¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Hace ahora un siglo que desaparecieron las fundiciones de hierro en Los Pozuelos.

El 19 de Julio de 1961, Melchor Díaz-Pinés Pinés, redactó este pequeño reportaje sobre la localidad de Los Pozuelos de Calatrava, para la Agencia de noticias CIFRA.

Entre los signos de la pasada vitalidad de la provincia de Ciudad Real, merece destacarse la antigua fundición de hierro que existió en las inmediaciones de Los Pozuelos de Calatrava y que desapareció hace aproximadamente un siglo, siendo aún una incógnita el por qué de su construcción en ese hermoso paraje.

Foto de D. Santos G. Monroy, con mi agradecimiento.

Las construcciones de esta fundición se hallaban a orillas del Río Guadiana, en un paisaje deslumbrador, de grandes alamedas varias veces centenarias, maravilloso paisaje prácticamente desconocido en el mundo actual, donde curiosamente, el río discurre tan pronto como un arroyuelo, como convertido en torrente tumultuosa.

Foto del blog 'santosgmonroy.blogspot.com', con mi agradecimiento.

En este paisaje tan acogedor y propicio para el turismo y excursiones, se manifiestan restos de grandes edificaciones de cantería, en los que se albergó una gran fundición de hierro, conocida como el Martinete, creada por un hombre vasco y una de las más grandes en la España de aquellos tiempos. Aún puede verse la ingente obra de fábrica de acueductos y hornos, como la edificación de la turbina y el consiguiente salto de agua que producía electricidad.


Foto de D. Santos G. Monroy, con mi agradecimiento.

Esta belleza, en pleno corazón de la estepa ciudarrealeña, puede contemplarse entre Poblete y Corral de Calatrava, con accesos muy bien cuidados y merece la pena visitarlo no solo por el entorno paisajístico sino por las propias ruinas de las edificaciones, mudos testigos de un pasado industrial glorioso.



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