En 1967, con gran satisfacción, redactaba un artículo alabando la intervención de un Organismo oficial, en la crisis del sector vitivinícola manchego.
El hecho de pergeñar este modesto artículo, tanto tiempo soñado y más que todo, su titulación, obedece sencilla y llanamente, a un impulso, una manifestación del espíritu. A lo manchego, con toda el alma, sin contubernios y a la pata la llana, como somos los de acá, que decimos nuestro sentir y desahogamos el corazón, diciendo las verdades con lealtad. Escribe un manchego que por sus venas corren glóbulos de flemas, de alcoholes, de agricultura ... Que desde su niñez vivió intensamente el campo, siempre observando todos los acontecimientos que tan directamente afectan a las economías de los hombres de estas tierras. Y puedo hablar porque no espero favoritismos de nadie pues en esta etapa de mi vida no tengo ningún vínculo relacionado con el campo.
Por esto, precisamente, confecciono esta colaboración sobre la marcha de los hechos, en su propia salsa, con una invitación a todos, grandes y pequeños, hinchas y del equipo contrario para que nos acompañen a rendir este modestísimo homenaje a quien ha salvado a La Mancha y a su economía en uno de los más difíciles trances que haya podido sufrir en su dilatada vida vitivinícola. Un 'hurra' a la Comisión de compras' a todo pulmón. Un 'gracias por todo' sencillo y humilde como somos todos los de esta tierra. Porque la millonada que ha entrado en La Mancha - cuando todo el mundo pensaba lo contrario - no se reduce al terreno crematístico de los billetes de banco, no, porque, hay otros factores que son mucho más interesantes como la MORAL que ha infundido a la gente del campo cuando ya se encontraba en franca decadencia y su ánimo por los suelos.
Con esta intervención todo el mundo se ha beneficiado con el vino de este año y esto es meritorio sin lugar a discusión. Los mercados han marchado en todo momento en plan alcista y con estas características los negocios son siempre rentables. La cláusula de los contratos elaborados por la Comisión, en la que no se permitía la rescisión del contrato, penalizando si se hacía en la devolución del ochenta por ciento de las cantidades recibidas, ha sido un acierto definitivo para no permitir desertores, evitando así que se hubiera venido abajo la operación.
La actuación de la Comisión, se diga lo que se diga, ha sido un acierto. Mirando los hechos con serenidad, hay que rendirse a la evidencia de que todo ha sido bueno y la picaresca tendrá que achantarse porque no tienen argumentos de defensa. Se ha visto el decidido propósito de salvar la situación del agro manchego con un golpe de timón que ha llevado a la nave a puerto seguro. Recordemos, si no, aquellos días de agobio por la falta de envases y de los nubarrones tan oscuros que se presentaban para el vino manchego. Este año ya está echado y ¡ de qué modo !, con dignidad y con beneficios de la generalidad que no disimulan su satisfacción. Por eso, invitamos a todos a gritar y que resuene en todo el espacio que con Rocinante pisaba Don Quijote, el vigoroso grito de ¡ HURRA A LA COMISIÓN DE COMPRAS !.
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