Hemos visto en la
anterior crónica, mi querido reportero, -comienza, D. Cosme, este nuevo
relato-, como la historia del Azuer, a su paso por Manzanares, estuvo llena,
siglo a siglo, de acontecimientos en que nuestros ancestros fueron pioneros y
protagonistas… y hemos conocido, también, que en el Siglo XVIII, nuevas ideas
en el aprovechamiento de sus aguas, mediante la puesta en práctica de
ingeniosidades hidráulicas en el puente del calicanto... y la creación de
nuevos canales, que recrearon y añadieron todavía más vida a las fértiles
tierras de su vega, dieron que hablar y envidiar en pueblos vecinos...
Y verá usted como es la cosa, querido plumilla, sigue D. Cosme,… de las
primeras veces que la muy incipiente prensa escrita de España, (que empezó a
distribuirse, poco a poco, en aquel siglo de las luces), contó algo de este
insigne pueblo, entonces villa, de Manzanares, fue, precisamente, para escribir
de eso.. de las ideas pioneras de las gentes de la villa manzagata en el
aprovechamiento del Azuer.. y de como estas ideas sirvieron de guía para las actuaciones
que se seguirían, en aras a ese mejor aprovechamiento del susomentado río, en
otros pueblos ribereños...
Lo que muy pronto le voy a dar a conocer, querido
amigo, es, sin duda alguna, y sin temor a equivocarse, una pequeña gran joya
periodística, que, a usted, por su condición de colega de quien la escribió,
estoy seguro que le va a encantar…Como le dije un poco antes, se trata de una
de las primeras veces que, en una crónica periodística, se menciona con cierta
extensión a nuestra villa, y se deja constancia escrita del liderazgo de
nuestra gente en técnicas de aprovechamiento del río Azuer…Y, esa crónica,
aparte dar fe de ese carácter pionero de nuestro pueblo en esos menesteres, nos
deja entrevér parte de ese otro carácter distintivo de muchas de nuestras
gentes,… que, si bien, por supuesto, siempre se han sentido orgullosas de sus
capacidades, y de lo propio que supieron conseguir,… con gran frecuencia, se
muestran bastante recelosas del forastero...siendo reacias a mostrar sus
propias bondades… eso si, no por insolidarios con el prójimo, que la nobleza
de este pueblo y su capacidad de darse a los demás fue siempre proverbial y
esta fuera de duda, como ya quedó visto en muchas de estas crónicas.. ese
recelo, y el dejar para nosotros mismos nuestros hábitos y maneras de
convivir,.. es, una costumbre ancestral y genuina, que nos acompaña desde
siempre, y que tiene que ver más con eso tan nuestro del miedo al “que
dirán”…basado, en ocasiones, en una especie de vergüenza propia, por humildad
malentendida…y, otras veces, por miedo a que gentes forasteras intenten
afanarnos parte de ese patrimonio propio, conseguido con tanto trabajo…y,
bueno, no nos extendamos más en semejantes diatribas….y vamos ya con esa
histórica crónica, concluye D. Cosme.
Era Julio de 1787, y aunque Manzanares ya había dado que hablar en muchas
cosas, desde su nacimiento, como en siglos previos no había prensa, y los
escribanos eran muy pocos, muchas de esas cosas quedarían para siempre en el
arcano de lo desconocido...En cuestiones del aprovechamiento de las aguas del
Azuer, como vimos en el anterior relato, seguíamos siendo pioneros y
adelantados al resto de pueblos vecinos…y, de ello, en este caso si, se habló,
en ese julio de 1787, en una crónica de una revista de la capital, que tenía el
pomposo título de: “Memorial literario instructivo y curioso de la Corte de
Madrid”.. Al ser esta una de las primeras veces que una revista de prensa habla
de Manzanares y por los curiosos datos que en ella se citan, creo que vale la
pena, me comenta D. Cosme, la transcriba ud. integra, tal cual se publicó, como
asunto central de este relato:
"En la Provincia de la Mancha baja tiene su nacimiento y curso el rio
Azuer, que corre por 13 leguas de vegas y tierras feracísimas, todas
proporcionadas para regarse con sus aguas hasta la Villa de Daimiel, las pierde
en el rio Guadiana pasa por las inmediaciones de Manzanares, Membrilla, Solana,
no lejos de Alhambra, Infantes y otros Pueblos, tiene en su ribera muchos
molinos harineros, huertas y alamedas, pero por el extravio y desorden, no solo
de sus aguas, sino también de otras que fácilmente se le pueden reunir se
hallaba reducido este territorio de tiempo casi inmemorial a pantanos y
heriales pestilentes, (origen de las enfermedades) y en un estado desagradable
e inútil en general a sus dueños, que por lo común solo disfrutaban alguna
huerta desacomodada en años abundantes de aguas, y de muy pocos molinos por
cortas temporadas. Persuadido el Coronel D. Alfonso Tabares, vecino de la Villa
de La Solana, de las ventajosas disposiciones que proporciona el citado rio,
premeditaba que en aquel considerable hermoso trozo de 13 leguas se podrían
establecer más de 50 molinos harineros de dos piedras siempre corrientes, una
continuada alameda por todo el margen y centenares de huertas que asegurasen
millones de fanegas de diversos frutos desconocidos en el suelo de aquella
provincia, y que en el día se ven precisados acarrear de otras.
Cuando el Señor
Tabares calculaba sobre estas ideas, le informaron que ya hacía más de 12 años
que D, Juan Antonio de Soto Flores, hallándose Alcalde Mayor de la Villa de
Manzanares, había formado un proyecto dirigido al mismo fin, el que por algunas
incidencias, y su ausencia a otro destino, había quedado olvidado en el oficio
del Escribano donde se había actuado el expediente: con esta agradable noticia,
animado del amor de la Patria y la felicidad del País en que se estableció
después de la guerra y último ataque de Gibraltar, lo hizo presente a la
Superioridad, y de orden del Excmo. Sr. Conde de Floridablanca dirigió un plan
hidrográfico, remitiéndose a la individualidad y exactitud que debía tener el
insinuado proyecto si estaba dispuesto por sugetos que entendiesen
fundamentalmente la hidráulica, y quando no que le formasen de nuevo con tales
conocimientos, que se pudiese sacar del expresado rio toda la utilidad
permanente que promete.
Esta solicitud y otras reverentes y continuadas
súplicas del mismo Coronel dieron motivo que se pusiese en movimiento el
expediente detenido; que mereció la aprobación de S. M. comisionando para que
lo pusiese en práctíca al actual Alcalde Mayor de Manzanares D. Joseph
Francisco Coll Puig, al Regidor D.Manuel lbanez que como Escribano había
actuado quándo tuvo principio el expediente,..En el día, ya se ha dado
principio a esta interesante obra por la parte de Daimiel, beneficio que será
tanto mayor, quanto es una Provincia de pocos rios, y éste uno de aquellos
(aunque no de mucho caudal) que tienen la mejor disposición para beneficiar
hasta con la última gota de sus aguas, tierras muy sobresalientes, situadas en
un País donde las cosechas se malogran, o son escasas con freqüencia por falta
de lluvias en la Primavera…
Solo resta para colmo de la satisfacción de aquella
Provincia, y gratitud a los desvelos del Rey nuestro Señor, y sus ilustrados
Ministros que continuamente están promoviendo la prosperidad del Reyno, el que
S. M. se digne mandar, como lo esperan y tienen suplicado, que la obra se
costeé por ahora de los fondos públicos de las Villas interesadas, qué los
tienen ricos y sobrantes, con calidad de reintegro en el número de años que se
señale, pues de este modo la cantidad que corresponda a cada propietario no
tendrá que desembolsarla de una vez, lo que sería sumamente gravoso
particularmente en los tiempos presentes que están experimentando tantos
atrasos en la salud y cosechas".
Y bien, querido amigo, sigue D. Cosme, así quedó escrita la crónica que
certificaba el liderazgo de Manzanares en eso del aprovechamiento de las aguas
del Azuer, también en ese siglo ilustrado del XVIII; y, aunque en la dicha
crónica, se comenta que las ingeniosas medidas hidráulicas elaboradas en
Manzanares, permanecían en el despacho del escribano de nuestro Ayuntamiento,
sin haber sido puestas en práctica…, casi estoy por asegurarle que la mayoría
de ellas, si no todas, ya estaban implementadas hacia tiempo en Manzanares… pues
el carácter reservado y genuino de nuestra gente no era dado “ a sacar pecho”
de lo propio, por aquello del “que dirán”, o por la desconfianza al forastero
poderoso….
Ese mismo siglo, prueba de lo que decimos, es el desconocimiento que
se tenía en las villas próximas de los artilugios utilizados para dar máxima
función al puente del calicanto,… desconocimiento que también tuvieron, esas
villas vecinas, de las técnicas empleadas en Manzanares en siglos precedentes,…
pues ese Azuer descrito en la crónica, “mal utilizado y lleno de pantanos
pestilentes”, no se corresponde, en modo alguno, con el rico y muy aprovechado
Azuer del que disfrutaron, siglo a siglo, nuestros paisanos de cualquiera de
aquellas épocas…
De usted, aquí y ahora, fin al presente relato, querido plumilla, me dice D.
Cosme… y en lo que vino a seguir comentando después, dejará en mi persona un
poso de gratitud, cuando acaba su diserto del siguiente modo… “y, en este
relato, aparte servir para la ratificación de Manzanares en el liderazgo del
aprovechamiento del río Azuer, yo he querido resaltarle algo mucho más
trascendente…que, en ese Siglo Ilustrado, la prensa escrita empezaba a ser fundamental,
para dejar testimonio de los sucesos y sucedidos… la historia de los pueblos…y,
por supuesto, de Manzanares, querido amigo, prosigue D. Cosme, empezaba a
contar con otra forma más de aproximarse de manera fidedigna a multitud de
aconteceres….las suposiciones y deducciones, o los más objetivos antiguos
archivos, serían, desde aquel siglo, “ayudados” en la interpretación y el
conocimiento histórico, por esa bellísima actividad laboral que usted
profesa… el periodismo, del que, sin duda, debe sentirse, usted, muy orgulloso y
privilegiado.
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