¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

viernes, 11 de febrero de 2011

¡ AQUI LA MANCHA !. Los vinos privilegiados y el polifacetismo de sus bondades: Industria Vinícola de D. AGUSTÍN SERRANO, de MANZANARES.

El 13 de Marzo de 1957, para la 'Revista Vinícola y de Agricultura', de Zaragoza, Melchor Díaz-Pinés Pinés, realizó el siguiente reportaje de la industria vitivinícola de D. Agustín Serrano de Manzanares.

Es de conocimiento general y lo atestiguan los seis siglos que abonan las actividades vitivinicultoras de esta Región, que las centenarias vides de esta Mancha meridional, gozaron siempre de un especial e inconfundible buquét, por obra y gracia de un esplendoroso sol agosteño y septembrino, que proporciona a sus uvas, entonces en pleno sazonado, las primicias de sus ardorosos rayos. Ello condiciona a sus caldos, para ocupar el destacado lugar que gozan en el concierto internacional.

Esta supremacía que el milagroso influjo del sol y sus pardas tierras ejerce sobre sus cosechas, se concentra especialmente en esta ciudad de Manzanares de añeja fama, tan añeja como sus solerajes y que dieron origen a la creación de grandes  fuentes de vitalidad económica, en parte gracias a sus hombres que supieron conquistar con denuedo su merecida fama. Nuestra tierra manchega produce los mejores vinos generosos, de mesa y de misa que puedan ofrecerse en el mundo entero y de ello vamos a escribir a continuación porque una empresa señera que supo descubrir las virtudes que Dios dignó conceder a su terruño, está ubicada en Manzanares y se trata, nada más y nada menos que de la firma comercial 'AGUSTÍN SERRANO', criadora y exportadora del sol de estas tierras, embotellado, que iniciara sus actividades a principios del siglo en que vivimos.


Detalles de las Bodegas de D. Agustín Serrano, de Manzanares en 1957. Fotos Melchor Díaz-Pinés


D. Agustín Serrano es el prototipo de hombre indiscutido e indiscutible, al servicio de la causa vinícola. De modesto empleado de la empresa hispano alemana Rein y Cía., fabricantes de vinos generosos y destilación de alcoholes en Málaga, pasa bien joven a regentar el negocio que sus Jefes instalaron en esta localidad de Manzanares, al ampliar su radio de acción comercial, pero los estragos de la Guerra Europea de 1914, minaron los cimientos de esta negocio hasta hacerlo zozobrar, al romperse las cadenas de exportación establecidas.

Ante esta contingencia no se amilanó D. Agustín Serrano y decidió establecer su independencia y con escasos recursos, adquirió el solar en el que hoy se encuentra asentado su negocio, finalizando ya el primer quinquenio de nuestro siglo XX. Sus vastos conocimientos en materia de elaboración escrupulosa de los vinos, le inclinan inexorablemente hacia sus mejores aficiones y emprende la fabricación de los vinos generosos, como primera etapa de su vida industrial independiente. El éxito acompaña su empresa y llega a  ser un magnate de esta especialidad, vinos puros embotellados, siendo en la actualidad una de las firmas de más rancia solera de toda España, como lo acredita estar en posesión del número 4 del Registro de Embotelladores españoles, que hoy rebasa el número 2.000.

Reverso escrito por M. Díaz-Pinés de las fotografías anteriores, explicando a la Revista el contenido a publicar.

El negocio marcha viento en popa pero sus inquietudes emprendedoras le hacen aspirar a más elevadas metas, hacia la idealización de sus ilusiones y decide, a sugerencia del M. I. Sr. D. Andrés Serrano García Vao, Rector del Seminario de Toledo, elaborar un tipo de vino de misa, un vino para consagrar, que encajara en las normas establecidas por la Sagrada Congregación de Ritos. No pudo irle mejor en la realización de su idea porque S. S. el Papa Pio XI, le concedió el honroso galardón de " Proveedor Pontificio ", con cuyo nombramiento se le abren fronteras insospechadas. A día de hoy, abastece con sus renombrados vinos para la consagración, a medio mundo civilizado y sus envases recorren las rutas de Francia, Inglaterra, Alemania, Suiza, Bélgica y Holanda, hasta llegar a los países nórdicos. Consigue también entrar en el mercado de Hispanoamérica y era frecuente encontrar en toda Centro América y Sudamérica, las vinageras de Iglesias y Conventos conteniendo los mundialmente conocidos vinos de Agustín Serrano, de Manzanares.

Infatigable viajero, cuida esmeradamente todas estas rutas comerciales y estudia con cariño cuantos adelantos de la ciencia pudieran ser asimilables a su industria. En muchos de sus frecuentes viajes, iba acompañado de su hijo D. Antonio, que entusiasta incontenible de las aficiones paternales, permaneció durante varios años en las riberas del Rhin alemán, mejorando sus ya dilatados conocimientos de alta enología para adaptarlos posteriormente a su negocio en España.


La gran acogida de sus vinos, le hace abrir en 1928 dos despachos en Madrid, uno en el Paseo del Prado 42 y otro en Sandoval 4, disfrutando de la consideración del público madrileño en general y del clero en particular. Sus vinos de más prestigio, debidamente registrados son: el OSTRERO, blanco, seco, para degustar con pescados; el tinto BORGOMAN, tipo Borgoña, para mesa y asados; el SOLERA, ajerezado, seco; el PRINCIPE, tipo Sauternes y los dulces PORTOMAN, tipo Porto, NÉCTAR, tipo Málaga y los igualmente dulces y que rememoran figuras del Quijote, DULCINEA Y ALDONZA, haciendo especial mención del VIRIATO, tónico reconstituyente muy estimado.

Caja con algunos de los famosos vinos embotellados de D. Agustín Serrano, de Manzanares.
Foto Melchor Díaz-Pinés.

En 1934 comenzó a elaborar el mosto puro " MANA " pero la Guerra civil española y sobre todo la Segunda contienda Mundial, cortaron la exitosa trayectoria de su comercialización al no poder importar ciertos productos fabricados por las naciones beligerantes. Una vez finalizadas ambas guerras, comenzaron a embotellarse de nuevo y surcaron con éxito las rutas españolas.

Los horizontes que se abren a la expansión de este preparado de mosto de uva sin fermentar, son por el momento incalculables. Las cualidades de la uva y mosto fresco esterilizado por filtración en frío, no pierden sus características de gusto y dulzor de los días vendimiales. En cuanto a sus condiciones terapéuticas y nutritivas, es preciso hacer resaltar que es la verdadera fruta líquida, indicada y recomendada por eminencias médicas por su alto valor energético, tanto para lactantes como para adultos y ancianos pero, muy especialmente, para la convalecencia.

Todas las actividades antes reseñadas fueron cedidas por D. Agustín Serrano a su hijo, D. Agustín Serrano Díaz-Pinés, homónimo que encajó a la perfección con la idiosincrasia del creador de la dinastía. Savia nueva y energías e iniciativas de ambientaciones modernas, auguran, si cabe, un  incremento de estos triunfos de su fundador. Las bondades y escrúpulo de elaboración de estos vinos generosos, difunden por todos ámbitos las excelencias de los vinos de la Mancha, que esta industria acaudilla, como destacado paladín de sus valores patrios.


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