Ahora los
paseantes están, precisamente, en un entorno en el que, hace ya unos 5 siglos,
una vez rota y “mondada” la muralla, los “nuevos ricos” de Manzanares, surgidos
muchos de ellos de ramas colaterales de los clanes familiares de la
aristocracia medieval del Lugar, que habían hecho su fortuna con el labrantío
extensivo de la tierra, gracias a las nuevas roturaciones, se ubicaron en el
ensanche norte del poblado,… construyendo sus moradas en el eje de la calle de
las Trompas con la calle Mayorazgo”….
“Y es entonces, antes de seguir camino,
que dan un último vistazo al magnífico escudo de la casa de los Corchado, una
de esas familias a que nos referimos y es entonces también que, D. Cosme, me
cuenta una curiosidad de la citada casa;… y es que, en dicha mansión, se guarda
como una joya la primera pintura que existe del “Cristo Arrodillado”, datada en
el año de 1674, y que plasma en un lienzo la preciosa imagen escultórica que,
desde primeros de ese siglo XVII, está ubicada ahí -me señala- en la cercana
Ermita de la Vera Cruz, visible a nuestra diestra…
Y que, como usted sabe ya,
ostenta el Patronazgo de Manzanares en recuerdo de aquella memorable jornada del
Viernes Santo de 1809, cuando el entonces párroco de Manzanares, D. Pedro
Álvarez de Sotomayor, sacó en procesión, con una gran multitud de manzanareños,
la imagen de ese Cristo Arrodillado hasta la Ermita del Cristo de las Agonías,
para recibir a las tropas francesas del general Sebastiani y pedirle
misericordia para la población”…“El militar, hombre muy religioso, quedó
conmovido, concediendo a Manzanares el perdón solicitado, lo que escenificó
bajando de su caballo, desciñéndose el fajin verde que portaba, y colocándolo
en la cintura de la imagen del Cristo, en señal de acatamiento y fraternidad”….
“Pero esta historia ya la conoce usted, amigo cronista”… y también sabe que, a
consecuencia de este episodio, ese Cristo icónico de Manzanares pasó a llamarse
por ello, Nuestro Padre Jesús del Perdón…. y se convirtió, sin duda, en la
imagen religiosa más venerada de este pueblo, y en su Patrono, procesionando
todos los años, con el fajin original de Sebastiani a la cintura, para
conmemorar ese episodio histórico”…
“Precisamente, hace un año, querido
cronista, se trasladaron a esta Ermita, en solemne procesión, presidida por
autoridades eclesiásticas y civiles, y acompañada por un gran número de
paisanos, los restos mortales del protagonista local de aquel encuentro mágico
y mítico, el Párroco Alvarez de Sotomayor, que habían sido encontrados unos
meses antes, cuando se realizaba la “monda” del antiguo camposanto de la Virgen
de Gracia, antes de la construcción del Gran Teatro” … “Una placa en la ermita,
da cuenta del personaje, y de la fecha de su enterramiento definitivo, a los
pies del Cristo que él tanto veneró”…. “Y, a continuación, Don Cosme,
explotando su infinita erudición sobre todo lo que concierne a la historia de
su pueblo, me dice…”Y esa preciosa Ermita de la Vera Cruz, que usted ve a
nuestra derecha, es bastante diferente a como fue en origen…
hoy es tal cual la
ve, como resultado de su ampliación y restauración, hace unos 50 años, por mor
de la acción benefactora de muchos hombres buenos de este pueblo, que
promovieron y financiaron los arreglos necesarios para evitar su ruina, a causa
del deterioro del tiempo”, “enseñando, así, el camino correcto a las gentes
venideras, para que puedan conservar imperecederamente su inmenso patrimonio
histórico”… “En esas obras, sigue D. Cosme, la Ermita, que era muy pequeña y
tenia su entrada por San Antón, amplió su tamaño, a expensas de la cesión de
terrenos de esa esquina de calle Ancha con San Antón, que pertenecían al
“Mayorazgo” de Manzanares, y “abrió” puertas en esta Calle Ancha”…. “D. Martín
de Quesada era, en dichas fechas, “cabeza visible” del Mayorazgo de Manzanares
y, por tan generoso ofrecimiento, se le concedió el privilegio de mantener dos
ventanas en el tabique medianero de la reconstruida Ermita con el resto de su
propiedad, para poder seguir desde su casa, los actos religiosos”….
“Y es que, amigo mio, como usted puede ver, al igual que ocurre enfrente con la
imponente Casa de los Corchado, la Casa del Mayorazgo también es lo
suficientemente grande, como para dar a tres calles”… “en este caso, San Antón,
Ancha, y la que baja hasta el Paseo del Rio, que lleva el mismo nombre de la
casa “calle del Mayorazgo”, y que recorremos, enseguida, usted y yo”…“y es
lógico, y de justicia, que esta calle porte el nombre del título ostentado por
los dueños y habitantes de su primera mansión, pues los propietarios del
Mayorazgo de Manzanares, del linaje de la familia Quedada, no solo fueron unos
de los principales y mayores hacendados de Manzanares, también fueron, como quedó
dicho varias veces a lo largo de sus crónicas, uno de sus grandes benefactores
en múltiples actuaciones y obras”….
“Y aquí, si también aquí, sigue D. Cosme, en las dos esquinas de esta calle del
Mayorazgo, con la Calle Ancha, tenemos dos exponentes del “nuevo tiempo”, que
ya apreciamos de manera mucho más ostensible en la calle Empedrada”…. “En la
esquina izquierda, la tienda del Sr. Gabriel Mascaraque”… “y, en la derecha,
ocupando los bajos de esa antigua mansión del Mayorazgo, -en un anuncio simbólico
de la “voracidad de este nuevo tiempo…y de los cambios que ya esta motivando en
la fisonomía urbana y en la propia vida de todo pueblo y lugar-, esta el
establecimiento de los “Hermanos Lillo”, a los que usted ya conoce”...
“Ambos
comercios tienen de todo, y compiten noblemente por una clientela cotidiana,
que sabe repartirse entre ellos y entre otros establecimientos como el de
“Antonio Enrique” o los “Maeso” “Y, también ahí, en esa casa que ostentó el
Mayorazgo de Manzanares, su escudo familiar, emblema de los Quesada, ya
deteriorado por el rigor del tiempo y de la humanidad, con sus bastones de
plata y sus armiños de sable, que representan la grandeza del linaje y su
obediencia al soberano”… “Y unos pasos más allá, la gran mansión colindante, de
la misma estructura solariega y que, en los tiempos de la mayor grandeza de ese
linaje Quesada, estuvo integrada en la mansión original del Mayorazgo, nos ha
de servir para conocer la estructura original de esta Casa del Mayorazgo de
Manzanares, que hoy día esta ya modificada por el citado comercio de los
Lillos”… “Es un edificio sólido de dos plantas, cuya fachada de “falso
almohadillado”, que imita despiece de sillares remite a la idea de arquitectura
señorial…
“Como usted también puede apreciar. el alero es el simple vuelo de
la última hilada de tejas sobre una cornisa de escayola”… “En el interior
destaca la existencia de un patio central, que está al vista, con columnas en
planta baja y una galería en su planta alta dónde se distribuyen las estancias,
anunciadas a quien mira por sus correspondientes y bonitas puertas”… “La
fachada se caracteriza por la organización racional y simétrica de sus vanos,
en los que los balcones del piso superior coinciden con las ventanas del piso
inferior. La simetría de la fachada es marcada también por la disposición de la
puerta de acceso, que se sitúa en la parte central del inmueble”…. “Puede usted
ver, y por eso se lo reseño, el bien conseguido recercado de la portada, a base
de jambas y dintel de piedra”…. “La unión entre ambos se hace a través de
ménsulas esculpidas en los propios sillares”…. “Destaca también, me señala D.
Cosme, el bonito recercado de los balcones de la planta superior y la
separación de los distintos cuerpos por molduras a modo de línea de imposta” ….
“La distribución de los espacios de esta edificación y la de su gemela, gira en
torno a dos centros: el patio anterior, que centraliza la zona vividera, y el
corral, que articula la zona de trabajo: Almacenes, graneros, bodega, etc..
“Y, en la acera de la izquierda, hemos de encontrar y ver, como usted puede
comprobar, una serie continua de tres casas solariegas, de similar
construcción, con fachadas de vanos racionales y simétricos, patio central,
corral posterior y lumbreras bajas, anunciadoras del estilo manchego de todas,
del rancio abolengo y riqueza de sus propietarios y de la presencia, en ellas,
de bodegas subterráneas”.. “Y luego, en ambas aceras, y hasta el final de la
calle, en el Paseo del Río, más casas de similar porte, aunque quizá no tan magníficas
como las primeras, indicando una menor jerarquía de sus propietarios, alguna
tienda más, también de inferior tamaño y entidad a las de Mascaraque y Lillo, y
alguna posada, que nos recuerda que por esta calle Mayorazgo, también
transcurre la cañada real soriana a su paso por este increíble pueblo de
Manzanares”.
“Y terminamos aquí esta crónica de hoy, mis queridos lectores, para que en mi
periódico no me digan que siempre me paso de espacio… y ustedes, que de prolijo y
pesado”
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