice D. Cosme, que eso muestra, otra vez más, el liderazgo de Sotomayor en la villa, que quiso controlar personalmente, y en su terreno, la primera probatura de un acto oficial en el pueblo recién liberado… Ya en los primeros días del mes de julio de 1812, el ritmo de la vida administrativa, civil y laboral de Manzanares, así como las tareas y laboreos en los campos de la encomienda, se fueron recuperando, paulatinamente, bajo las órdenes de un nuevo Ayuntamiento nacional, presidido por el decano-regente de la Real Jurisdicción, D. Juan Josef Morales y formado, entre otros, por los regidores D. Luis López Guerrero, D. Alfonso González Calero y el Síndico del común D. Antonio López Mateos…de los que sabemos, con certeza, por el escrito que rubricaron, a fecha 14 de julio de 1812, y enviaron a Infantes, dirigido al intendente provincial, con sede en esa localidad, en el que solicitaban unas fanegas de trigo para abastecimiento de nuestra villa. Como habrá adivinado, querido plumilla, me dice D. Cosme, Frey Sotomayor, igual que en ocasiones precedentes de control español de nuestra villa, aun manteniendo su indiscutible papel de líder de Manzanares, con participación activa y principal en las decisiones del poder civil….formalmente, prefirió quedar en exclusiva, o al menos dar esa imagen, de párroco del pueblo y de mandatario de la Orden Calatrava, lo que, como ya sabemos, a él le daba mucha más libertad y capacidad de maniobra en sus estrategias. 

General
Treilhard, último Gobernador de La Mancha.

D. Pedro, sabedor de cómo se estaban desarrollando los acontecimientos de la guerra, estaba esperanzado en la evolución final de la misma…pero, prudente que era, no las tenía todas consigo sobre que la liberación de Manzanares fuese ya definitiva… y, como veremos en relatos próximos, su cautela e instintos estaban bien justificados.. Pocos días después, el 25 de Julio de 1812, festividad de Santiago, resultó una fecha histórica en La Mancha…Ese día, sigue D. Cosme, la Junta Superior de La Mancha juró en Infantes la Constitución de Cádiz, en un acto de enorme solemnidad y gran trascendencia. Inmediatamente, y como consecuencia del cumplimiento constitucional, el intendente de la Provincia, por delegación del Reino de España, ordenó a los pueblos manchegos la reposición en sus cargos de todos los componentes de las Juntas locales de gobierno, previas a la ocupación francesa de la región manchega. En Manzanares, fue proclamada la Constitución en acto solemne, celebrado en nuestro Ayuntamiento a primeros de Agosto… dando paso a un tiempo feliz de autoafirmación y orgullo de pueblo, que se puso de manifiesto días después en la fiesta de la Virgen de la Asunción, en una celebración patronal que vivió nuestro pueblo con especial emoción e intensidad, muy diferente a la de justo un año antes, cuando el gravísimo enfrentamiento del vicario de Ciudad Real con el Cabildo eclesiástico de Manzanares…

Con esa carga de entusiasmo, el acendrado emprendimiento del espíritu manzanareño, se puso de manifiesto en toda su magnitud, en numerosos ejemplos de puesta en marcha de actividades y proyectos en la encomienda, como los protagonizados por los paisanos Esteban Maroto y Pedro Lozano, que, de acuerdo con el Concejo, tomaron por nueve años una huerta rasa de la vega del Azuer, propiedad de la encomienda, para cultivo de cereales y legumbres, comprometiendo un canon de 700 reales por año, más el diezmo correspondiente de los frutos recogidos. Ciertamente, un proyecto ambicioso y bien diseñado. No menos lo fue, la iniciativa y proyecto del paisano D. Pablo A. Ubeda, y su socio membrillato, D, Manuel Díaz Pintado, que el 14 de Septiembre de 1812 llegaron a un acuerdo con el Marques de Salinas.. por el que ambos se comprometían a restaurar el destrozado Molino Grande, propiedad del marquesado, para explotar su actividad molinera y la de la huerta colindante, durante los seis años siguientes..

Y asi, tal como las comentadas, dice un exultante D. Cosme, le podría seguir relatando más iniciativas brillantes e imaginativas, de la no menos brillante e imaginativa gente de la Villa de Manzanares de La Mancha….pero no lo haré, concluye su diserto, porque lo pretendido en esta crónica, dar cuenta de los primeros tiempos de liberación de nuestro insigne y magnífico pueblo de la opresión gabacha, ya va bien cumplimentada en todo lo relatado por este humilde contador de historias de Manzanares de La Mancha …

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