Don Cosme, ha
contado perfectamente al reportero, “el por qué no vamos a ver casi nada, de lo
que si vamos a conocer con cierto detalle”..y, desde la fachada del edificio
del Pajarón, enfrente del pilar de la puerta de la muralla, que acabamos de
apreciar, me ánima a iniciar el paseo por un callejón curvo, “surgido” de la
"monda" de esta primera parte del amurallado de Manzanares, lindante
al Castillo…Es decir, vamos, de ahora en adelante, a recorrer las “callejuelas
de la hoz”, en el sentido inverso a las agujas del reloj...
“Esta primera parte,
comenta D. Cosme, es conocida también como “segunda vuelta de Monjas”,
anunciando, como ya sabemos, que terminará en la calle de las Monjas”… Hemos
avanzado por el callejón, observando las casitas de planta baja que se van
sucediendo a lo largo de lo que fue muralla de Manzanares y, a los pocos metros,
encontramos otra fragua bien reconocida en este pueblo, la de los “Carranza”….
Cruzamos una calle, siguen viéndose más casitas encaladas, y cuando ya
llegamos a la esquina con Monjas, encontramos las portadas de otra reputada y
antigua carretería de este pueblo, la de los “Sernillas”, quienes, en el mismo
edificio, pero a la vuelta, ya en la calle de las Monjas, tienen la entrada a
la fragua, con su clásica puerta partida horizontalmente en dos mitades…
Saltando este cruce de las Monjas, vemos a nuestra derecha, las paredes de lo
que fue el Huerto de las Monjas, “pues el convento, me dice el Sr. Cosme,
llegaba hasta allí, ocupando toda esa manzana, antes de la desamortización de
Mendizábal…”está dicho, sigue D. Cosme, que siguiendo la costumbre de aquella
época, esa pared se construyó pegada a las ruinosas murallas de Manzanares,
allá por el año 1.592, cuando la familia Quesada fundo el Monasterio...
La siguiente calle que cruza, es la llamada del Doctor; y en la esquina de
enfrente, aparece ante los paseantes, imperturbable la "Casa del
Santo", edificio histórico de Manzanares, uno de los más antiguos del
pueblo, si no el que más, y auténtica reliquia de esta muralla, pues formaba
parte de la misma, me cuenta D. Cosme… Esta claro, que tenemos que hacer una paradita
en este lugar para conocerlo algo mejor… Es una casita con patio interior, de
fachadas encaladas y ciegas,… solo una puerta de entrada de madera, con dintel
y pilastras, y una ventanita enrejada… La casita esta coronada por un alero de
tejas sobre un balcón con canecilios de madera". …
Enseguida salta a la
vista. en esa planta superior, ese su detalle principal, ese balconcillo
pintoresco, con evidente “sabor manchego”, que está en la historia monumental
de Manzanares desde sus orígenes y que, aquí, todos los paisanos conocen y
reconocen con el nombre de “Balconcillo del Santo”,… y le llaman así, y por
extensión a toda la casa, por la imagen que siempre figuró en su balcón, una
lámina viejísima, medio rota, pegada a una madera carcomida, que representa a
San Francisco de Paula, el milagroso…
Cuando nos acercamos más, advertimos que
el portón de la casa se encuentra abierto, lo que nos invita a mirar dentro,
donde se puede observar un patio empedrado y su típico pozo… otra característica
de este pueblo… casi todas las casas tienen su patio y su pozo… y la del Santo,
claro está, no podía ser menos… Es, en ese momento, cuando alguien de la casa,
que nos ha visto llegar, nos invita a entrar en ella y subir a conocer el
balconcillo de cerca… naturalmente, aceptamos la amable invitación para
“entrar a la historia”...
Interior Casa del Santo actual. |
Antes, en el portón de la casa, hemos visto grabada una
fecha año 1629 y ya dentro de ella, en uno de los capiteles de madera
existentes en el patio, también hay un grabado del año 1623… todo ello nos da
idea de los años y sucesos que han pasado por ella….Al fondo del patio una
galería en la planta de arriba, parece llevarnos a la Mancha medieval, nada
extraño en un edificio que tiene esa edad… se aprecian muy bien sus maderas
roídas por las inclemencias del tiempo, sus tejas curvas y negras por el paso
de los años y sus blancas paredes encaladas. En esta galería, en uno de sus
extremos, advertimos una pequeña puertecilla, que da acceso al mayor icono de
esta histórica casa… el pequeño “balconcillo del santo … subimos, y ya sobre su
suelo de yeso, nos impresiona el artesonado encalado y la barandilla de madera
resquebrajada… el reportero y D. Cosme, apoyan sus manos en la parte superior
del balcón, miran al frente, hacia el camino ya caminado de la “segunda vuelta
de monjas”…y se dan en imaginar, por un momento, a la muralla en toda su
magnificencia… y un marcial desfile de soldados calatravos a caballo,
recorriendo la callejuela, al lado de los tapiales de la muralla y pasando bajo
ellos”… “Están, sin darse cuenta, en plena Edad Media, y en un Manzanares ya
para siempre inexistente… pero, por unos instantes, perfectamente
imaginado… sin duda, este intenso momento, sera uno de los que permanecerá para
siempre en el imaginario del reportero, cuando recuerde, (que lo hará con
frecuencia), su estancia en este subyugante pueblo manchego que se llama
Manzanares…
Interior Casa del Santo actual. |
Y, despertamos de esa breve ensoñación, para precisar, ya que
estamos allí, más detalles de este balconcillo… En su pared posterior, una
cortinilla circular de encaje deja entrever el cuadro de San Francisco de
Paula, el milagroso. Una auténtica reliquia de este pueblo de Manzanares…
siempre iluminado por una lamparilla de aceite… Don Cosme, allí, me añade, con
la oportunidad que le caracteriza, que esta casa, en tiempos de la muralla,
estaba situada en la, entonces, parte nordeste del lugar o villa y se
correspondía con la entrada del camino real de Toledo. Frente a esta casa,
-continua- parece ser que existió una gran posada….y, a su espalda, también funcionó,
en el pasado, una Casa de Postas”….
El reportero habla, ahora, con el
anfitrión de esta casa histórica, y le felicita a él y a sus antecesores, por
haber sido tan capaces en el cuidado y mantenimiento de la misma, impagable
legado histórico al pueblo de Manzanares…. Luego, Cosme y yo, miramos a nuestra
izquierda, y vemos el tramo de la “calle del Doctor” que termina en la Plazuela
de las Monjas, pudiendo verse, al final, y en la acera de enfrente, parte del
Monasterio y el campanario de ese antiquísimo convento de las monjas
franciscanas de clausura de Manzanares, que también tiene mucha enjundia
histórica para relatar... Pero esto quedará para otro momento, ahora tenemos que
continuar la historia de esta muralla… Salimos pues de la Casa del Santo, y entramos
de nuevo en el tramo siguiente del trayecto que sigue la “monda de las
murallas”, quedó atrás la “segunda vuelta de monjas” y estamos ahora en la
“segunda vuelta de Empedrada”, titulo que nos indica nuestra próxima llegada a
esa calle central de Manzanares…
Y allí estaremos enseguida para comenzar
nuestra siguiente crónica, pues esta ya tiene suficiente contenido...
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