El 5 de Abril de 1961, Melchor Díaz-Pinés Pinés, elabora este apunte histórico sobre la localidad de CALZADA DE CALATRAVA.
Aún existe la casa en la que murió el hijo de Calzada de Calatrava, Don Hernando Díaz, el que marchara con el también manchego Diego de Almagro, a la conquista del Perú, a las órdenes de Francisco Pizarro, tomando parte en los hechos guerreros de mayor resonancia en aquella época de gloria.
Fue Hernando Díaz un soldado ejemplar y fidelísimo a la Corona, en lucha con las disidencias que en algunos momentos se produjeron. El Emperador premió su fidelidad e hidalguía manchega con una renta de trescientos sesenta ducados y el honor de poner en su escudo de armas una mano empuñando el pendón real, escudo que ha venido figurando en esta casa, como mudo testigo de la aportación de las armas manchegas a la conquista de las tierras sudamericanas.
Está situada esta villa en las inmediaciones del que en otros tiempos fuera el Convento de Salvatierra, cuna de la Orden de Calatrava, fortaleza ésta que el historiador Tito Livio aseguraba haber sido en sus comienzos una fortaleza romana, existente sobre la calzada romana de Córdoba a Toledo y por ello, dice la tradición, que tomara el nombre de " La Calzada de Calatrava ".
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