¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

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HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

domingo, 1 de marzo de 2020

244). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: SECUESTRO Y CAPITULACION EN EL CASTILLO


La derrota de Francia en Bailen, comienza D. Cosme su nuevo relato, supuso, como usted intuye, una gran conmoción en toda Europa, y particularmente en España. El rumbo de la guerra en nuestra patria, continua, cambió radicalmente, y en todos los lugares donde había franceses, los invasores tuvieron que replantearse su situación inmediata... 

Por relatos previos, sigue D. Cosme, ya conocemos que los últimos contingentes de tropa francesa que pasaron por nuestro pueblo estaban integrados en la división del General Gobert… y, cuando el grueso de esa división, que estuvo un día en Manzanares, partió hacia Sierra Morena, la madrugada del 10 de Julio de 1808, quedó un pequeño retén de soldados en nuestro castillo para guardar la plaza, que también partiría hacia el sur el día 16 de Julio, ya en pleno desarrollo la batalla de Bailen. Ese mismo día, continua D. Cosme, festividad de la Virgen del Carmen, había llegado al castillo de Manzanares, a relevarlos, un batallón de infantería de 500 soldados, al mando de un Comandante apedillado Berthet, que, como verá enseguida, querido cronista, será protagonista de este relato… 

Berthet, llegó a Manzanares con el objeto de guardar el punto de enlace de nuestro castillo, y mantener la comunicación francesa entre Madrid y Sierra Morena; cosa harto complicada hasta entonces, pero que tampoco resultó muy exitosa durante la estancia de Berthet en Manzanares, en los días decisivos de la batalla de Bailen. Y es que, el comandante Berthet traía consigo ordenanzas muy estrictas de sus mandos, que le recomendaban hablar solo con el Alcalde, el párroco del pueblo y el jefe de postas. Convendrá ud. conmigo, sigue, irónico, D. Cosme, que el mando francés no estuvo precisamente perspicaz, pues esas tres personas, como ya sabemos, estaban muy implicadas en las actividades patrióticas de obstruccionismo informativo, aparte de mantener contacto estrecho con el intendente general de La Mancha, Juan de Modenés, lo que era, en la práctica, como tenerlo con el propio General Castaños… 

Castillo de Manzanares



Berthet, debía enviar un correo diario a Sierra Morena para apreciar el estado del frente de guerra, y otro a Madrid, con las novedades que le ofreciera aquel…ciertamente, muy pocos de esos correos llegaron a su destino, concluye, sonriente, D. Cosme, a la vez que me remite a lo que se dice de todo eso, por nuestro clero, en el Manuscrito de la Merced... “….hasta la batalla de Bailén, ocurrida en 18 de julio, se interceptaron en esta villa postas y correos, saliendo muchos vecinos al camino, como suele el cazador, a buscar y matar cuantos enemigos, ya soldados, ya correos, pudieran haber a las manos. De este sistema, cuya honra cupo igualmente a los otros pueblos, desde Manzanares hasta la entrada de Andalucía, resultó al enemigo un mal imponderable; pues cortada la comunicación entre las tropas y el Gobierno, ni el Grl. Dupont pudo arreglar sus movimientos conforme a la necesidad, ni su principal darle órdenes oportunas que le dirigiesen; y no sería sin fundamento, no quitando a nuestros generales y soldados la gloria que adquirieron en esta jornada, al afirmar que la tal derrota de Dupont, y su rendición inesperada, se debió en gran parte a los procedimientos de Manzanares.Así lo aseguró el Ecmo. Sr. General Castaños en su tránsito por esta villa después de esta memorable victoria….”

Ratificando todo lo comentado, a fecha 18 de julio de 1808, ya en trance de derrota el ejército francés en Sierra Morena, en uno de los pocos escritos de Berthet que llegaron a Madrid, no se comentaba nada de la gravedad de las cosas en Bailen, lo que habla de la nula información que disponía Berthet sobre la batalla… que, ese día, ya se estaba decantando claramente a favor de España… Es muy posible que nuestro alcalde mayor, Miret, a través de sus contactos secretos con Juan de Modenes, estuviera, incluso, mejor informado que el Comandante Berthet, que estaba enclaustrado en el castillo con su tropa, y con poca información fehaciente. Aun así, dentro de la confusión de esos 18 y 19 de julio de 1808, y dada la magnitud de lo que sucedió esos días en Bailen, pronto hubo en Manzanares razones fundadas para suponer que el invencible ejército imperial napoleónico había sufrido su primera gran derrota en territorio europeo, concluye solemne, y algo histriónico, D. Cosme…. 

Quizá, prosigue, el primer indicio de todo eso, fue la llegada a Manzanares, la mañana del día 19, del coronel suizo D'Ossry, que venía en retirada desde Santa Elena. Este coronel solo traía información del inicio de la batalla, y de la muerte en combate de Gobert, pero, aunque en su relato se intuía el desastre francés, ciertamente, no pudo dar fe del mismo, dado que el desenlace final aún no se había producido. Lo que si motivo en Manzanares esta noticia, fue un muy diferente estado de ánimo en el contingente francés del castillo y en la gente del pueblo....Aquellos, sigue D. Cosme, se quedaron sorprendidos y estupefactos ante lo que parecía la primera gran derrota de su ejército, aparte el efecto psicológico negativo que tuvo para ellos, el conocimiento de la muerte del general en jefe, de su división, Gobert…y, entre la gente de Manzanares, el efecto fue absolutamente contrario. A esas alturas, la Junta local de Gobierno de Manzanares, como hemos sabido ya, tenía una información más completa que Berthet de lo que sucedía en Bailen, y del curso favorable que estaba llevando el combate para la tropa de Castaños…

General Castaños, Bailén.

Con las noticias que traía D’Ossry, y las que aportó un día después, en igual sentido, otro oficial suizo que llegó a la villa…. la gente del pueblo no pudo refrenar sus sentimientos, en los días siguientes, a pesar de la proximidad de más de 500 soldados enemigos en el Castillo,.. y comenzó a salir a las calles y a la Plaza Pública a mostrar su júbilo y su entusiasmo. pidiendo a gritos la rendición de Berthet… Aunque no está claro como sucedió lo que ahora le contaré, por no estar documentado en ningún escrito, -me dice D. Cosme- seguramente el alcalde mayor Miret, acompañado por personalidades relevantes del pueblo, se personó en el castillo, no sabemos si a iniciativa propia, o llamados por Berthet, para parlamentar sobre el abordaje de la situación creada… Berthet, continua D. Cosme, aislado como estaba con sus soldados en nuestra fortaleza, donde tenía además importante cantidad de hombres heridos y enfermos; después de cambiar impresiones con nuestra delegación, no las tuvo todas consigo, y, quizá recordando el episodio del asalto al hospital, y observando la exaltación popular a su alrededor, no se le ocurrió otra cosa mejor que tomar como rehenes a MIret y a sus acompañantes, para asegurar que nadie intentase revueltas o asaltos al castillo. Decisión discutible, sin duda, dice D. Cosme, para tal como estaban los ánimos, que pudo haber provocado efectos contrarios a los pretendidos por Berthet, pero que, (y se vuelve a adivinar aquí, la “larga mano” de Sotomayor, que seguramente medió a su estilo en la cuestión) los manzagatos se tomaron con cierta calma, una vez que Berthet aseguró a la gente de la Junta local de Gobierno no retenida, que el alcalde Miret y el resto de rehenes no sufrirían daño alguno, y que serían liberados inmediatamente que se aclarase el desenlace de la batalla, y las ordenes que recibiese de sus mandos... 

Todo lo pactado, resultaba,, efectivamente, muy a la usanza y manera de actuar de D. Pedro Alvarez de Sotomayor, que sabía de la debilidad de la posición francesa… Así las cosas, el dia 26 de Julio de 1808, a las dos de la tarde, el capitán francés Villoutroys, escoltado por 20 soldados españoles, (primer contingente de tropa española, que llegó al pueblo tras la histórica victoria en Bailen) se personaba en Manzanares con el documento de capitulación francesa, firmado por Dupont… Se puede usted imaginar, el regocijo y las manifestaciones de alegría en todo el pueblo…Villloutroys, se dirigió al castillo, entregando el citado documento a Berthet, indicándole que, como miembro de la división Gobert, debía desplazarse a Bailen, para rendir allí su tropa… pero, al no portar orden expresa para ello, y ante el elevado número de soldados enfermos, que no podrían desplazarse con él, Berthet prefirió permanecer en la fortaleza, para que no quedasen abandonados a su suerte,… la “larga sombra” del suceso del hospital de sangre, debió pesar mucho en esa decisión de Berthet, que prefirió rendir el castillo, personalmente, al primer destacamento oficial de la milicia española que llegase a Manzanares… lo que sucedió en otra fecha de gran júbilo y trascendencia para nuestra historia local, el día 29 de Julio de 1808, cuando entra en el pueblo, por el camino real de Andalucia, una compañía de infantería española, escoltada por 20 soldados de caballería, que llegó enviada a Manzanares, expresamente, por el mismísimo General Castaños, con la indicación personal de agradecer a nuestras autoridades locales, y a nuestro pueblo, todo lo que habían contribuido a la histórica victoria española sobre Dupont… 

Esta compañía, fue recibida en el pueblo de manera ruidosa y exultante en la Plaza Pública… y, a continuación, se dirigió al castillo, donde el comandante Berthet entregó, oficialmente, sus arma, dejando el mando del castillo al batallón español, y al cargo del mismo a sus enfermos, con el compromiso español de atenderlos y cuidarlos… Rubricado por ambos mandos de tropa este compromiso de capitulación del castillo, Bertheh fue conducido a Bailen, como prisionero de guerra, con lo que se iniciaba un nuevo tiempo, libre de franceses, en Manzanares… Todo este episodio vivido en nuestro pueblo durante la guerra de independencia, como otros ya vistos, quedó descrito por nuestro clero local, en el “Manuscrito de la Merced”; de esta forma:
“Pero el esfuerzo y arriesgado valor de estos vecinos no calmó con la noticia de la rendición de Dupont: Solamente se sabía por vagos rumores, y nada había por noticia de oficio, ni que pudiese asegurar un juicio prudente, mas no importaba: a los de Manzanares basta que sea posible, y que se refiera: al momento creyó era de su deber completar aquel suceso con la rendición de setecientos hombres que habían quedado de guarnición en el Castillo: pensando ejecutarlo y obligar al Comandante, todo fué uno; éste, recibió la Ley que quiso imponerle al vecindario; recogió al Castillo las avanzadas y guardias, y contentándose con las provisiones que se juzgaron oportunas, quedó reducido con su tropa a una prisión militar; concediéndole para salvar su honor, que la rendición formal se hiciese cuando se presentase tropa de línea española; como se verificó el veinte y nueve de julio con la llegada de cien hombres de infantería y veinte de caballería, enviados para este fin por el General en Jefe Dn Francisco Xavier Castaños”

Y así, ahora, y como colofón a este relato, comenta D. Cosme, le diré, mi querido cronista, que nadie podía suponer, en ese momento, lo que estaba por venir en la particular historia de la insigne villa de Manzanares de La Mancha en esa guerra de la Independencia, pero habrá usted de comprobar, en venideras crónicas, que sería mucho y de gran enjundia, para mayor gloria de la ya gloriosa historia de este nuestro gran pueblo y de sus grandes gentes....…

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