¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

martes, 29 de diciembre de 2015

2). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES, 1912: EL ALCALDE ME ENSEÑA SU GRAN TEATRO

Tal como habíase concertado, a las 9 de la mañana, ya me esperaba, en la Plaza Virgen de Gracia, el Sr Alcalde, quien la tarde anterior había prometido contar personalmente a este reportero, la historia de la construcción del espectacular coliseo, que llevaba grabado el nombre de “Gran Teatro” en la parte superior de su magnífica y reluciente fachada, antes de acompañarlo también a visitar su empresa familiar y otras importantes bodegas del pueblo,... ya que, ese día, comenzaba la tarea periodística encargada por mi periódico, acerca de la floreciente actividad industrial de Manzanares…. y, yo, había decidido iniciarla por lo que me pareció más relevante, sus enormes bodegas, algo a lo que, como me comentó D. Antonio Rubio en la sobremesa del día anterior, él no podía faltar, pues no quería perderse ese recorrido por las principales industrias vitivinicolas de su pueblo, ya que, además, de los jugosos comentarios y tertulias que la visita iba a suscitar, sin duda,.... a él le iba a servir para observar el estado real de todas esas bodegas…




En fin, lo cierto es que Don Antonio Rubio estaba allí, sonriente y esperando, en el centro de la plazuela y enfrente del Gran Teatro… Apresuramos el paso, que a un Alcalde no se debe hacer esperar, y llegamos hasta él....



Nos saludó a mi y al Sr. Torres que me acompañaba, y comenzó a contar, con el entusiasmo e impetuoso verbo que caracterizaba al brillante primer edil de Manzanares, que hacía 30 años, allá donde pisábamos, estaba el antiguo camposanto de su ciudad, ahora situado a las afueras de la localidad…y que cierto día de hace 3 ó 4 años, él y otros paisanos, habían valorado la posibilidad de dar "alli" a Manzanares un edificio cultural de este porte,… y que “ahí” estaba el resultado,… mientras con un ademán de su mano, y un brillo de orgullo y satisfacción personal en sus ojos, señalaba el majestuoso edificio que teníamos enfrente…. Yo le dí mi enhorabuena por el resultado, y le dije que sería recordado siempre en este pueblo, aunque sólo fuera por eso… jocosamente, continuó contándome que muchos en el pueblo ya se habían acordado de él, y de toda su familia, y no precisamente con lisonjas, cuando se proyectó el edificio…Ante mi gesto sorprendido, me recordó la manida frase de “con la Iglesia hemos topado”,… contándome todo el difícil proceso para convencer a muchas “sensibilidades católicas y conservadoras” de Manzanares, escandalizadas de que se fuera a construir un centro de diversiones sobre un antiguo cementerio, y empezando por, en sus palabras, “el mayor hueso de roer, el párroco Don Dimas”, a quien tuvo que recordar que esos terrenos, tras los acuerdos escritos entre la diócesis y la Corporación Municipal, hacía más de 30 años, eran propiedad del Ayuntamiento y, sobre todo, continuó con una sonrisa algo irónica, lo que le costó hacer ver a Don Dimas que ese lugar “había cedido su santidad al nuevo cementerio”, tras la bendición de este último por el anterior párroco…. En el rostro satisfecho de Don Antonio, contemplando su gran obra, se dejaba ver que esto ya era pasado, algo que él alcalde, de nuevo con sorna, certificó diciéndome....Ahora, lo único que siente Don Dimas, es no poder decir misa en esta “capilla”…al tiempo que reía a grandes carcajadas…. Terminó, prometiéndome que me presentaría a Don Dimas, para que lo conociera personalmente, y el mismo me mostrará las riquezas eclesiales e históricas de Manzanares ….Luego, me invitó a conocer el bellísimo interior del Gran Teatro, su magnífico y barroco escenario, su enorme sala de butacas, sus hermosas plateas y la grandísima “general”, que completaba el aforo hasta una cabida de unas 1.500 almas,..lo que, en una nueva puya del ingenioso alcalde contra su párroco, le llevo a decirme que: “…y esas almas están como en el cielo cada vez que asisten allí a una función”….. Era claro que el Sr Rubio estaba orgulloso de “su” Gran Teatro, pero es que este magnífico edificio, levantado en esa Plaza el año 1910, con tan excelentes condiciones y amplitud , que seguramente no habría otro como él en ningún pueblo de la región ni en muchas capitales de provincia, lo avala sin duda alguna…Entrando en lo más prosaico, cuando salíamos de nuevo a la Plaza, me comento que toda la obra había costado al pueblo, la cantidad de 36.000 duros… 



Salimos, pues, del Gran Teatro..., y nos encaminamos a la zona de las bodegas por una espléndida y nueva calle, recién urbanizada, de medio kilómetro de larga por unos 20 metros de ancha, y tres de acera. Me comentó el Sr Rubio que esta calle, conocida en el pueblo, antes de esas obras, como “la vereda”, aludiendo a que forma parte de la cañada real, tiene ahora el nombre oficial de “nueva calle Toledo”, ya que es continuidad de la que se adentra en el pueblo con ese nombre. Tal como su secretario me había contado la tarde anterior, Don Antonio, me explicó, de nuevo con orgullo, que esta calle nueva le satisfacía especialmente, pues había acondicionado muy bien una zona anteriormente intransitable, de ínfimas condiciones higiénicas, conocida como “Las Loberas”,…

Ahora, esta obra de urbanización, diseñada tras un estudio impecable de ingeniería, cuyos planos, que llevaba consigo, me mostró , había permitido asentar allí, en el triangulo que formaba el final de la nueva calle, con el Paseo de la Estación y las vías del tren, a la mayoría de las bodegas y destilerías del pueblo, que quedarían así en la inmediatez del ferrocarril, para asegurar el fácil transporte de sus productos a toda Españas... Después, en el transcurso de esa intensa mañana de visitas, pude ir comprobando la realidad de esa afirmación, según iba conociendo varías de las más importantes bodegas (y de sus caldos, todo sea dicho) de este pueblo increíble…pero eso quedó ya plasmado en otra crónica de esta intensa visita a Manzanares….


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