El 12 de Septiembre de 1957, Melchor Díaz-Pinés Pinés, redacta para la Revista Vinícola y de Agricultura de Zaragoza, el siguiente apunte periodístico:
Las " BODEGAS MANCHEGO-AFRICANAS ", retienen nuestra atención en la villa de Membrilla, como fiel exponente del progreso de la industrialización vitivinícola. Es originaria esta industria del primer cuarto de nuestro siglo y cuyo negocio y actividades de exportación, fundara el instaurador de la dinastía, D. Francisco Bellón Contreras, que un día abandonara su patria chica en busca de fortuna, como un aventurero más en tierras de morería y que ya en edad madura, regresara a su tierra con la fortuna que le deparara el sudor de su honrado trabajar, para dedicarse de lleno al negocio de elaboración y exportación de vinos manchegos.
Precisamente en Ceuta nació su hijo, sucesor y hoy conductor de este moderno negocio, D.Pedro Bellón Muñoz, gran viajero, hombre de mundo y de iniciativas, que ha sabido imprimir a su negocio las directrices que los modernos cánones empresariales exigen, para competir de forma eficaz y armónica en este tipo de negocios, acorde con nuestros tiempos.
Las " Bodegas Manchego-Africanas " adoptaron bajo tan inspirada dirección un lema que es llevado rigurosamente a la práctica con la enérgica voz de mando de su fundador y que dice así: "El precio se olvida, la calidad perdura" y bajo este lema, salen de sus bodegas incontables envases de roble de todas las capacidades, en los que se propagan estas excelencias, pues dice bien quien bien dice, que " con carne asada y TINTO DE BELLÓN, se vive mejor ". ¡ Así hablan en Andalucía cuando elogian sus vinos !. ... Porque, ésta es la especialidad de la casa, sus vinos tintos.
Quien informa, fue testigo del exagerado escrúpulo en la limpieza de los envases propios y preparados para la exportación y de la pulcritud en el aseo, que por todos lados se observa, en la preparación de los vinos tintos, que son una verdadera selección, sin olvidar los blancos, por supuesto. Su verdadera obsesión siempre ha sido crear un tipo de " TINTO BELLÓN " que pudiera distinguirse de sus similares y a buena fe que lo ha conseguido, a juzgar por el aumento anual de sus ventas y la expansión de los mercados, a los que sus vinos oscuros llegan para deleite de los consumidores.
Hombre campechano, D. Pedro Bellón Muñoz, es simpático y de trato afable con los clientes, con los visitantes y sobre todo, con su personal pues conserva para con ellos la antigua tradicición manchega de las comidas de hermandad y compañerismo. Literato y poeta, prodiga por doquier la expresión de sus sentimientos y pueden verse por las dependencias de la bodega, artísticos azulejos de cerámica con no menos bellas dedicatorias a las excelencias del "tinajero" de su fabricación y que algunas de ellas, cogidas al azar, dicen así:
Con el vino de Bellón / se terminó la cuestión. / No te pones cabezón / y se alegra el corazón. / Mas si coges un tablón / te sienta como el jamón.
O éste otro:
El que bebe se emborracha. / El que se emborracha, duerme. / El que se duerme no peca. / El que no peca, va al cielo. / Puesto que con el Tinto de Bellón, al cielo vamos / ¡ Pues, bebamos !. /
TREINTA MIL arrobas se elaboran en los locales de esta casa especializada en vinos tintos manchegos, como es la Bodega Manchego-Africana de D. Pedro Bellón Muñoz de MEMBRILLA DE LA MANCHA ¡ Toda España lo sabe !. Y sus vinos son premiados con largueza, con medallas y con el agradecimiento de sus miles de seguidores.
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