El 24 de Junio de 1961, Melchor Díaz-Pinés Pinés, transmitía a la Agencia Efe la siguiente información:
Las excursiones a las Lagunas de Ruidera, han pasado a ocupar un lugar preferente entre los motivos turísticos del centro de la Península.
En esta predilección del turismo moderno ha pasado a ser como cabeza de puente, esta localidad de Manzanares por su estratégica situación geográfica. Todos los grandes autocares de turismo, hacen escala a última hora de la víspera de la visita y pernoctan en los hoteles y pensiones de esta plaza. A la mañana siguiente, emprenden viaje hacia el paradisiaco paisaje de Las Lagunas de Ruidera, muy a primera hora de la mañana, incluso asistiendo a la Misa de las 6 de la madrugada en Iglesias de Manzanares.
Este plan de viajes ha sido iniciativa del enorme afán turístico de la capital de España que, como este último domingo, ha proporcionado más de trescientos turistas, entre ellos grupos de empresas madrileñas, que dan una nota de colorido y simpatía entre los manzanareños, amén de ingresar buenos beneficios a los propietarios de hostelería. Nos contaba un excursionista que ahora empieza a conocerse Ruidera y que ellos venían por haber sido informados de compañeros que ya habían realizado la excursión y que hablaron maravillas de su entorno paisajístico, la gastronomía de la zona y la amabilidad de sus gentes.
Estamos, con casi total seguridad, ante el resurgir de una fuerte corriente turística hacia Ruidera que todos debemos fomentar, cuidando su ambiente, su paisaje y aguas transparentes e implicarnos en ofrecer más actividades acuáticas, rutas turísticas y buenos establecimientos hoteleros porque Madrid está a poco más de doscientos kilómetros y el potencial humano allí residente es muy importante como para desaprovechar la ocasión.
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