El 5 de Enero de 1961, Melchor Díaz-Pinés Pinés realiza la siguiente información periodística para la Revista " Teresa ".
La provincia de Ciudad Real cuenta con una gran variedad de manantiales de aguas medicinales que gozan de gran fama en toda España, por las virtudes terapéuticas que poseen, ya desde tiempos muy remotos. Cada vez es más frecuente utilizar este tipo de establecimientos, sobre todo en personas mayores, por sus enormes poderes curativos y a esta provincia se desplazan muchos españoles que proceden de diversas regiones de la península, atraídos por la fama de sus aguas termales.
A lo largo y ancho de toda la provincia, que posee una extensión superficial aproximada de unos 20.000 Kms2, existen numerosos manantiales si bien los más afamados son veintiuno. La ciudad de Santa Cruz de Mudela, con tres establecimientos balnearios de justo renombre, están atendidos por personal facultativo. El descubrimiento de las aguas en Santa Cruz data del siglo XVII y a principios de nuestro siglo fueron declarados de Utilidad Pública. En un tiempo no muy lejano, esas aguas fueron envasadas y distribuidas por toda España, gozando de gran fama. Los problemas de huesos, estómago, respiración, entre otros, pueden ser tratados con eficacia.
Pozuelo de Calatrava cuenta con dos muy famosos, entre los que se encuentran los antiquísimos Hervideros de Fuensanta. Ciudad Real capital, cuenta con otros dos. Manzanares y Moral de Calatrava con uno cada uno, que poseen agua y lodos muy curativos del reúma articular.
Además de los citados, distribuidos por la geografía provincial, contamos con los Balnearios del Peral, en Valdepeñas; las aguas de La Hijosa en Socuéllamos; en Fuencaliente sus famosas termas de este nombre; en Villar del Pozo, Los Hervideros y en Solana del Pino, los Baños de Tiñosa. Existen otros balnearios menos popularizados en Puertollano, Navalpino, Miguelturra, Granátula de Calatrava con los antiquísimos Baños de Oreto, Almuradiel, Almagro y Almedina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario