Paisano y sin embargo, amigo, Jerónimo:
Tuvimos el gusto de reencontrarnos hace pocos días en Manzanares y te agradezco el hecho de que me abordaras en la Casa de la Cultura - aún no olvidé mi 'metedura de pata', confundiéndote con otra persona - porque hacía muchísimos años que no nos veíamos. Fue breve el dialogo porque me pillaste en un momento de mucho saludo y reencuentro de amigos y paisanos pero - casualidad o destino - nos volvimos a encontrar por la calle de la Virgen y en esta ocasión, pudimos jugar la partida algo más tranquilos, pensando la jugada, mirándonos a la cara, recordando como bien dices, nuestra época de 'pantalón corto' ...
Fuimos compañeros en el cole de D. Cristóbal pero no sabía nada de tu vida - salvo la noticia de la presentación de tu último libro a través de un portal de internet - y me la resumiste en un minuto ... Me quedé solo con la idea de que tras una larga vida profesional, siempre te sentiste poeta y seguramente esa era tu verdadera vocación ... Me diste tu dirección de correo electrónico que memoricé y nos despedimos ...
¡ Bueno, ya no podremos encontrarnos con tanta facilidad porque nos separan 800 kilómetros de distancia !.
Mi sorpresa y emoción fueron mayúsculas cuando el otro día, a través del correo, me enviaste esa poesía dedicada a mi padre, como contestación a un envío que yo te hacía a través del correo electrónico, en el que te adjuntaba el enlace de un vídeo que realicé sobre 'cosas antiguas' de nuestro pueblo - que a pocos, o casi nadie, interesan - .... y, en pocos minutos, contestabas, me agradecías el envío y adjuntabas tu poesía que más adelante reproduciré - sobre una fotografía para el recuerdo - y que dedicabas a la memoria de mi padre ... ¿ Fue el vídeo de los oficios del pasado el que te inspiró a escribirla porque Melchor te vino a la memoria ? ... ¡ Te debió salir del alma y también de tu ingenio, al hacer, tan de súbito esa composición y además, hacer coincidir en cada estrofa la inicial del nombre y apellidos de mi padre ...
¡ Como soy de Ciencias, Jerónimo, a mi me resultaría 'mu complicao' manifestarme de esa forma que tu lo haces !.
Como hijo de Melchor, debo agradecerte y mucho esa evocación hacia su persona y su recuerdo, lo tienes fresco en tu memoria porque le describes tal cual, vehemente, imaginativo, incansable, siempre en busca de la noticia que le permitiera seguir 'sembrando ilusiones' en el deprimido Manzanares de entonces.
Y ... la verdad, Jerónimo ... ¡ lo he dudado !... Pero decido publicarla en este 'blog' que administro en su memoria por varias razones, una, porque lo escribe un manzanareño, mucho más joven que Melchor pero al que debió conocer bastante bien y además, lo hace en su memoria, otra porque quien hace la poesía es Jerónimo Calero, un poeta consagrado al que me encanta leer por su expresividad, sencillez y realismo y otra, porque la frescura de esos versos, el detalle de ralizarlos y su espontaneidad en la composición, concuerdan perfectamente con el espíritu que yo recuerdo de su persona ....
Gracias, muchas gracias Jerónimo y me despido de ti, de igual forma que hacen conmigo mis amigos colombianos del 'otro Manzanares', el de Caldas ... ¡ Que Dios te bendiga !. Un abrazo.
Manuel Díaz-Pinés Fdez-Prieto.
Preciosa la poesía. Me adhiero a la petición de una calle para Melchor Díaz Pinés. Pasarán muchos años hasta que vuelva a nacer un hombre de su talla.
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo en que estos preciosos videos que miran a nuestro pasado no los mire casi nadie. Hay un montón de enlaces en facebook que van difundiendo esta recopilación tan interesante e importante en estos tiempos en que corremos el riesgo de perder la identidad. Nunca como ahora fue tan necesario recobrar nuestras raices y sentirnos arraigados en el lugar que nos vio nacer, aunque muchos prosperamos fuera. Pero... siempre queda el recuerdo y el deseo de volver y reencontrarnos con aquello nos es propio. No ceje en su afán de recopilar todo esto. Hay mucha gente que está disfrutando con ello. Gracias
Mi saludo cordial, Francisco. Quizás no imagines en su verdadera dimensión, lo que pueden ayudar unas palabras como las que tu realizas en el comentario.
ResponderEliminarMi percepción es esa en cuanto a la falta de interés por nuestras cosas del pasado pero admito que puedo estar equivocado y ahora que lo dices, aunque solo fuera una minoría a la que gustan estos recuerdos, creo que vale la pena seguir mostrando todo lo que mi padre dejó escrito, desde la humildad y con su peculiar estilo.
Me has emocionado pero es que yo, soy muy propenso a ello en lo tocante a estos temas. Desde tu anonimato, gracias por el comentario y desde ahora, siempre pensaré que estás disfrutando con cada entrada que realizo y no tendré jamás, mejor premio que tu atención, además de colaborar en que no desaparezcan nuestras raíces e identidad.
Un abrazo, paisano, porque supongo que lo somos y muchas gracias por dejar constancia de tu pensamiento. ¡ Me has renovado las fuerzas, amigo ... !.
Hombre,Manuel,tú sí que me descolocas a mí con tus palabras. Mi natural modestia siente un subidón que para qué contarte. Es cierto que conocí a tu padre desde esa mirada de aprendiz de comercio que era yo entonces; trabajaba en el comercio de Antonio Noblejas y los cartones en los que venía liado el vichy me servían, como ahora la pantalla del ordenador, para dejar escritos versos primerizos que al final irían a parar a la trapería donde llevábamos los cartones sobrantes.
ResponderEliminarMelchor, su tienda y su esposa Sagrario, fueron una institución. Desde aquella pequeña tiendecita ordenada y pulcra donde comprabas fideos, un botón, revistas, filaíz y todo lo que nunca pensabas que podría salir de aquél sombrero de prestidigitador que era aquel establecimiento en miniatura, daba su gran personalidad, paso a esa inquietud intelectual que siempre le acompañó.
Así que el soneto con estrambote dedicado a su recuerdo, además de oficio, tiene sentimiento. Se podría hacer mejor, pero no más espontaneo.
Gracias por tus palabras y sigue con tu empeño.
UN abrazo
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EliminarPerdón, Jerónimo porque interpreté tu comentario como escrito por Francisco González y le 'encasqueté' lo de 'poeta de cartones de vichy', cuando realmente es patrimonio tuyo y nada más que tuyo. ¡ Los años no perdonan, amigo y las neuronas, patinan que da gusto !. Pero bueno, rectificar se puede, haciéndolo desaparecer y dar al César lo que es del César ...
ResponderEliminarNo te recuerdo de aprendiz en Noblejas. Yo en 1961 volé de mi nido familiar y dejé la tienda de Melchor como a todos nos gustaba y que tu describes muy bien. Un auténtico bazar, con mi padre de prestidigitador - muy bueno el símil, Jerónimo - sacando de su chistera lo que el cliente demandase. Mi hermana Tere, supo adaptarse a las necesidades de los nuevos tiempos y con su impulso, aquel establecimiento, llegó a ser una muy buena librería.
Ya se que ante todo eres un hombre modesto - me consta y te vanagloria ir así por la vida - pero la espontaneidad, se adivina en tu soneto estrambótico y es lo que yo capté desde el primer momento. Había mucho franqueza en él y también mucho cariño en cada estrofa ... y debo reiterarme, que ambas cosas, las agradezco un montón.
Seguiremos mientras esas neuronas que antes mencioné, sigan resbalando pero poniéndose en pie porque todavía quedan algunas cosillas de mi padre que digitalizar y me gustaría rematar el trabajo iniciado, Pude captar en mi último viaje que hay más interés en estos asuntos del pasado del que yo imaginaba y también un gran recuerdo hacia la persona de mi padre y ello me anima, como bien dices, a seguir en mi empeño.
Otro abrazo para ti, paisano y sin embargo, amigo.