¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

domingo, 8 de marzo de 2020

247). RELATOS PDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: INTERLUDIOS DE GUERRA.


Manzanares, comienza D. Cosme está crónica, se había reconciliado con la normalidad cotidiana, en ese magnífico agosto de 1808 que recordamos en el relato precedente, pero nadie se llamaba a engaño, estábamos en un bonito interludio,.. y era solamente eso, un paréntesis en la tragedia que nos tocó vivir en España, a primeros del siglo XIX, por causa y sinrazón de uno de esos locos megalomaniacos que, de vez en cuando, la humanidad tiene el infortunio de padecer en algún momento de su ya largo recorrido histórico y vital. 

Y claro estaba que, en el caso de España, primer país que había derrotado claramente a Napoleón en una batalla, la ira del tirano no tardaría mucho en descargarse con insidias y malajes sobre nuestra buena gente, remata, triste, D. Cosme la introducción al relato. .. La victoria española en Bailén, como ya sabemos, prosigue D. Cosme, obligó al nuevo rey impuesto, José I, a salir de Madrid el 1 de agosto, al poco de su llegada a la capital y, junto a todo su ejército francés, se replegó al norte, más allá del Ebro… En agosto de 1808, por tanto, casi todo el territorio ibérico, quedó en poder español, bajo la autoridad de las Juntas Provinciales, que se citaron en Aranjúez, el 25 de septiembre de 1808, con el objeto de reunificarse en una Junta Central Suprema y Gubernativa del Reino, que tomó las riendas de España... y que, asumiendo la soberanía del pueblo español, decidió no reconocer a Jose I, y proclamar como Rey legítimo de España a Fernando VII … Entonces, sigue D. Cosme, ya se conocía en toda España, porque el mismo rey depuesto, Jose I, se había encargado de propapalar su existencia, una carta que su hermano y emperador, Napoleón Bonaparte le remitió en cauce oficial, en la que, ufano y prepotente como era, le decía, literalmente “De aquí al otoño España estará inundada de tropas”; y, ciertamente, Napoleón, tras el desastre de Bailén, quedó obsesionado con dar una lección, que nunca olvidasen, a los españoles.... 

De modo y manera que, en el mes de Octubre de 1808, ya había confeccionado, para “inundar” España, un enorme ejército de 300.000 soldados, 18 mariscales y 353 generales. Para contrarrestarlo, sigue D. Cosme, nuestro ejército, en paralelo a la recién creada Junta Central Suprema, y también en Aranjuez, el 2 de octubre de 1808, fundó una Junta Central Militar, presidida por el General Castaños, que reordenó nuestra tropa en cuatro divisiones: la división Norte-izquierda, al mando del general Blake; la división Norte-derecha, al mando del general Vives; la división Centro, al mando del general Castaños; y la división de Reserva, al mando del general Palafox… El total completo de sus efectivos humanos, prosigue D. Cosme, alcanzaba la cifra de unos 130.000 soldados, por tanto, algo menos menos de la mitad de los que componían la tropa francesa, lo que, a priori, no auguraba nada fácil para España, al menos en cantidad de efectivos, el conflicto bélico que se avecinaba..

Batalla de Bailén.

Mientras tanto, en Manzanares, todos esos preparativos prebélicos, se comenzaron a notar en el tránsito continuo de militares por nuestra villa, cuando circulaban por el Camino Real de Andalucía,… y bien sabían nuestros paisanos, por experiencia propia, y muy cercana en el tiempo, lo que significaría en un futuro inmediato, todo ese ir y venir de tropas que, de momento, pero solo por el momento, eran españolas. Sin embargo, curiosamente, prosigue D. Cosme, entre las compañias militares que se acantonarían en Manzanares, al final de ese verano y el otoño de 1808, y para desdecirme yo mismo, continua sonriente, quiza la más importante fue un Batallón de Voluntarios Extranjeros, pertenecientes al regimiento suizo número 2, del general Reding, e integrados en la división centro del general Castaños. Ese batallón de voluntarios extranjeros, llegó a Manzanares, desde Cadiz, en el mes de octubre comandado por el capitan Antoine Groige; y estaba compuesto por oficiales y soldados suizos, alemanes e italianos, alistados en el ejército francés...que, o bien fueron apresados en Bailen, o bien habían desertado de sus filas. Por eso, aunque tenía un total de casi 7000 reclutas, nunca se les consideró muy fiables en Manzanares, ni un "modelo de patriotas" comenta, con mucha sorna, D. Cosme.... sospechas que, como veremos enseguida, los acontecimientos posteriores ratificarían. Aparte de ese tránsito constante y obligado de militares por la villa, siguiendo el camino real de Andalucía, y también por eso mismo, dice D. Cosme, en Manzanares se montó por aquella época un hospital militar, quedando para la posteridad, en el registro de defunciones parroquiales, en los meses de octubre y noviembre de 1808, como "huella histórica" de esa eventualidad, el nombre de varios soldados españoles que fallecieron en el citado hospital, con mención de sus respectivos lugares de nacimiento, y también los diferentes regimientos donde estaban integrados...
Por otro lado, esos meses de interludio en Manzanares, continua D. Cosme, y ya con las tareas administrativas del ayuntamiento y los juzgados desarrollándose con normalidad, muchas gentes comunes de la villa realizaron tramites judiciales, mediante escribanías, con el objeto de recuperar enseres o animales requisados por las tropas francesas a su paso por Manzanares...Se reclamaron por bastantes vecinos, y casi siempre con escaso exito, como ya supondrá usted, mulas, caballos, galeras, carros e, incluso, diferentes cantidades de víveres, que los gabachos habían afanado a nuestra buena gente, comenta D. Cosme... De la misma manera, y con el mismo escaso éxito, la Junta Local de Gobierno de Manzanares, pleiteo con sus coetáneas de pueblos próximos, como La Solana o Villanueva de los Infantes, sobre ciertas deudas relacionadas con las requisas que los franceses habían practicado en el pueblo... Ciertamente, Manzanares, como casi todas las villas atravesadas por el camino de Andalucía, padecieron más requisas y expolios, que otras villas próximas a la nuestra... pero que, al estar algo alejadas del citado camino, no recibían con la misma frecuencia al invasor francés, ni padecían, por tanto, con igual intensidad su afán expoliador. Por esa razón, al comienzo de la guerra, sigue D. Cosme, se establecieron acuerdos entre las distintas Juntas locales de gobierno, para intentar compensar con enseres y víveres de las villas menos expoliadas, a las que padecieron más el paso de los franceses. Fue también en esos meses de interregno guerrero, cuando se intentó por la Junta local de gobierno de Manzanares que esos acuerdos se cumplieran, pero como usted habrá adivinado ya; las preocupaciones, mucho mayores y de mayor rango, que ocupaban a las autoridades españolas, centradas en la muy previsible reanudación de hostilidades bélicas con los franceses, junto al enredo burocrático que las villas demandadas por Manzanares se encargaron de establecer para alargar los tramites, hicieron inviable el retorno compensatorio de parte de lo requisado..

José I, Bonaparte.
También por aquellas fechas, primeramente en agosto de 1808, el Consejo de Castilla había promulgado un decreto contra los considerados "afrancesados", con el ánimo de juzgarlos, algo que terminó concretando la Junta Central Suprema de Gobierno de España el día 26 de octubre de 1808, por el que se creaba un Tribunal especial que juzgaría en el futuro a todos los acusados de ese colaboracionismo activo con el invasor francés. Asi que, en lo que nos concierne al respecto en la historia de Manzanares, y por que de esto se hablará en sucesivas crónicas, le adelantaré a usted, y a sus lectores, querido cronista, que por aquel tiempo primero de la guerra de independencia, y por mas que algunas villas vecinas extendieran una leyenda negra e injustificada sobre Manzanares y su gente a ese respecto, del que ya hemos dado, y aun daremos más testimonio... el caso, casi único de "afrancesamiento" flagrante en Manzanares, fue el del Marques de Salinas, (por otra parte, siciliano de estirpe, que no manzagata, ríe, y apostilla D: Cosme)... quien, muy probablemente, para obtener ventajas en los pleitos que mantuvo con el Condado de Casa Valiente, a primeros del siglo XIX, y de los que dimos ya cuenta sustancial en crónica previas, se pasó "con armas y bagages" a la causa francesa... de manera tan flagrante, que tuvo que huir a Francia, tras la batalla de Bailen, junto a toda la recua de españoles relevantes, pero taidores a su pueblo y a su patria, que acompañaron al impostor Rey Jose I, hermano de Napoleón, en su precipitada huida de Madrid hacia el norte, despues de la gloriosa victoria española en Bailén...
Con todo lo relatado, mi querido plumilla, puede usted dar por finalizada esta crónica, que ya fue de bastante, para hacer "visible" la vida y eventualidades que, más o menos, se dieron y vivieron, en la insigne y nunca bien ponderada villa de Manzanares de la Mancha, y con referencias, también, a las cosas más significativas que también sucedieron en el reino de España, durante aquellos, aproximadamente, cuatro meses de interludio guerrero entre Francia y España, que propició la primera derrota europea del ínclito y poco venerable emperador Napoleón Bonaparte, en la llamada "Guerra de la Independencia" que se vivió en España a primeros años del siglo decimonónico..


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