El 19 de diciembre de 1961, Melchor Díaz-Pinés Pinés, enviaba a la Agencia Efe la siguiente información:
La más antigua de las fortalezas que existen en las llanuras de La Mancha y que procede de los tiempos de la antigua Oretania, es la de Moratalaz, que en la Edad Antigua significaba " lugarcillo murado " y fue testigo de cruentas luchas de varias dominaciones.
Los historiadores señalan su existencia en el siglo I de la Era cristiana y aún puede contemplarse algún vestigio de su existencia, en forma de ruinas cuando se viaja en ferrocarril a Daimiel, a orillas del río Azuer, pudiendo contemplar una muralla de unos siete metros de altura que aún sobrevive a la acción del tiempo. Debido a su gran solidez no es aventurado pensar que todavía podrá durar mucho tiempo.
Los extensos dominios de Moratalaz fueron repartidos, según la Concordia de 13 de enero de 1482, entre los términos de Manzanares, Daimiel, Moral de Calatrava y Valdepenas, por D. Alonso Carrillo, Arzobispo de Toledo y D. Rodrigo Téllez Girón, Maestre del Campo de Calatrava. Todo eran tierras de " pan llevar " y fueron explotadas intensamente por los vecinos de los pueblos mencionados. Hoy pertenece a este término municipal y se proyectan excavaciones en esas ruinas, que fueron testigos de antiguas civilizaciones.
La más antigua de las fortalezas que existen en las llanuras de La Mancha y que procede de los tiempos de la antigua Oretania, es la de Moratalaz, que en la Edad Antigua significaba " lugarcillo murado " y fue testigo de cruentas luchas de varias dominaciones.
Los historiadores señalan su existencia en el siglo I de la Era cristiana y aún puede contemplarse algún vestigio de su existencia, en forma de ruinas cuando se viaja en ferrocarril a Daimiel, a orillas del río Azuer, pudiendo contemplar una muralla de unos siete metros de altura que aún sobrevive a la acción del tiempo. Debido a su gran solidez no es aventurado pensar que todavía podrá durar mucho tiempo.
Los extensos dominios de Moratalaz fueron repartidos, según la Concordia de 13 de enero de 1482, entre los términos de Manzanares, Daimiel, Moral de Calatrava y Valdepenas, por D. Alonso Carrillo, Arzobispo de Toledo y D. Rodrigo Téllez Girón, Maestre del Campo de Calatrava. Todo eran tierras de " pan llevar " y fueron explotadas intensamente por los vecinos de los pueblos mencionados. Hoy pertenece a este término municipal y se proyectan excavaciones en esas ruinas, que fueron testigos de antiguas civilizaciones.
Ruinas de la fortaleza de Moratalaz, en las proximidades de Manzanares. Foto cedida por el Sr. Contreras González. |
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