¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

jueves, 31 de diciembre de 2015

13). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES, 1912: DE MOLINO A MOLINO

…Y termina el recorrido del Paseo del Río,… y el cronista y sus acompañantes, han completado, en apenas 24 horas, un camino que nos retorna al “Banco de la Paciencia” y allí que nos sentamos un rato, a percibir, otra vez, la especial sensación de abandono y sosiego que su magia provoca… 




El reportero y sus acompañantes, esperan la llegada de la tartana, que abandonaron en el Calicanto, para hacer, luego, caminando, todo el Paseo del Río…



Sentados a la paz y sosiego de este Banco ancestral, quien les escribe y sus compañeros de viaje, tienen, frente a sus ojos, las vías del tren y, un poco más allá, una planicie con bastantes álamos…no es difícil explicar que a este lugar se le conozca en el pueblo como “la alamedilla”, reflexiona el cronista, saliendo algo del ensimismamiento que provoca el posar las posaderas en este banco de piedra… y, esta vez, no tenemos la suerte de ayer…hoy hemos oído, antes que el del tren, el ruido de la tartana, y el toc-toc de su caballo, que, poco a poco, se agranda hasta llegar al lugar donde estamos…hay que levantar el culo!!....el paseo tiene que continuar…nos esperan los molinos y el Torreón de Moratalaz….


Volvemos la vista atrás,… y, ahí, se queda el Kiosko de la música y, a un lado, el abundante agua que lleva la “madre nueva”, tras la persistentes lluvias de Marzo…En esto si hemos tenido suerte para el objeto de esta visita, todas las madres y cauces del Azuer tienen esta primavera bastante agua…Es entonces cuando, Don Cosme, nos cuenta una curiosidad que muchos de los paisanos de Manzanares no conocen, ni han oído comentar nunca sobre el cauce de la “madre nueva”, parece ser, nos dice, que “hace muchos años este cauce no iba por un lado del Paseo, sino que era mucho más amplio, llegando a su centro…nos hace, entonces, recordar los tres “arboles gordos” que se ven, sucesivamente, en el centro del Paseo del Río y, después, asevera, que esos arboles estaban justamente en la ribera de ese antiguo cauce…vamos, que, sin exagerar, apostilla finalmente el Sr Cosme, la “madre nueva” de entonces era una especie de Amazonas manzagato”…
Pisamos ahora un puente tapado a base de unos railes, como solera, sobre la que se sustentó la vía férrea….Claro!!!, este puente sirve para que el agua pase por debajo de las vías del tren…

Al poco, el agua surge de la tierra y se adentra en la “alamedilla”… Nosotros, también nos adentramos en esta nueva tierra, nos parece, por un momento que, al cruzar las vías, hemos pasado una especie de frontera, que nos permite salir a explorar territorios propios, pero ya limítrofes del pueblo. Me cuentan los manzanareños que pasean conmigo que, esa, al igual que la que se siente en el “Banco de la Paciencia” es una sensación muy común en todos los paisanos, al cruzar por aquí las vías…


Don Cosme, nuestro “profesor particular”, borra de nuestra mente esa sensación, y nos hace ser “todo oídos”, cuando comienza a contar la historia de loa molinos que vamos a visitar…”Hay quien dice, comenta, que como el término “Azuer” procede de la palabra árabe “azud” o cauce y de “azuda” o molino, en el pueblo emprendedor que es Manzanares, es normal que se hiciera alarde de grandes obras de ingeniería hidráulica, como fueron, en época medieval, los molinos de agua dedicados a la moltura de aceite y la molienda del trigo y otros cereales, con independencia de que las canalizaciones fueran también empleadas para favorecer la agricultura de regadío, tal cual fue su primigenía utilidad”…. “Sea como fuera, se construyeron molinos en Manzanares, vaya que sii!!”… ”Como consecuencia de lo llano del terreno de nuestra zona, fue necesario hacer derivaciones de gran envergadura…El más importante de estos ingenios molinares del término de Manzanares, fue, sin duda, el que apareciera tras el primer caz que hemos de encontrar según avanzamos por la “madre nueva”… es el caz del molino de don Pedro Fernández de Salinas, el conocido en todo Manzanares como “Molino Grande”, cuyo diseño de 1616 se conserva en un plano hecho por Don Esteban de Perola….



Este personaje emprendedor derivó el curso del río a la altura del puente del camino de Almagro, para conducirlo a través de un caz hasta el citado molino. El agua que conducía esta derivación se dedicaba para riego de huertas y, sobre todo, para abastecer la presa del molino grande”… “En 1752, prosiguió, y con motivo de responder el interrogatorio del Marqués de la Ensenada, los más sabios del lugar citan en esa parte final de la “madre nueva”, lo siguiente: “Un molino harinero llamado “El Grande” inmediato a esta población y muele con las aguas de río Azuel y dos piedra, propio del conde de Sevilla la Nueva y su producto anual con el beneficio del caz, por la tierra que con él se riega, lo regulan en 70 fanegas de trigo. Otro molino harinero llamado “El Chico” que muele con las propias aguas y dos piedras, propio de D. Alfonso Villarreal, vecino de Membrilla, cuyo producto, a la misma regulación de un quinquenio, por año es de 40 fanegas de trigo. Otro molino harinero llamado “Don Blás” que muele con dichas aguas y dos piedras, propio de D. Blás de Quesada, y su producto con el beneficio y riego del caz es de 40 fanegas de trigo.


Otro molino harinero llamado “El Carnicero” que muele con las citadas aguas y una piedra, propio de Sor Dª Francisca de la Encarnación y Sor Dª María Luisa de San Ildefonso, religiosas en este convento de Franciscas, cuyo producto anual es 20 fanegas de trigo. Otro molino harinero llamado “De la Torre de Moratalaz”, propio de la encomienda de esta villa, que se halla cuasi arruinado del todo por lo que no se le considera de presente utilidad alguna”….
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Así estaban por entonces los molinos de Manzanares, pero, sigue Don Cosme, en un alarde visionario…”ya vamos a poder ver, como el progreso de los tiempos hace que todo cambie, lo que contaron el marques de la Ensenada ya no tiene que ver con lo de ahora”… y, continúa ...”Hemos visto hace poco esa imponente Fábrica de Harinas, lleva entre nosotros muy poco tiempo, algo más de 20 años, pero han sido suficientes, para que su gran capacidad de producción harinera, se haya hecho notar, y marque el inicio de la decadencia de estos molinos tan nuestros”…..Y, efectivamente, llegamos a un bonito y abierto paraje, donde, a la madre nueva, le nace un amplio brazo…es el caz del Molino Grande o de don Pedro, que aparece al final de ese canal, con el aspecto de una bonita casa de campo. Nos cuenta Cosme que, ahora, pertenece a los marqueses de Salinas…

y, según nos acercamos, tomamos razón de su verdadera utilidad, al ver como el caz introduce sus aguas en las “entrañas” del caserío y, después, al llegar, cuando los amables encargados de su funcionamiento nos muestran la piedras (“volandera” y solera”) de los dos molinos con las que se moltura el grano….Luego de estas explicaciones y una pequeña demostración, nos ofrecen pasar a la estancia que se utiliza para comedor, y la mujer de la casa nos deleita con unas suculentas “gachas”, que han de servirnos de almuerzo,… por que ya toca, y por que no era caso renunciar a la pitanza ofrecida de manera tan amable….y, a fe que no nos arrepentimos….Tras una agradable conversación de sobremesa, salimos a completar nuestra ruta molinera…y seguimos por donde nos indica el Sr. Cosme a otra prolongación de la “madre nueva”, que llega, enseguida, al siguiente ingenio molinar: es el molino chico, o tambien conocido por el de Mansilla (aludiendo a la familia que es propietaria del mismo en la actualidad),.. se le puede ver en la confluencia del caz de molino grande con la “madre vieja”; como si el canal del Azuer se reistiera a morir definitivamente…pero es que, además, cuando parece que el ciclo, ahora si, se ha terminado, todavía es posible observar, por encima del molino de Mansilla, otra derivación del cauce, que llega al llamado molino de don Blas o San Blas, que ya queda en el llamado sitio de “los Poleares” y es un pequeño edificio que parece al `punto del desuso…y, aún, otro poco más alla, un menudo caz alcanza otro pequeño molino, que dicen “carnicero”, situado a la altura de la Casa del Conde;…y aquí si, aquí se puede decir que los molinos de agua de Manzanares acaban…..pero como nuestra ruta esta previsto finalizarla en el Torreón, seguimos el camino de Daimiel, hasta atisbar su silueta y, al lado tenemos oportunidad de contemplar un último y antiguo molino, el de Moratalaz, pero del que solo quedan los restos de su presa….y ahí esta, solemne y solitario, el Torreon de Moratalaz!!, coronando el altozano que tenemos enfrente…acabamos esta crónica de molinos hidráulicos, para hacer enseguida otra, acerca de este Torreón, historia y origen de este pueblo de Manzanares………




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